“El ritmo”, dice, inclinándose hacia delante. “Cada personaje tiene un cierto ritmo, y tienes que hacer todo lo posible por encontrarlo”.
¿Un ritmo interno del personaje, como los latidos del corazón, o un ritmo creado y compartido por dos o más personajes?
“Ambas cosas, pero la segunda es más importante. Hay un ritmo en la forma en que tú y los demás actores trabajan juntos. Todos captan los ritmos de los demás y se complementan. Esto es muy importante para mí”.
Sugiere que, cuando un actor se conecta al ritmo, todo lo demás —la historia, la complejidad psicológica, el motivo— cobra sentido. “A veces no sabes lo que motiva al personaje que interpretas”, comenta De Niro. “A veces es más fácil cuando los personajes no se conocen a sí mismos”. Lo más importante es que el dominio del ritmo de un personaje le permite al actor liberarse del guion e improvisar. Y resulta que la improvisación desempeña una función mucho más importante en el oficio de De Niro de lo que la mayoría de la gente cree.
Robert De Niro posa para el lente de AARP en la ciudad de Nueva York.
Foto por JIM WRIGHT
“Hace un par de años recibí una llamada: ‘Ven a Tribeca. Tú y Bobby se reunirán en su oficina y leerán tres escenas por Zoom para Barry Levinson en Los Ángeles’”, recuerda Debra Messing, de Will & Grace. Al final consiguió el papel de la esposa más joven de De Niro, quien interpretaría a un mafioso de los años 50, en la próxima película de Levinson, Alto Knights. “Me esforcé mucho. Memoricé y analicé el guion hasta el cansancio. Sabía cada palabra y por qué se había elegido. Así que llegó el día y me presenté con ropa de época, con un peinado recogido a lo Jackie-O y los labios pintados de rojo. Bob entra con pantalones cortos y Crocs, me lanza una mirada y dice: ‘¿Qué, vas a un baile de graduación?’. Entonces empezamos. Y después de tres líneas de la primera escena, empieza a improvisar. Me dije: ‘¡Bob De Niro está improvisando! ¿Qué diablos voy a hacer?’”.
“No paraba de entrar y salir de escena mientras yo intentaba seguirle el ritmo”, continúa Messing. “Al final me di cuenta de que así es como lo hace, cómo encuentra a su personaje. Se prepara con mucha intensidad y luego lo echa todo por la borda. Todas las escenas que hicimos fueron improvisadas. Al principio me aterraba. Pero luego me animé a probar cosas que de otro modo nunca habría considerado en toda mi preparación. Todas las veces que has escuchado a un actor decir lo mucho que ha aprendido de Robert De Niro, pues a esto se refiere”.
Algo no cuadra aquí, ¿verdad? Por un lado, se sabe que es un hombre que no tiene el don de la palabra; al menos la mitad de las historias que se han escrito sobre Robert De Niro estos años se han centrado principalmente en lo difícil que es entrevistarlo: es poco reflexivo, brusco, llama “espeluznantes” a los entrevistadores y sus preguntas, entre otras cosas. (En 1991 y el 2006, la revista GQ publicó perfiles titulados “15 minutos entre dientes con Robert De Niro” y “Y ahora, 972 palabras de Robert De Niro”, respectivamente). Esa frialdad nos ayuda a entender cómo, a pesar de su presencia en nuestra vida durante seis décadas y 118 películas, ha mantenido intacto su misterio.
“Con todos los demás actores, más o menos sé cómo serían en la vida real”, comentó una vez Billy Bob Thornton. “Pero con Bob De Niro no tengo ni idea”. Incluso Martin Scorsese —cuya colaboración de director/actor en diez películas con De Niro es la más fructífera de la historia de Hollywood— admitió que “durante años” no supo que el padre de su amigo era un famoso pintor.
Por otro lado, el mundo está lleno de actores como Messing que han trabajado con De Niro y hablan de él con un asombro y una sensación de profunda conexión que se acerca a lo religioso. Leonardo DiCaprio lo llama “figura paterna cinematográfica”. Scorsese ha dicho que ningún otro actor lo sorprende en pantalla como lo hace De Niro. El director de spaghetti westerns Sergio Leone dijo en una ocasión que De Niro podía adoptar una personalidad con la misma facilidad con la que se pondría un abrigo, y que otro de sus protagonistas, Clint Eastwood, ni siquiera pertenecía a la misma profesión que De Niro.
Robert De Niro como Travis Bickle en "Taxi Driver".
COLUMBIA PICTURES/PHOTOFEST
Es más, De Niro ha colaborado muchísimo (y normalmente sin figurar en los créditos) como guionista en sus películas más importantes, incluidas las diez que ha hecho con Scorsese. Montones y montones de diálogos, ¿y a este hombre se le traba la lengua? ¿El mismo hombre cuya frase ‘You talkin' to me?’ ante el espejo en Taxi Driver —una de las más icónicas de la historia del cine— fue casi totalmente improvisada? Durante el rodaje de Killers of the Flower Moon, la prensa del sector publicó numerosos testimonios que sostenían que Scorsese, De Niro y el coprotagonista Leonardo DiCaprio escribían y reescribían frenéticamente sus propios diálogos en el set, todos los días y en tiempo real.
