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Guía de AARP para visitar los parques nacionales de las Secuoyas y Kings Canyon

Pasarás mucho tiempo mirando hacia arriba —muy arriba— y admirando uno de los organismos vivientes más grandes del planeta.

spinner image Parque Nacional de las Secuoyas
Quan Yuan/Getty Images

Comienza a entrenar los músculos del cuello ya mismo: cuando visitas los parques nacionales de las Secuoyas y Kings Canyon (en inglés), pasarás mucho tiempo mirando hacia lo alto —muy alto— a algunos de los organismos vivientes más grandes de la historia del planeta. Si el nombre “secuoya” no fue más claro que el agua, la atracción principal de estos parques gemelos en la región central de California son los casi 40 bosques distintos de secuoyas. Estos árboles de majestuoso porte solo pueden crecer en la vertiente occidental de la Sierra Nevada, de 4,000 a 8,000 pies de elevación, y los parques nacionales albergan 7 de los 10 árboles más altos del mundo.

Lo sorprendente es que estos árboles, que se alzan a casi 300 pies de altura, ni siquiera son las atracciones más altas de los parques. De hecho, se ven empequeñecidos ante las formaciones geológicas como el cañón Kings homónimo, un valle glacial encajonado por muros de granito de 4,000 pies de altura, y por el monte Whitney en el Parque Nacional de las Secuoyas, el punto más alto de la región continental de EE.UU., con 14,494 pies.

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Ubicados en la zona sur de la Sierra Nevada, equidistantes entre San Francisco y Los Ángeles, Kings Canyon y Secuoyas son en realidad dos parques nacionales por el precio de uno. Comparten un límite y una larga historia, que data de los comienzos del movimiento conservacionista del país. El 25 de septiembre de 1890, el presidente Benjamin Harrison estableció Secuoyas, el segundo parque nacional de la nación, para proteger a los gigantes del mismo nombre de la industria maderera que invadía la región. Apenas una semana más tarde, agregó el Parque Nacional General Grant a la lista.

En esos inicios, el coronel Charles Young, el primer superintendente negro de los parques nacionales (y el único oficial afroamericano comisionado del Ejército de EE.UU.), dirigió las gestiones para construir una carretera por el bosque Giant Forest del Parque de las Secuoyas y, para el año 1903, se abrió a los turistas que llegaban en carreta. En 1940, el presidente Franklin D. Roosevelt y el Congreso establecieron el Parque Nacional Kings Canyon, que absorbió al anterior Parque General Grant.

Hoy en día, el Parque de las Secuoyas abarca 631 millas cuadradas, que incluyen la famosa carretera Generals Highway, la cual atraviesa los densos bosques de secuoyas; Moro Rock, un domo escalable de granito; el inmaculado valle glaciar Mineral King; y Crystal Cave, una caverna de mármol cerrada hasta el 2023 por daños en la carretera y el sendero de acceso debido a los incendios forestales. Entre tanto, el bifurcado Parque Nacional Kings Canyon, de 722 millas cuadradas, está situado sobre el Parque de las Secuoyas como dos orejas de conejo desiguales: al oeste, una ondulante franja forestal rodea el árbol General Grant y el poblado y el centro para visitantes cercanos; al este, una banda agreste mucho más extensa se centra en torno al cañón Kings propiamente dicho, salpicada de vistas icónicas como la pradera Zumwalt, la cascada del río Roaring y el peñasco Muir Rock. El serpenteante camino panorámico Kings Canyon Scenic Byway conecta las dos secciones atravesando el Bosque Nacional de las Secuoyas adyacente.

