Vida Sana

Dormir mal está vinculado a la mala salud
La falta de sueño o el sueño interrumpido no solo afecta el estado de ánimo y la memoria, sino que los estudios sugieren que dormir mal desencadena una serie de problemas. Algunos de los posibles problemas más graves relacionados con la privación crónica del sueño son presión arterial alta (en inglés), diabetes, ataques al corazón, insuficiencia cardíaca, derrames cerebrales y una mayor probabilidad de accidentes automovilísticos. Los estudios también vinculan dormir mal con la obesidad, la depresión, la reducción de la función del sistema inmune, mayores niveles de estrés y la disminución del deseo sexual.
El sueño está vinculado de manera inseparable a nuestra actitud mental. El insomnio y la depresión, en particular, operan en ambas direcciones. El insomnio es un síntoma de depresión, pero varios estudios también han demostrado que el insomnio puede predecir el comienzo de la depresión, indica Troxel. Según la Sleep Foundation (en inglés), el 40% de las personas con insomnio también pueden tener un trastorno de salud mental, y el 75% de las personas con depresión tienen insomnio.
A medida que envejecemos, el insomnio es más frecuente. Un estudio publicado en la revista Current Geriatric Reports (en inglés) reveló que hasta el 75% de los adultos mayores experimentan síntomas de insomnio.
Dormir mal incluso un par de noches causa estragos a la salud, como hemos descubierto muchos de nosotros a través de la experiencia. Dormir mal a menudo tiene como consecuencia irritabilidad, somnolencia, falta de concentración y estados de ánimo volátiles.

Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP
A continuación, te ofrecemos algunos consejos sorprendentemente eficaces que te proporcionarán la ayuda adicional que necesitas para un sueño reparador.
1. Preocúpate de manera estratégica
La preocupación es un grave obstáculo al sueño. Muchos expertos en trastornos del sueño dicen que la preocupación tiene su lugar en nuestra vida, pero no a la hora de dormir. Se podría definir el insomnio como la venganza de la mente por los pensamientos que te esforzaste por evitar durante el día. Wendy Troxel, científica social y del comportamiento sénior en Rand Corp. y autora de Sharing the Covers: Every Couple’s Guide to Better Sleep, recomienda programar un ejercicio de preocupación para ayudar a aplacar los temores perturbadores. “Pienso en ello como una descarga de preocupaciones”, observa. “El ejercicio implica dedicar 15 minutos, varias horas antes de dormir, durante los cuales le permites a tu cerebro dar rienda suelta a todos los pensamientos y las preocupaciones que te vienen a la mente. Escríbelos, haz listas, piensa en la ropa que olvidaste recoger en la tintorería, el trabajo que aún te queda por hacer, las fechas de entrega que se aproximan, las citas médicas que hay que hacer. Deja volar con entera libertad tus pensamientos durante esos 15 minutos”. Una vez que suene la alarma del cronómetro, indica Troxel, cierra el libro del ejercicio de preocupación, de manera tanto literal como metafórica. El ejercicio de preocupación reemplaza el hábito de preocuparse en la cama, y le da al cerebro la oportunidad de experimentar la preocupación durante un momento más productivo del día. Más tarde, añade Troxel, repasa la lista y toma acción al completar tareas y tacharlas de la lista.
2. Compartir, para tal vez dormir
Troxel señala que las relaciones y el sueño saludables son buenos aliados. “Cada compañero desempeña un papel de gran importancia en el apoyo de la salud del sueño de su pareja”, explica. Estar bien descansados, escribe, nos permite ventilar nuestras diferencias de manera más productiva y amar más plenamente. Troxel anima a las parejas a pasar tiempo juntas por la noche, a relajarse juntas, porque compartir ese sentido de conexión a menudo es de por sí reconfortante. “Las parejas también desempeñan un papel muy importante en regular el horario mutuo; tener una rutina constante y habitual para acostarse y levantarse es de suma importancia para el sueño saludable, en particular a medida que envejecemos”, indica Troxel.
También te puede interesar