Vida Sana
¿La falta de energía te quita las ganas de hacer ejercicio, en especial durante los meses calurosos? Puede que el problema no sea el calor sino lo que consumes —o no consumes— antes y después de una sesión de ejercicios.
Por supuesto, la hidratación es clave. "Cuando se trata de adultos activos de 50 años o más, les recomiendo entre 8 y 16 onzas de agua por cada 20 minutos de ejercicios", dice Robert Ferguson, nutricionista que trabaja en el National Medical Association President's Task Force on Obesity (Grupo de Trabajo del Presidente sobre la Obesidad de la Asociación Médica Nacional), además de ser director ejecutivo de Diet Free Life.
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Antes de ejercitarte
1. Café: una taza de café puede aumentar tu resistencia, que es justo lo que necesitas para sostenerte durante esa clase de entrenamiento de fuerza o esa caminata más larga. Los estudios demuestran que el café en cantidades moderadas puede ayudar a prevenir un derrame cerebral y a reducir el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer.
2. Té con miel: ¿no te gusta el café? Añade una cucharada de miel a una taza de té con cafeína para obtener ese impulso de energía mientras te ejercitas.
3. Jugo de zanahoria: gracias a su contenido alto de glucosa, entre 8 y 12 onzas de este jugo te mantendrá con energía; además, los estudios demuestran que las zanahorias ayudan a combatir la osteoporosis.
4. Barras de energía: la variedad es interminable, pero prueba alguna que haya sido endulzada con azúcar de caña.
5. Banana pequeña: esta opción tan popular tiene un contenido alto de glucosa, el cual ayuda con la función cerebral, además de proporcionarte energía.
Después de ejercitarte
Asegúrate de que tu comida después de ejercitarte incluya proteínas, carbohidratos y verduras.
¿Por qué proteína? Por lo menos 15 gramos, o digamos una pechuga de pollo de entre 4 y 6 onzas, le servirá de alimento a tus músculos y te ayudará a recuperarte, además de sentirte satisfecho.
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