8 lesiones sorprendentes que ocurren durante las fiestas

Las caídas desde gran altura pueden causar lesiones como fracturas, hemorragias internas (sobre todo si tomas anticoagulantes) o lesiones en la columna vertebral.

Consejos preventivos: si utilizas una escalera, asegúrate de que esté apoyada en una superficie nivelada y firme, pide a otra persona que sujete la escalera, no te inclines demasiado hacia un lado y evita pisar los tres peldaños superiores. Si quieres colocar luces en el tejado, considera la posibilidad de encargar esa tarea a un familiar más joven o a un profesional.

3. Ataques cardíacos

Ejemplo: un hombre de 75 años sintió dolor en el pecho mientras sacaba los adornos navideños del ático.

Un estudio que se publicó en la revista Circulation (en inglés) indicó que en Navidad (25 de diciembre) se producen más muertes por causas cardíacas que en los demás días del año. Los siguientes días más fatídicos son el 26 de diciembre y el 1.º de enero.

Los investigadores no tienen claro el motivo del aumento de los infartos mortales durante la última semana del año, pero sospechan que se debe a que las fiestas son un momento estresante, en el que una gran cantidad de personas ingieren comidas abundantes, abandonan su rutina o descuidan sin querer su medicación.

También es posible que se esfuercen más de lo que acostumbran, ya sea al colocar los adornos, al prepararse para celebrar una reunión o al quitar nieve con una pala.

“Durante las fiestas, las personas suelen excederse. Comen y beben más de lo habitual. Pueden realizar más actividades de lo normal”, explica Waters. “Todo eso puede producir más estrés en el corazón y el sistema circulatorio”.

Consejos preventivos: celebra con moderación, controla el consumo de sal y dedica tiempo a cuidarte durante este intenso momento del año. Además, debes reconocer los síntomas de un ataque cardíaco y no dudar en llamar al 9-1-1 si tú o un familiar sienten alguno de ellos.

4. Cortes al abrir un regalo, podar un árbol o trocear carne asada, pavo o jamón

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Ejemplo: una persona de 34 años se cortó accidentalmente el pulgar con un cuchillo mientras abría un regalo de Navidad.

Con tantos regalos que se compran por internet y llegan en cajas de cartón, una trincheta, una navaja multiuso o unas tijeras pueden resultar muy útiles. Estas herramientas también pueden ayudarte a podar el árbol, cortar el asado de costilla de la comida de Navidad o hacer palanca para abrir los envases de plástico que aún envuelven algunos artículos. Sin embargo, un solo desliz puede causarte graves lesiones en la mano.

La encuesta de ValuePenguin indica que los cortes que se producen al abrir o envolver regalos son las lesiones más frecuentes, y representan el 13% de las que se producen durante las fiestas.

Los adultos mayores deben tener más cuidado porque sus aptitudes motrices pueden no ser tan buenas como antes, señala Williams. Además, tienen la piel más fina y delicada.

Consejos preventivos: utiliza una hoja afilada porque será más fácil de controlar. Procede con calma, mantén la otra mano alejada de la zona en cuestión y corta con la hoja en dirección opuesta al cuerpo.

5. Impactos con corchos de champán

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Ejemplo: un hombre de 42 años que abría una botella de champán recibió un golpe en el ojo cuando el corcho salió disparado.

Según la American Academy of Ophthalmology, un corcho de champán que sale despedido de la botella se desplaza a una velocidad de hasta 50 millas por hora, suficiente para romper vidrios.

Si golpea a alguien en el ojo, puede causar hemorragias, abrasión de la córnea y lesiones oculares graves, indica Waters. “Las personas empujan [el corcho] con el pulgar y este sale volando por la habitación”, explica. “Eso es peligroso, ya que el corcho se convierte en un proyectil”.

Consejos preventivos: para abrir una botella de champán sin riesgos, apunta con la botella en dirección contraria a los demás. Luego coloca una servilleta o una toalla sobre la parte superior, y sujeta firmemente el corcho mientras giras levemente la base de la botella.

6. Incendios de árboles de Navidad, con velas o en la cocina

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Ejemplo: cuando una vela prendió fuego a un árbol de Navidad artificial, un hombre intentó apagarlo con los pies, lo que le produjo quemaduras en los pies y en la parte inferior de las piernas.