A pesar de sus gigantescas atracciones famosas en todo el mundo, los parques nacionales Kings Canyon y Secuoyas permanecen felizmente libres de multitudes casi todo el año. En el 2019, antes de las interrupciones por la pandemia, Secuoyas recibió alrededor de 1.2 millones de visitantes y Kings Canyon apenas unos 630,000. Compara esas cifras con los 4.6 millones que pasaron por el Parque Nacional Yosemite, el parque vecino en las Sierras a unas 40 millas al norte.

spinner image Parque Nacional Kings Canyon
Brian Guiney / Getty Images

Para la guardaparques Rebecca Paterson, “sintonizarte con el paisaje sonoro” es una de las mejores maneras de disfrutar de la naturaleza agreste. “Busca un lugar recóndito, aléjate unos pasos del sendero, siéntate si puedes, cierra los ojos y simplemente quédate en silencio para escuchar los sonidos del parque durante unos minutos”, dice Paterson. “No puedo explicar cuán calmante y placentera es esta experiencia”.

spinner image Mapa muestra la ubicación de los parques nacionales Kings Canyon y Secuoya en California
AARP

​​Datos sobre los parques

Ubicación: zona central de California, a alrededor de 260 millas de San Francisco y 220 millas de Los Ángeles

Superficie: 865,964 acres o 1,353 millas cuadradas

Punto más elevado: monte Whitney, 14,494 pies

Punto más bajo: entrada en la falda de las sierras, 1,370 pies

Millas de senderos: 866

Atracción principal: arboledas de secuoyas con árboles que baten récords

Costo de la entrada: $35 para vehículos privados por hasta 7 días; $30 para motocicletas; $20 para entrar en bicicleta o a pie; $70 para pases anuales

Mejor forma de verlos: en auto o con el servicio de autobús gratuito de los parques (entre mayo y septiembre)

Cuándo visitar para evitar las multitudes: septiembre, después de que las multitudes de verano no están y antes de que comience la nieve

Planea tu visita

Los parques están ubicados en una región relativamente central del estado y a una distancia considerable desde las ciudades principales: alrededor de cinco horas por carretera desde San Francisco o cuatro horas y media desde Los Ángeles. Dependiendo de dónde vengas, tal vez prefieras aprovechar el Aeropuerto Internacional Fresno Yosemite, que está mucho más cerca, a una hora y 15 minutos de la entrada de Kings Canyon sobre la ruta estatal 180. El aeropuerto tiene vuelos directos desde 11 ciudades, entre ellas Dallas, Denver y Las Vegas.

Al planear tu viaje, ten en cuenta que es difícil generalizar sobre las condiciones meteorológicas de esta zona. Hay una diferencia enorme de elevación entre la falda de las sierras en el parque Secuoyas (apenas 1,370 pies), los bosques de gigantescos árboles de ambos parques y el imponente monte Whitney en Secuoyas. Por lo tanto, es común que las temperaturas caigan a 30 grados al ir ascendiendo por los parques. Por suerte, el Servicio de Parques Nacionales (NPS) mantiene un sitio web útil con pronósticos del tiempo para áreas específicas. En la falda de las sierras los inviernos suelen ser más templados y los veranos secos y calurosos, con temperaturas promedio de más de 95 grados en julio y agosto, y temperaturas mínimas promedio en invierno de alrededor de 35 grados. En el bosque Giant Forest del parque Secuoyas y el bosque Grant Grove del parque Kings Canyon, las temperaturas de verano son significativamente más templadas, por lo general alrededor de 75 grados durante el día y más de 50 por la noche. Aunque haga un calor abrasador cuando llegas a los parques (es sabido que puede alcanzar 114 grados), posiblemente necesites un suéter liviano para el momento que estés rodeado de secuoyas. Planea y empaca con esto en mente: lo mejor es vestirse con capas.

Si bien el invierno puede ser tranquilo y los parques se ven magníficos bajo un manto de nieve recién caída, el ritmo es más lento durante esos meses. Varias carreteras, incluida la ruta 180 desde Grant Grove hasta Cedar Grove, los caminos Mineral King y Moro Rock/Crescent Meadow, cierran por condiciones peligrosas y hielo, y muchas opciones de alojamiento del parque también cierran. En este momento, la ruta 180 a Cedar Grove está clausurada en la puerta de acceso Hume hasta la primavera del 2023. Antes de viajar, consulta si hay cierres en la página web del parque.

En general, es conveniente tener vehículo en estos parques. Sin embargo, desde fines de mayo hasta mediados de septiembre, hay un servicio de autobús con rutas gratuitas que cubren las zonas de Giant Forest, el domo granítico Moro Rock, los senderos del árbol General Sherman y el hospedaje Wuksachi Lodge. Mientras tanto, el servicio de autobús Sequoia Shuttle de $20 (hay que reservar) transporta a los visitantes desde la ciudad de acceso de Visalia.

