Regatea el precio de tu seguro de salud

Medicamentos

Ahorra más todavía con genéricos. No sorprende que los medicamentos genéricos —ya sea de productos recetados o de venta libre— sean menos caros que sus contrapartes de marca. Pero puedes ahorrar más todavía si evitas las farmacias “tradicionales”. En todo el país, al menos 60 cadenas —supermercados y grandes tiendas como Walmart, Target y otros minoristas— venden genéricos y cobran apenas $4 por un suministro para 30 días o $10 por uno para tres meses. Eso es menos que los copagos contemplados en muchas pólizas de seguro, explica Richard J. Sagall, M.D., quien dirige NeedyMeds.org (en inglés), un sitio web que ofrece información sobre programas de medicamentos recetados sin costo o de bajo costo. Algunas de estas tiendas también ofrecen, sin costo ni restricciones, antibióticos, tanto para uso humano como en mascotas, en la esperanza de que esas “ofertas especiales” atraigan al consumidor y este termine comprando todos sus medicamentos en sus farmacias.

Infórmate sobre la tarjeta de descuentos del fabricante. Para medicamentos que no tienen un equivalente genérico, o para pacientes que no pueden tomar el genérico (los componentes activos son los mismos, pero los rellenos pueden diferir), consulta a tu farmacéutico por las “tarjetas de descuentos” de los fabricantes.

Con estos programas, tal vez puedas acceder a descuentos adicionales del fabricante sobre medicamentos de marca. Según Tiffany Ngo, farmacéutica de Fairfax, Virginia, ello dependerá mucho de tus ingresos, las normas del seguro y otros factores. “El programa no es válido para pacientes que tengan Medicare, Medicaid o cualquier otro seguro federal o estatal”, explica. “Pero es una excelente manera de que el paciente ahorre dinero en medicamentos de marca; siempre verifica si hay descuentos del fabricante antes de comprar tus medicamentos.

Para los menos costosos genéricos, las tarjetas de seguro de las tiendas pueden permitir grandes ahorros. Pregunta siempre al personal de la farmacia por oportunidades para ahorrar dinero”, agrega Ngo. También visita el sitio web Partnership for Prescription Assistance para determinar si eres elegible para otros programas que ofrecen medicamentos sin costo o a bajo costo.

Pídele a tu médico que te recete para 90 días. El copago podría ser el mismo que para un suministro para 30 días, y estas mayores cantidades se tornan rutinarias cuando los medicamentos te son enviados por correo por un prestador asociado con tu asegurador.

Negocia. “Una gran parte del costo no corresponde necesariamente al medicamento, sino a su despacho, y los precios pueden variar enormemente de una farmacia a otra”, dice Sagall. “Si vas a pagar en efectivo, haz algunos llamados y es posible que encuentres los mismos productos por mucho menos a la vuelta de la esquina. Luego, llama a otros y pregúntales: ‘¿Puedes mejorar esta oferta?’”

Ahorra fraccionando. Las medicaciones que vienen “ranuradas” a menudo pueden partirse en mitades, otorgándote el doble de tabletas por el mismo costo, sostiene Sagall. Para medicamentos que pueden partirse, pregúntale a tu medico si es seguro prescribir el doble de tu dosis recomendada (por ejemplo, una estatina de 20 miligramos si necesitas 10 miligramos) y tomar medio comprimido por día. No obstante, ten en cuenta que la mayoría de los fármacos encapsulados o de “liberación prolongada” no deberían fraccionarse.

Otras opciones

Como parte del programa federal de estímulo económico, a los médicos se les otorgaron incentivos financieros por utilizar historiales médicos electrónicos (EHR, por sus siglas en inglés), además de tener que cumplir otras condiciones.

Según Williams, este dinero, denominado de “uso significativo”, va a los médicos que no solo usan y comparten EHR, sino que también se comunican con sus pacientes por correo electrónico a través de portales para pacientes —generalmente sin costo—, nuevamente, para evitar visitas innecesarias al consultorio. Actualmente, alrededor de uno de cada tres médicos brindan asesoramiento o consejo por correo electrónico, aunque estudios realizados sugieren que, dentro de los tres años, serán mayoría los médicos que asesoren electrónicamente al paciente.

Visita ClinicalTrials.gov (en inglés), operado por los U.S. Nacional Institutes of Health (NIH, Institutos Nacionales de la Salud de EE.UU.), para ver si reúnes los requisitos para participar en un ensayo clínico. No solo contribuirás con algún estudio médico importante, sino que, por lo general, el tratamiento y los medicamentos son gratis, y, en algunos casos, el paciente recibe una remuneración por su participación.

Si no tienes seguro, tu cobertura es insuficiente o tienes seguro, pero enfrentas determinados niveles de ingresos, verifica los centros de salud de la Health Resources and Services Administration (HRSA, Administración de Recursos y Servicios de Salud). El departamento de salud de tu localidad o este sitio web operado por el U.S. Department of Health and Human Services (Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU.) pueden ayudarte a encontrar estas clínicas de salud de bajo costo en tu zona.