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Qué hacer si eres hostigado en el trabajo

Una de cada 3 personas ha sido molestada en el trabajo. Esto es lo que puedes hacer para protegerte.


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El hostigamiento en el trabajo es común. Maneja el hostigamiento y acoso laboral como es debido.
Jetta Productions/Blend Images LLC

La noticia de un presunto acoso de jugadores del equipo de fútbol Miami Dolphins contiene una lección: el hostigamiento (o bullying) no es cosa solo de niños en edad escolar. Se ha generalizado en muchos lugares de trabajo, independientemente del rubro.

Según el Workplace Bullying Institute (Instituto de Acoso Laboral) con sede en Bellingham, Washington, un tercio de los encuestados afirman haber sido acosados en su trabajo. La mitad de las organizaciones encuestadas por la Society for Human Resource Management (SHRM, Sociedad para la Administración de Recursos Humanos) informó incidentes de hostigamiento en sus lugares de trabajo. Y no suele provenir de algún mal jefe del que a todos nos gusta quejarnos: el 82% de los incidentes de acoso en el lugar de trabajo se dio entre personas de igual rango laboral.

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El problema asume muchas figuras y formas. Puede tratarse de abuso verbal proveniente de un compañero de trabajo, como groserías o intimidación, comentarios sarcásticos o provocaciones incesantes. Podría ser que alguien se adjudica el crédito de tu trabajo o intenta hacer que parezcas incompetente. Si el problema es el jefe, el hostigamiento puede significar gritos, críticas constantes, la generación de expectativas imposibles, y la alteración de esas expectativas a último momento para evitar que logres tus metas.

Y sí, el hostigamiento ocurre a través de la tecnología, por ejemplo, en Facebook y otras redes sociales. Esta clase de hostigamiento representó uno de cada cinco incidentes, según la encuesta de la SHRM.

Tal vez te sorprenda enterarte de que el acoso laboral no es, en realidad, ilegal (si bien se ha propuesto legislación al respecto en 25 estados). Por lo cual, hablar podría ser complicado. ¿A quién hablarle: al que hostiga, al jefe o al personal de Recursos Humanos? ¿Cuáles son las posibles repercusiones de hablar al respecto?

Te enseñamos cinco cosas que puedes hacer para manejar una situación difícil en el trabajo.

1. Evalúa la situación

Haz un examen de conciencia para estar seguro de que tú estás limpio. ¿Tu trabajo realmente es lo máximo? ¿Tu actitud es positiva? Poder contestar sí te será de enorme ayuda si decides hacer pública tu queja.

Piensa si estás haciendo algo para generar el mal comportamiento. Enfréntalo, podrías tener algo de responsabilidad en el asunto. Asegúrate de que no estás siendo demasiado susceptible respecto de cosas que probablemente deberías dejar que te resbalen.

Otro tema por considerar es si alguien más está recibiendo el mismo trato indigno.

Por último, pregúntate si el problema empezó cuando alcanzaste “una cierta edad”. Si está relacionado con la edad, tendrás derechos especiales contemplados en leyes federales.

Si necesitas descargarte o recibir consejos, sé discreto y habla con alguien que no esté vinculado con tu lugar de trabajo. No querrás ser el que alimenta los rumores.

“Elige tus momentos con cuidado”, aconseja George Schofield, experto laboral y autor de After 50 It's Up to Us (Después de los cincuenta, depende de nosotros). “Decide cuándo es preciso que te defiendas y cuándo simplemente no vale la pena”. Resulta que no informar es una decisión común: cerca del 43% de las víctimas de hostigamiento afirmaron no haberlo informado a nadie en la organización, según la encuesta de la SHRM.

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2. Documéntalo

Escribe lo que está ocurriendo: horarios, fechas y lugares. Este diario debería registrar en detalle el comportamiento volátil específico y explicar qué lo generó, y tus recomendaciones sobre cómo podría manejarse mejor la próxima vez, afirma Schofield: “No alcanza con un listado de agravios solamente”. Conserva tu registro en un lugar seguro, como podría ser la computadora de tu hogar en lugar de la de tu trabajo.

3. Habla con la persona que te hostiga

Solo si te sientes confiado y físicamente seguro, mantén una charla personal con la persona que te está hostigando. Sé positivo y haz tu mejor esfuerzo por ser cordial. Explícale con calma que no está bien que te trate así. Es posible que la persona no sea consciente de que lo que está haciendo te molesta, y que se disculpe y dé marcha atrás. Necesitas agallas. Pero no está entre los requisitos de tu trabajo el que debas aceptar un comportamiento grosero o exigencias laborales irracionales.

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4. Dirige tu queja a una autoridad superior

Los que hostigan pueden ser tenaces e irracionales, por lo que tal vez tengas que recurrir a la artillería pesada. Tu primera línea de defensa es conversar con tu supervisor, suponiendo que no sea el culpable. Pero puede ocurrir que debas dirigirte a Recursos Humanos.