“Creo que se siente más cómodo cuando transmite sus pensamientos y puede encontrar la forma más precisa de expresar algo”, explica Messing. Añade que, para una persona así, el ritmo rígido de una entrevista —una pregunta, una respuesta, y así sucesivamente— podría parecerle una “camisa de fuerza verbal”.
Compara esa dinámica con la que cultiva Martin Scorsese en sus sets. “Desde luego que dirige”, dice De Niro. Al fin y al cabo, es un director. Pero mucho más importante, continúa De Niro, que elige cuidadosamente sus palabras, es que “coordina, analiza”. Es decir, sintoniza a los actores con los ritmos cruciales de sus personajes. “Y eso es lo que te da la confianza que necesitas para que no exista la posibilidad de hacer algo mal”, agrega De Niro.
Mira su reloj. Mensaje recibido: última pregunta. Empiezo, pero me doy cuenta de que no le estoy haciendo una pregunta, sino que le estoy proponiendo una idea. Es que... hay ciertos artistas que son tan excelentes durante un período tan largo que llegan a parecerte importantes... personalmente. (Hablo de ti, Bobby Milk). Sus interpretaciones, en conjunto, adquieren el peso de la memoria; te obligan a recordar tu propia vida y a ti mismo: con quién estabas y qué sentiste la primera vez que viste The Godfather Part II, Taxi Driver, The Deer Hunter, Raging Bull, The Untouchables, Casino, Heat, The Irishman, Killers of the Flower Moon... Al intentar formular una pregunta al respecto, le pregunto a De Niro cómo cree que ha cambiado y crecido, como actor y como hombre, en los 50 años que han transcurrido desde que él y Martin Scorsese sacudieron el mundo del cine con Mean Streets (1973).
“Aprendí a no preocuparme ni exigirme demasiado”, dice encogiéndose de hombros. “Me gusta dejar que las cosas sucedan”.
(De izquierda a derecha) Robert De Niro como Max Cady en "Cape Fear" y como Vito Corleone en "El Padrino II".
UNIVERSAL PICTURES/PHOTOFEST; MARY EVANS/PARAMOUNT PICTURES/RONALD GRANT/COURTESY EVERETT COLLECTION
5 aspectos que no conocías de Robert De Niro
De Niro fue seleccionado originalmente para el papel de Tom Hanks en Big.
El actor iba a interpretar al protagonista Josh Baskin en la exitosa comedia de 1988 Big, que catapultó la carrera cinematográfica de Tom Hanks. La directora Penny Marshall incluso rodó un video de prueba de De Niro en el que patinaba, andaba en bicicleta y jugaba baloncesto con el joven actor Jared Rushton (que interpretaba al joven amigo de Hanks en la película). Sin embargo, De Niro abandonó el rodaje antes de comenzar porque “tuvimos un tema, un problema, con la negociación, así que pasó lo que pasó”. El problema fue el salario de $6 millones que pedía De Niro, según algunos informes. La coprotagonista de Big, Elizabeth Perkins, recuerda que fue un conflicto de programación. Perkins hizo una prueba con De Niro y dice que la película habría sido totalmente distinta si el protagonista de Taxi Driver hubiera interpretado el papel. “Era más temperamental; era un poco como una película de terror. Era Robert De Niro deambulando por las calles de Nueva York”, afirmó Perkins.
Se arruinó los dientes para Cape Fear
Para su papel de violento violador en la película de suspenso psicológico de 1991 Cape Fear, De Niro le pagó $5,000 a un dentista para que le tallara los dientes para que parecieran más afilados y su personaje se viera más perverso. Cuando terminó el rodaje, le pagó al mismo dentista $20,000 para que se los reparara.
Incluye a su hija en sus películas
Su hija Drena (hija de una relación anterior de su primera esposa, Diahnne Abbott, y que él adoptó) ha aparecido en al menos nueve películas de su padre, como The Intern, Wag the Dog, Great Expectations, The Adventures of Rocky and Bullwinkle, City by the Sea, New Year's Eve, Joy, Hands of Stone y Showtime.
Quedó inmortalizado en una canción pop de los 80
Bananarama, un grupo de pop británico de los 80 que estaba formado exclusivamente por mujeres, compuso y grabó una canción de “culto al héroe” llamada “Robert De Niro's Waiting...” en 1984. Llegó al número 3 de la lista de sencillos del Reino Unido y permaneció en la lista durante 12 semanas. (También llegó al número 95 del Billboard Hot 100 de EE.UU.).
De Niro canaliza a Brando
Son una de las dos únicas parejas de actores que han ganado premios Óscar por interpretar el mismo personaje. Ambos interpretaron a Vito Corleone en las películas de The Godfather. Brando en 1972, De Niro en 1974. Rita Moreno ganó por interpretar a Anita en West Side Story en 1962; Ariana DeBose ganó en 2022. En 2009, Heath Ledger ganó póstumamente por interpretar al Joker en The Dark Knight; Joaquin Phoenix ganó en 2019 por Joker. —Natasha Stoynoff
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