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Un escape al valle de Sonoma que vale la pena disfrutar

Vino, comida y mucho por ver y conocer en esta región de California.

Viñedo en el valle de Sonoma, California

Lianne Milton Photography

In English | En otras circunstancias, el imponente panorama del sur del condado de Sonoma hubiera captado toda mi atención. Desde la terraza de una bodega en la cima de una colina, podía ver una exuberante alfombra de enredaderas y uvas maduras extendiéndose hacia las distantes montañas Mayacamas y resplandeciendo en el cálido sol de la tarde.

Pero esta vez, habían dos copas frías de Gloria Ferrer 2011 Brut Rosé que se encontraban en la mesa frente a mí, y me tenían distraída. El vino espumante del color de pálidos diamantes rosados llenaba cada copa con diminutas burbujas. Lo bebimos lentamente. Una excelente manera de iniciar el festival anual Sonoma Wine Country Weekend, que se celebra el fin de semana del Día del Trabajo en Sonoma, California.

Aquí, varias veces he disfrutado bebidas y comidas, mayormente en viajes de un día que hago partiendo desde mi casa en San Francisco, más de una hora al sur de este lugar. Sin embargo, en esta visita contaba con el lujo de tener más tiempo, y con la promesa de disfrutar festividades. Fuimos a un par de eventos de degustación muy concurridos que coincidieron con el fin de semana, y también disfrutamos el ritmo de vida más tranquilo en Sonoma y su ambiente relajado. Exploramos localidades chic del pueblo, visitamos unos cuantos restaurantes y paseamos por la frondosa plaza central y la Misión San Francisco Solano, ubicada más al norte del resto de las capillas históricas franciscanas de California.

Como la mayoría de las personas que visitan durante un fin de semana común de otoño, estábamos aquí por las uvas, y nos pareció apropiado empezar con la bodega de Buena Vista Winery, establecida en 1857 y el primer viñedo de calidad en el estado. En un sendero con aroma a eucalipto que dirigía a la sala de degustación, un letrero citaba el argumento del poeta romano Horacio que dice que "ningún poema ha sido escrito por un bebedor de agua". Tal vez sí o tal vez no. Pero ciertamente el delicioso zinfandel de cepas añejas que probamos pudo haberlo inspirado a escribir algunos versos. El resto de nuestro recorrido también lo hubiera inspirado.

No muy lejos de ahí, en Healdsburg, donde han surgido elegantes restaurantes y boutiques en años recientes, almorzamos en el patio de Bravas Bar de Tapas, disfrutando tranquilamente una sucesión de platillos pequeños como calamar Monterey a la parrilla y una ensalada de durazno y tomate salpicada con trocitos crujientes de jamón español. Al final de la tarde nos dirigimos a la ostentosa bodega de Francis Ford Coppola Winery, sede del evento anual Sonoma Starlight. Una vez ahí, nos unimos a cientos de visitantes para probar las cosechas galardonadas de alrededor del condado, comimos bocadillos gourmet de los mejores restaurantes y lucimos algunos movimientos en la pista de baile al aire libre.

También tomamos un corto desvío de una hora para acudir al evento Taste of Sonoma en el MacMurray Estate Vineyards —que una vez fuera un rancho propiedad del fallecido actor Fred MacMurray y que normalmente se mantiene cerrado al público— donde multitudes felices disfrutaron catas guiadas por sumilleres, demostraciones gastronómicas y otros seminarios culinarios, y vinos de más de 200 viñedos. Más tarde cenamos en el acogedor Harvest Moon Cafe de Sonoma y dimos un tranquilo paseo por la plaza en el cálido aire vespertino.

Durante nuestra última mañana en el área, incluimos una última comida, un desayuno-almuerzo en el Girl & the Fig en Sonoma. No sé si fue el calor del patio iluminado por el sol o el efecto del vino rosado que acompañó a esa ensalada de tomate con sandía, el pan tostado con panceta de cerdo y una tarta de nectarinas en su punto, lo que sí sé es que fue increíblemente difícil regresar a casa.

Consejos de viaje

  • Planea la ruta con anticipación. Crea un itinerario relajado y factible con una combinación de viñedos en diferentes ubicaciones, tamaños y estilos.
  • Reserva espacio en algunas bodegas que solo atienden con cita, tales como Kamen Estate Wines, donde una degustación personal cuesta $80 por persona.
  • Disfruta un festival. Varias bodegas que ofrecen catas gratuitas en un solo lugar te ahorrará tiempo y dinero.

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