Muchos empleadores son plenamente conscientes de que el hostigamiento laboral puede bajar la moral y aumentar la rotación de empleados. Ambas repercusiones pueden aumentar los costos y disminuir las ganancias, algo que muy importante para una organización.

No es de extrañar que, si bien el hostigamiento no es ilegal, la encuesta de la SHRM arrojara que el 43% de los empleadores aplicaban alguna política contra esta práctica y que el 13% planeaba instaurarla. En general, está inserta en el manual o código de conducta de los empleados. Muchos lugares de trabajo establecen clases obligatorias que enseñan a sus empleados a reconocer el acoso. Por lo general, los empleadores responden a los alegatos de hostigamiento verosímiles con acciones obligatorias estilo reasignación o capacitación para controlar el enojo. La suspensión o el despido son un último recurso.

Si elevas tu queja a tu jefe o a Recursos Humanos, enmárcala como algo constructivo, no quejoso. Sí, es un agravio emocional, pero debes argumentar un caso objetivo sobre el costo que conlleva el hostigamiento para la organización. Apela a cuestiones de fondo: facturación, ausentismo y litigio. Reúne toda tu documentación. Describe lo que está ocurriendo con preciso detalle y explica cómo la situación se está cobrando tu capacidad de realizar tu trabajo.

“Evita quedar atrapado en la trampa del bueno contra el malo”, explica Schofield. “Recuerda que siempre hay múltiples puntos de vista... Concéntrate en la solución potencial en vez de en el problema”.

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Si has llegado a la conclusión de que estás siendo hostigado o de que estás siendo acosado por un jefe o por tus compañeros de trabajo después de haber alcanzado una edad clave, o si observas que otros trabajadores mayores también son blanco de las mismas conductas, deberías informar al departamento de Recursos Humanos de tu empleador de inmediato, indica Donna Ballman, abogada laboral y autora de Stand Up for Yourself Without Getting Fired: Resolve Workplace Issues Before You Quit, Get Axed, or Sue the Bastards (Defiéndete sin ser despedido: Resuelve las cuestiones laborales antes de renunciar, marcharte o demandarlos).

 

Deberías denominar tu presentación “Queja formal de acoso basado en la edad”. Debería indicar cómo tú (y otros empleados mayores, si los hubiera) que estás siendo blanco de un trato diferente del de los empleados más jóvenes, explica Ballman. Pide a tu empleador que actúe con prontitud para corregir la situación. De no haber acción correctiva o si eres blanco de represalias, podría ser momento de conversar con un abogado laboral o con la U.S. Equal Employment Opportunity Commission (Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo de Estados Unidos). Las quejas sobre discriminación por edad están protegidas por ley contra las represalias.

Las quejas sobre discriminación por motivo de raza, sexo, origen nacional y otras condiciones también están protegidas contra las represalias. Si tu situación no atraviesa ninguna de estas líneas legales —en otras palabras, si no estás siendo blanco de hostigamiento por esos motivos—, Ballman sugiere que encuentres otros empleados que también estén viéndose afectados, y que eleves tu queja en tu nombre y en el de ellos. “En tanto quejarte solo y solamente por ti puede no contar con protección contra las represalias, una vez que actúas en nombre de otros, pueden contar con protección legal”, afirma.

En caso de que tu empleador actúe contra ti en represalia por haber elevado una queja, puedes informarlo a la National Labor Relations Board (Junta Nacional de Relaciones Laborales) si eres un trabajador que no desempeña labores de supervisión en una empresa privada.

5. Elabora un Plan B más temprano que tarde

La desagradable verdad es que muchos empleados que se ven atrapados en un escenario de hostigamiento terminan trasladándose a otro departamento dentro de la organización o yéndose. “No tienes que cambiar de trabajo o de empleador pronto, pero esperar para elaborar un Plan B cuando ya no te queda más tiempo es una manera bastante frágil de abordar la cuestión”, dice Schofield.

No digas nada en tu lugar de trabajo acerca de que estás en la búsqueda; ponte en marcha y actualiza tu currículum vitae. Aumenta tu empleabilidad y actualiza y expande tus aptitudes. La Plus 50 Initiative (Iniciativa para Mayores de 50) de la American Association of Community Colleges (Asociación Americana de Colegios Comunitarios) apunta a estudiantes mayores de 50 años. La mayoría de los colegios y las universidades también ofrecen educación a distancia y programas para adultos, y ha habido una explosión de programas educativos en línea, como Coursera.

Y no hay momento como el presente para, sutilmente, recurrir a tu red de contactos profesionales. Vuelve a conectarte con tus amigos y colegas mediante almuerzos, cafés y redes sociales como LinkedIn y Facebook. Asiste a reuniones de tu rubro o de exalumnos para establecer contactos. A esta altura, no estás pidiendo a las personas con quienes te reúnes ayuda para obtener trabajo. Pero nunca sabes dónde podrías enterarte de esa pista que te podría ayudar.

Kerry Hannon, experta de AARP en trabajo, se especializa en segundas carreras y es autora galardonada. Su último libro se titula Great Jobs for Everyone 50+: Finding Work That Keeps You Happy and Healthy… and Pays the Bills.

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