Si bien los incendios de árboles de Navidad son poco frecuentes, cuando se producen suelen ser graves, según la National Fire Protection Association. Casi la tercera parte de los incendios de árboles de Navidad que ocurren en el hogar se deben a problemas eléctricos. Otro 20% suceden porque se coloca una fuente de calor demasiado cerca del árbol.

La cantidad de incendios producidos por velas también es alta en este momento del año, ya que el 22% ocurren en diciembre o enero. Y los incendios en la cocina ocurren con más frecuencia en las fiestas, porque los cocineros tienden a distraerse cuando la cocina está llena de invitados durante una reunión festiva. La comida que se deja en la estufa es la causa principal de los incendios que se producen en la cocina.

Consejos preventivos: si tienes un árbol natural, riégalo todos los días, porque las agujas y la madera secas se prenden fuego con más facilidad. Revisa los cables de las luces para ver si están desgastados o pelados antes de colocarlas en el árbol, y asegúrate de no sobrecargar los tomacorrientes. En cuanto a las velas, mantenlas a la vista y lejos de objetos inflamables. Cuando salgas de casa, apaga las velas y las luces navideñas. Asegúrate también de que funcionen los detectores de humo.

7. Intoxicaciones por alimentos

Las bacterias se multiplican cuando los alimentos permanecen expuestos demasiado tiempo en las reuniones festivas, y son causa de intoxicación alimentaria en quienes los consumen.

También te puedes enfermar por comer masa cruda para galletas que contenga harina o huevos contaminados, o por consumir alimentos festivos como ponche de huevo o salsa holandesa elaborados con huevos crudos que no estén pasteurizados, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

Los adultos mayores corren un mayor riesgo de intoxicarse con alimentos porque su sistema inmunitario y sus órganos no reconocen ni eliminan los gérmenes nocivos tan bien como antes, según afirman los CDC. Casi la mitad de las personas de 65 años o más que se enferman por salmonela, campylobacter, listeria o E. coli son hospitalizadas.

Consejos preventivos: cocina bien los alimentos (utiliza un termómetro culinario), y refrigera los alimentos perecederos al cabo de dos horas. Utiliza huevos pasteurizados para las comidas que lleven huevos crudos. Para conocer más consejos de prevención alimentaria, lee estas formas de almacenar y consumir las sobras de las fiestas sin riesgos.

8. Niños o adultos que ingieren objetos que no deberían

Ejemplo: una mujer reportó que se despertó y encontró a un niño de 4 años en la encimera de la cocina comiendo galletas de marihuana que había escondido en una caja navideña detrás de otros objetos.

Levine comenta que ha observado varios casos de abuelos que comieron accidentalmente brownies o gomitas de marihuana que pertenecían a sus hijos o sus nietos. “Llegan mareados, pensando que están sufriendo un derrame cerebral”, señala. “Si estás en casa de otra persona, asegúrate de saber lo que comes”.

Trágicamente, los juguetes pueden ser mortales para los niños. Un informe de la CPSC encontró que hubo 11 muertes y aproximadamente 145,500 lesiones atendidas en los departamentos de emergencia en 2022 asociadas con juguetes para niños de 12 años o menos. La mayoría de las muertes por juguetes se deben a asfixia con piezas pequeñas, pelotas o globos.

Otra situación frecuente durante las fiestas es que los niños pequeños ingieren objetos no comestibles que pueden ser peligrosos, como partes pequeñas o punzantes de juguetes, baterías de botón o imanes. La CPSC emitió una advertencia esta semana contra juguetes con imanes de alta potencia porque los niños corren el riesgo de sufrir lesiones o morir si se tragan los imanes.

Lo más peligroso que puede ingerir un niño son los medicamentos para adultos, y ocurre con frecuencia, según Levine. Para los niños, los medicamentos son tentadores porque son pequeños, redondos y de colores, como los dulces.

“Los abuelos se quedan en casa de sus nietos, y como están acostumbrados a estar solos, dejan los medicamentos en la encimera o en la mesita de noche, como suelen hacer. Y luego vemos que los niños consumen esas pastillas”, dice Levine.

Consejos preventivos: guarda los juguetes con baterías de botón, los imanes y las piezas pequeñas. Almacena los medicamentos en recipientes a prueba de niños, fuera de su alcance. Si sospechas que un niño puede haber ingerido algo peligroso, llama al centro de toxicología al número 800-222-1222.