No hay que preocuparse demasiado por el congestionamiento incluso en la temporada alta de verano en julio y agosto. “Evitar las multitudes es cuestión de escoger el momento acertado”, explica Paterson. “Durante la semana es siempre mejor que los fines de semana. Si llegas a la estación de entrada antes de las 9 a.m., habrá mucha disponibilidad de estacionamiento en tu destino”.

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spinner image Wuksachi Lodge
Chris Putnam / Alamy Stock Photo

Alojamiento y restaurantes

La perla más preciada de las opciones de alojamiento por aquí es el Wuksachi Lodge de 102 habitaciones, en el Parque Nacional de las Secuoyas, con un estilo arquitectónico que es “emblemático de los parques nacionales”, gracias a los toques de granito originario de la región, roble, nogal americano y cedro. Ubicado a 2 millas del poblado Lodgepole Village, el hospedaje es el punto de partida perfecto para los senderos que llevan a la pradera Cahoon y a Twin Lakes. Ahora está abierto todo el año, pero las condiciones pueden ser peligrosas en invierno si no estás acostumbrado a conducir en la nieve porque está situado a 7,200 pies de altura. Además, no olvides llevar cadenas para las llantas. Las comodidades en las habitaciones accesibles para huéspedes con impedimentos de movilidad y audición incluyen puertas anchas, alarmas visuales contra incendios y teléfonos con luces parpadeantes.

En el Parque Nacional Kings Canyon, el poblado Grant Grove Village cuenta con dos opciones de alojamiento abiertas por temporada en la sección occidental. John Muir Lodge, de 36 habitaciones (abierto de fines de marzo a fines de octubre), incluye una acogedora chimenea de piedra en el vestíbulo principal donde puedes planear tus aventuras para el día siguiente. La otra opción es Grant Grove Cabins, un conjunto de cabañas de madera y de estilo tienda de campaña, abierto de abril a octubre. Reserva con anticipación y pide la cabaña número nueve, una de las pocas con baño incluido en vez de casa de baños compartidos, un lujo destacado en esas frías noches en la Sierra. El hospedaje John Muir Lodge no cuenta con ascensor, así que se recomienda reservar una habitación en la planta baja para los que tienen problemas de movilidad.

Si prefieres una alternativa menos concurrida, el hospedaje Cedar Grove Lodge de 21 habitaciones está ubicado en la zona oriental agreste y remota del parque Kings Canyon. Abre solo de fines de mayo hasta fines de octubre, una vez que se ha derretido la nieve, pero recompensará a los intrépidos con acceso a los magníficos puntos de interés de la pradera Zumwalt, la cascada del río Roaring y el peñasco Muir Rock.

Además, los parques tienen más de una docena de campamentos, cuatro de ellos abiertos todo el año: Azalea Campground (en inglés), bajo una arboleda perenne cerca de Grant Grove en el parque Kings Canyon; Potwisha Campground, en un área árida y seca de bosques de robles en el parque de las Secuoyas; y los campamentos Lodgepole y South Fork, en una zona remota de la falda de las sierras en Secuoyas. Las áreas de campamento de los parques difieren mucho en cuanto a comodidades, ubicación y popularidad, así que analiza tus opciones antes de ir. Las reservaciones pueden hacerse con un mes de anticipación, aunque también es posible encontrar disponibilidad el día de tu visita. La mayoría de los campamentos tienen algunos sitios accesibles con comodidades como senderos pavimentados hasta los baños y fogatas elevadas para los visitantes con problemas de movilidad.

¿Cuál es la mejor opción para comer? En el restaurante Peaks del hospedaje Wuksachi Lodge, deléitate con abundantes platos como la trucha roja rubí a la sartén y costillas de res estofadas mientras admiras el paisaje de la Sierra. El restaurante también sirve un bufé de desayuno todos los días ($19.95 para adultos). Cerca de ahí, dirígete al Lodgepole Café para comprar comida de pícnic para llevar, como burritos de desayuno y perros calientes.

