Vida Sana
La desventaja de depender cada vez más de la tecnología es la mayor cantidad de residuos electrónicos y la velocidad con la que cambiamos los equipos.
Entre el 2014 y el 2019, el volumen de residuos electrónicos a escala mundial aumentó un 21%, según un informe de la Asociación Mundial de Estadísticas sobre Residuos Electrónicos (en inglés), que cuenta con el respaldo de las Naciones Unidas. Solo en el 2019, desechamos alrededor de 53.6 millones de toneladas métricas de residuos electrónicos, un ritmo que llevará a casi 75 millones de toneladas métricas para el año 2030.
¡ÚLTIMA OPORTUNIDAD! - Únete a AARP a precios del 2024; las tarifas aumentan en el 2025.
Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP
Entre todos los países, EE.UU. ocupa el segundo lugar después de China en la cantidad de residuos electrónicos generados. Las cifras más recientes indican que en el 2019 tiramos casi 7 millones de toneladas métricas de computadoras, bombillas de luz LED, teléfonos, tabletas y televisores viejos entre los objetos considerados residuos electrónicos.
¿Qué son los residuos electrónicos?
Aunque pensamos que se trata de los electrónicos viejos, el problema es, en realidad, mayor y abarca casi todos los equipos eléctricos, que cada vez más incluyen partes electrónicas, según la Asociación Mundial de Estadísticas sobre Residuos Electrónicos.
Las calculadoras, los teléfonos celulares, los dispositivos GPS, las impresoras para el hogar, las computadoras personales y los enrutadores integran solo una de las seis categorías de residuos electrónicos que, en opinión de las Naciones Unidas y los fabricantes, deberían reciclarse más. Las otras categorías:
• Electrodomésticos y otros aparatos, como lavavajillas, secadoras, estufas y lavarropas, pero también copiadoras, impresoras grandes y paneles fotovoltaicos
• Equipos de calefacción y refrigeración, como aparatos de aire acondicionado, congeladores, bombas de calor y refrigeradores
• Bombillas de luz, entre ellas lámparas fluorescentes, de descarga de alta intensidad y de diodos emisores de luz
• Monitores, incluidos lectores electrónicos, computadoras portátiles de distintos tamaños, tabletas y televisores
• Electrodomésticos pequeños, entre ellos herramientas eléctricas, juguetes electrónicos, equipos médicos, microondas, aspiradoras y videocámaras
Pero la pandemia aceleró nuestra demanda por la tecnología: más computadoras portátiles para trabajar y estudiar desde casa; cambio de teléfonos inteligentes a los modelos 5G para compartir fotos y videos con mayor rapidez; y mejores sistemas de entretenimiento para el hogar, como televisores inteligentes y sistemas de videojuegos, para divertirnos durante los confinamientos.
Las toxinas en los electrónicos
No hay que ser un activista ambiental para entender la gravedad del problema; en realidad, varios problemas:
Desperdicios tóxicos. Muchos electrónicos para el consumidor contienen sustancias químicas como berilo, productos ignífugos de bromo (BRF), cadmio, mercurio y cloruro de polivinilo (PVC) que pueden envenenar la tierra y el agua. Un viejo televisor o monitor con tubo de rayos catódicos del que finalmente te vas a deshacer contiene de 4 a 8 libras de plomo, una neurotoxina peligrosa que no debería desecharse en los vertederos sanitarios junto con la basura de la casa.
Contaminación ambiental. Las fugas de freón y otras sustancias de los refrigeradores y aire acondicionado descartados contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo.
Más explotación minera. Al incrementar nuestra demanda de electrónicos sin reciclar la mayoría de los antiguos, debemos buscar nuevas fuentes de materias primas para fabricar los productos nuevos. Por ejemplo, la recuperación de aluminio de los electrónicos reciclados utiliza un 90% menos de energía que la extracción de aluminio nuevo, dice la Electronic Products Recycling Association (Asociación de Reciclaje de Productos Electrónicos) de Ontario.
Es más, por cada 1 millón de teléfonos móviles reciclados, pueden recuperarse 35,274 libras de cobre, 772 libras de plata, 75 libras de oro y 33 libras de paladio, según un estudio realizado por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA).
También te puede interesar
Cuando los teléfonos grandes no son tan ideales
Por qué los modelos más pequeños podrían resultar mejor para ti.¿Cuánto tiempo debería durar tu dispositivo?
Toma en cuenta estos detalles para reemplazar o arreglar tus aparatos tecnológicos.¿Te conviene un iPhone o un Android?
Hemos comparado los dos sistemas operativos de teléfonos inteligentes. Consulta aquí.