Skip to content
 

Cómo luchar contra la discriminación a los trabajadores mayores

Los programas de capacitación son vitales para mantener su aporte a la fuerza laboral.

Arlene Briere, en su casa

Christopher Capozziello

Arlene Briere, de Bridgeport, completó un curso de capacitación financiado en parte por AARP Foundation.

"Soy una trabajadora incansable", dice Arlene Briere. "Me gusta levantarme temprano, sabiendo que tengo un propósito. Disfruto cuando ayudo a la gente".

Pero desde que perdió su empleo debido a los recortes en el departamento de cuentas por pagar/cobrar en un centro de salud en el 2011, Briere, de 54 años, de Bridgeport, no ha vuelto a experimentar esa sensación. Ha tenido una variedad de trabajos temporales, pero incluso esos trabajos se acabaron el año pasado. A pesar de enviar al menos cinco solicitudes de empleo al día, intentar mantenerse al día en sus habilidades y explorar diferentes opciones profesionales, apenas logra conseguir escasamente una entrevista por mes. Hasta ahora, ninguna ha dado resultados.

Briere no puede evitar pensar que su edad es parte del problema, y está empezando a perder la seguridad en sí misma.

"Parece que los puestos de trabajo se otorgan a trabajadores más jóvenes porque trabajan por menos dinero y están recién capacitados. Todo lo que quiero es demostrar que puedo trabajar con la misma intensidad y calidad".

Briere es parte de una tendencia en aumento en Connecticut: las personas mayores desempleadas tienen más dificultades para reintegrarse al mercado laboral. En 1999, el 2.3% de los residentes del estado en edades de 45 a 54 años y el 2.1% en edades de 55 a 64 estaban desempleados; hoy día esas cifras son el 6.6% y el 6.1%, respectivamente.

"El desempleo no es necesariamente mayor para el trabajador maduro, pero entre las personas que han estado desempleadas más de un año, casi el 50% suelen ser trabajadores mayores. Cuando quedan desempleados, les cuesta volver a encontrar trabajo", dijo Tom Long, vicepresidente de comunicaciones y desarrollo de WorkPlace, un grupo que ayuda a las personas a prepararse para la vida profesional.

WorkPlace, con sede en Bridgeport, opera Platform to Employment (P2E), un programa nacional para personas que han estado desempleadas por mucho tiempo que recibe financiación parcial de AARP Foundation. P2E ofrece evaluaciones de habilidades, talleres para preparación profesional, programas de asistencia para empleados, asesoramiento y más. Después de cinco semanas de trabajo en el salón de clases, los participantes reciben ayuda para encontrar empleo en compañías locales.

Un doble golpe

Ellen G. Cartledge, administradora de programas de Jewish Employment Transition Services, parte de Jewish Family Services of Greater Hartford, señaló que el problema es un efecto por duplicado.

"Los trabajadores maduros tienden a ser despedidos con más frecuencia en este entorno... ya que cuestan más", dijo Cartledge. "Entonces, se les contrata menos debido a las muchas percepciones erróneas que existen acerca de los trabajadores mayores". Algunas de esas percepciones erróneas son: los trabajadores mayores no se pueden capacitar tanto, son menos creativos y no les interesa la tecnología o los medios sociales.

"Se les considera 'animales de costumbres', que no tienen flexibilidad. Existen preocupaciones acerca de la energía física o de que estos trabajadores dejen el empleo tan pronto surja algo mejor. Estas son percepciones, y no creo que sean precisas", comentó.

En diciembre, un panel de la asamblea general del estado —con la participación de AARP Connecticut— ofreció 16 recomendaciones a la legislatura. Entre ellas:

  • La Connecticut Employment and Training Commission (comisión de empleo y capacitación de Connecticut) debería coordinar una campaña de empleo para trabajadores mayores.
  • Debería prohibirse que los empleadores exijan a los solicitantes estar empleados actualmente.
  • La Plus 50 Initiative (Iniciativa para Mayores de 50) —que invierte en programas para actualizar las habilidades de estudiantes mayores o que cambian de profesión— debería ampliarse de tres a los 12 institutos universitarios comunitarios del estado.

AARP Connecticut apoya la legislación para implementar las recomendaciones, señaló la directora del estado, Nora Duncan.

"Anticipamos que las preocupaciones de los trabajadores mayores que sufren de desempleo y subempleo serán un tema de interés en el ciclo de elecciones en el 2014", señaló Duncan. "AARP Connecticut coordina con socios comunitarios, legisladores estatales y la oficina del gobernador para ayudar a los trabajadores mayores y a los que llevan mucho tiempo desempleados a que regresen al trabajo".

Briere ha recuperado un poco la esperanza a través de su participación en el programa Platform to Employment. "He recuperado la confianza y la motivación para seguir buscando", comentó. "Quiero trabajar, necesito trabajar".


Beth Levine es una escritora independiente que vive en Stamford, Connecticut.