En el parque Kings Canyon, el restaurante Grant Grove, que abre por temporada, prepara platos como chili con carne y sándwich de trucha. En la otra sección del parque, el Cedar Grove Grill está abierto de mayo hasta mediados de octubre y ofrece hamburguesas y sándwiches sustanciosos de camino a la pradera Zumwalt y a la cascada del río Roaring.

spinner image El General Grant Tree, una secuoya gigante
Ashley Cooper / Alamy Stock Photo

Qué hacer

Visita los gigantescos árboles de los parques. Sabemos a qué has venido: ¡para ver los enormes árboles! Y sin duda verás las majestuosas secuoyas por todas partes, pero hay algunas que son imperdibles. En el Parque Nacional de las Secuoyas, el árbol General Sherman se considera el más grande por volumen y se eleva a 275 pies de altura con un diámetro en la base de 36 pies. Se puede acceder desde dos senderos. Uno corre media milla cuesta abajo desde un estacionamiento; está pavimentado e incluye algunas escaleras, pero regresar cuesta arriba puede ser agotador. Si tienes una placa de estacionamiento para discapacitados, ganarás acceso a un pequeño estacionamiento sobre la ruta Generals Highway que cuenta con un sendero accesible para sillas de ruedas. A unos cinco minutos en auto por el camino en la arboleda Giant Forest Grove, llegarás al Giant Forest Museum (en inglés), que es gratuito y tiene exposiciones informativas sobre este singular paisaje. Desde ahí sale el sendero Big Trees de 1.2 millas, que Paterson identifica como “una excelente opción para los que tienen movilidad limitada”. Es plano, pavimentado y fácil de navegar, con bancos para detenerte a descansar.

En el área Grant Grove del Parque Nacional Kings Canyon, a solo 1.5 millas del centro para visitantes, conocerás al árbol General Grant —conocido como el árbol de Navidad de la nación—, el segundo árbol más grande del mundo, con una altura de 268.1 pies y una base con circunferencia de 107.5 pies. El sendero circular pavimentado de un tercio de milla pasa por un denso conjunto de secuoyas, con atracciones que incluyen el Fallen Monarch, un tronco hueco de secuoya caído tan ancho que se puede atravesar caminando, y la histórica cabaña Gamlin Cabin, que data del año 1872. El sendero tiene carteles informativos táctiles en braille y con ilustraciones en relieve.

Aunque estos “generales” son árboles populares en especial en verano, no te detengas ahí: son excelentes puntos de partida para seguir explorando. “Los visitantes encontrarán muchas oportunidades para admirar la naturaleza a solas con caminar apenas 15 minutos”, dice Paterson. “Las arboledas Giant Forest y Grant Grove tienen millas y millas de maravillosos senderos muy poco concurridos”. En esos senderos, tendrás el tiempo y espacio para entretenerte, disfrutar la fragancia silvestre de los árboles perennes y escuchar el chirrido de las ardillas y el canto de los carpinteros belloteros, las charas crestadas y otros pájaros.

spinner image Moro Rock en el Parque Nacional Secuoya
Giovanni Accetta / Getty Images

Escala Moro Rock. Yosemite tiene Half Dome, y el parque de las Secuoyas tiene Moro Rock. Al igual que su famoso pariente del norte, este domo de granito de topografía dramática invita a los visitantes a llegar a la cima. Aunque escalar Half Dome no es para los miedosos, Moro Rock es alcanzable para los visitantes en estado físico relativamente bueno, capaces de ascender por escaleras empinadas. Un sendero con más de 350 escalones de concreto y piedra conduce a la cima para apreciar un paisaje digno de postal de las sierras y el valle de San Joaquín. La mayor parte del trayecto tiene pasamanos, por lo que si bien impide las caídas por el prodigioso precipicio junto al sendero, no deja de ser un ascenso agotador, agravado por la gran elevación que en la cima alcanza los 6,700 pies. El ascenso puede llevar apenas una media hora, pero hazlo gradualmente y disfruta la experiencia para aclimatar los pulmones al aire enrarecido. En verano, mantén los ojos abiertos y el oído atento para divisar los halcones peregrinos anidando en la roca.

Participa en una cabalgata guiada. Hay dos establos en el parque Kings Canyon. Grove Stables ofrece cabalgatas guiadas de una hora ($60) que pasan por el árbol General Grant y atraviesan una arboleda de gigantescas secuoyas; por otros $40, agrega una segunda hora para ver otra arboleda de secuoyas y llegar al mirador Sequoia Lake. El establo Cedar Grove Pack Station, en las afueras del poblado Cedar Grove Village, también ofrece cabalgatas guiadas de una y dos horas ($60 y $100, respectivamente), pero los jinetes expertos pueden optar por itinerarios de medio día ($175 por cuatro horas) o el día entero ($225 por seis horas).

spinner image Vista de la Vía Láctea un cielo estrellado
Jon Hicks/Getty Images

Observa las estrellas. “Los parques son increíbles al oscurecer, una vez que te acostumbras a la idea”, señala Paterson. Ella sugiere encontrar un espacio bien abierto para admirar las estrellas o tomar fotografías de larga exposición de la Vía Láctea, que describe como “una conmovedora experiencia que te hará sentir más cerca de la naturaleza”. Paterson también recomienda hacer una caminata bajo la luna llena. “Simplemente toma precauciones”, advierte. “Los parques tiene un servicio de comunicación las 24 horas, pero hay menos disponibilidad de asistencia si te encuentras en problemas muy tarde a la noche”. Si prefieres no ir solo, en ocasiones los parques programan caminatas a la luz de la luna guiadas por guardaparques (consulta el calendario de eventos). Estas caminatas nocturnas también son una oportunidad ideal para escuchar el ululato distintivo de los búhos cornudos y los chillidos de los murciélagos en vuelo. Un dato curioso: aunque hay 17 especies de murciélagos que habitan estos parques, solo 3 emiten sonidos que los seres humanos pueden distinguir.

spinner image Vista otoñal de un parque público en el centro de Bakersfield
MattGush/Getty Images

Ciudades aledañas

Si deseas pasar tiempo en las comunidades cercanas a los parques, mantente en la franja a lo largo de la ruta estatal 198 que conduce a la estación de entrada Ash Mountain del Parque Nacional de las Secuoyas. A unas 35 millas al oeste del parque está Visalia, una pequeña ciudad agrícola del valle de San Joaquín con una bella arquitectura (incluida una oficina de correos al estilo art déco), un centro repleto de boutiques y numerosas cervecerías artesanales.

Aún más cerca de la estación de entrada está Three Rivers, un poblado con una sorprendente variedad de negocios salpicados por la falda de las sierras, incluidas tiendas locales como Reimer’s Candies and Gifts (no te pierdas los chocolates con nueces típicos de California), galerías de arte y estudios de artistas, un campo de golf de 9 hoyos y hasta un club de jazz.

De camino

Si vienes en auto desde San Francisco, aminora la marcha para disfrutar la región poco apreciada del valle central. Esta zona agrícola por excelencia del estado cuenta con algunos puntos atractivos inesperados. En el centro recientemente revitalizado de Merced, por ejemplo, encontrarás el nuevo y chic Hotel El Capitan y su restaurante Rainbird con menú de degustación, donde puedes probar platos innovadores como el chawanmushi (natilla de huevo) con ajo verde y kombu rostizado a las brasas. Esta zona también cuenta con excelentes puestos de granja y viñedos rústico-chic.

Desde Los Ángeles, vale la pena parar en Bakersfield, que se destaca por tener el conjunto de restaurantes vascos más grande del país. Establecido en el año 1893 como casa de huéspedes, el Noriega Hotel fue galardonado con el premio America’s Classic de la James Beard Foundation, y es conocido por platos como lengua al escabeche. La ciudad también es la cuna del subgénero musical llamado “sonido Bakersfield”, popularizado por artistas de música country como Merle Haggard y Buck Owens. Aprende más sobre esta ciudad, bautizada la “Nashville del Oeste”, en el museo y sala de conciertos Buck Owens’ Crystal Palace y en el Kern County Museum.

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