Javascript is not enabled.

Javascript must be enabled to use this site. Please enable Javascript in your browser and try again.

Skip to content
Content starts here
CLOSE ×

Buscar

Leaving AARP.org Website

You are now leaving AARP.org and going to a website that is not operated by AARP. A different privacy policy and terms of service will apply.

¿Podría usarse Viagra para prevenir el mal de Alzheimer?

Los expertos exploran el posible efecto del fármaco en la forma más común de demencia.


spinner image Viagra en su empaque
SAVUSHKIN / GETTY IMAGES

No es inusual que los científicos busquen nuevos usos de medicamentos que ya existen en el mercado para tratar otras enfermedades. Un ejemplo: varios investigadores han estado averiguando si un medicamento comúnmente recetado para tratar la disfunción eréctil podría ayudar a prevenir y tratar la enfermedad de Alzheimer.

Los resultados han variado drásticamente a medida que las investigaciones en curso revelan nueva información. La evidencia sugiere que el medicamento podría ser eficaz debido a que mejora el flujo sanguíneo en el cerebro y posiblemente de otras maneras.

spinner image Image Alt Attribute

Membresía de AARP: $12 por tu primer año cuando te inscribes en la renovación automática.

Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP

Se acumula la evidencia

Primero, un estudio encabezado por expertos de Cleveland Clinic halló que tomar sildenafilo (cuyo nombre comercial es Viagra) podría reducir drásticamente el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer (en inglés), aunque los autores dijeron que es necesario realizar más investigaciones. El sildenafilo, aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en 1998, también se usa para ayudar a las personas con hipertensión pulmonar a hacer ejercicio con mayor comodidad.

En el estudio, publicado en el 2021 en la revista Nature Aging, los investigadores analizaron reclamaciones de seguros médicos presentadas por más de 7 millones de personas, y hallaron que quienes habían usado sildenafilo fueron un 69% menos propensos a desarrollar Alzheimer luego de seis años de seguimiento, en comparación con quienes no habían usado el fármaco. Como dato de interés adicional, el estudio halló que el uso de sildenafilo redujo la probabilidad de sufrir Alzheimer tanto en personas con enfermedad coronaria, hipertensión y diabetes tipo 2 —todas ellas enfermedades asociadas con un mayor riesgo de Alzheimer— como en quienes no sufrían estos trastornos de alto riesgo.

Utilizando una compleja red de metodologías, el equipo del estudio revisó una base de datos de 1,608 fármacos aprobados por la FDA que podrían ser agentes de prevención o tratamientos eficaces para la enfermedad de Alzheimer, basándose en su capacidad de interactuar con proteínas claves que desempeñan un papel en la creación de las placas amiloides y los ovillos de tau, dos características distintivas de la enfermedad. El sildenafilo se destacó como líder. En el estudio se investigaron también otros fármacos, entre ellos el diltiazem y el losartán (utilizados para tratar la hipertensión) y la glimepirida y la metformina (utilizadas para tratar la diabetes). En comparación directa con usuarios de estos fármacos, las personas que tomaron sildenafilo tuvieron un riesgo entre un 55 y un 65% menor de desarrollar Alzheimer.

Feixiong Cheng, investigador en el Genomic Medicine Institute de Cleveland Clinic y coautor del estudio, advierte que los hallazgos destacan un vínculo, pero no prueban una conexión causal.

Más recientemente, un estudio publicado en una edición del 2022 de la revista Brain Communications —parte del estudio de los Institutos Nacionales de la Salud sobre la reutilización de medicamentos eficaces para la enfermedad de Alzheimer (DREAM)— contradijo esos hallazgos prometedores. El estudio utilizó datos de dos grupos de beneficiarios de Medicare con hipertensión arterial pulmonar. Casi 10,000 personas estaban recibiendo tratamiento con una clase de medicamentos llamados inhibidores de la fosfodiesterasa-5, incluidos el sildenafilo y el tadalafilo (Cialis), y un grupo comparativo de poco más de 3,000 personas tomaban otros medicamentos para tratar su hipertensión. Los investigadores descubrieron que ni el sildenafilo ni el tadalafilo redujeron el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer (en inglés) y las demencias relacionadas con el paso del tiempo.

En el 2023, el péndulo se inclinó de nuevo en el sentido contrario: en un estudio de casi 19 millones de adultos mayores, presentado en la reunión anual de la American Society for Pharmacology and Experimental Therapeutics, un equipo de investigadores, incluido Cheng, encontró que el uso de sildenafilo se asoció con una menor probabilidad de desarrollar la enfermedad de Alzheimer (en inglés) con el tiempo, en comparación con otros cuatro medicamentos antihipertensivos. Y en un estudio publicado en una edición del 2023 de PLoS One, los investigadores evaluaron la asociación entre el uso de sildenafilo y tadalafilo y la enfermedad de Alzheimer, basándose en los historiales médicos de más de 1.4 millones de pacientes en un sistema de salud de Arkansas. Descubrieron que tanto los hombres como las mujeres de 65 años o más que tomaron estos medicamentos para la hipertensión pulmonar tenían menos probabilidades de desarrollar Alzheimer (en inglés).

La última investigación, publicada el 7 de febrero del 2024 en la revista Neurology, halló que los hombres que tomaron sildenafilo y otros medicamentos como este para la disfunción eréctil fueron un 18% menos probables que desarrollaran la enfermedad de Alzheimer (en inglés) que las personas que no tomaron los medicamentos. La asociación fue más fuerte entre los hombres que recibieron más medicamentos recetados durante el período de cinco años del estudio.  

Trabajo y empleos

Lista de empleos, de AARP

Busca oportunidades de empleo para trabajadores con experiencia

See more Trabajo y empleos offers >

La autora del estudio Ruth Brauer, de University College London, dijo en un comunicado de prensa que los resultados son “alentadores”, pero que “justifican más investigaciones”, incluido un prueba con control aleatorio.

“Estos estudios observacionales son muy especulativos, pero creo que son interesantes en términos de explorar nuevas opciones y posibles tratamientos para la enfermedad de Alzheimer”, dice el Dr. Ronald Petersen, director del Centro de Investigación de la Enfermedad de Alzheimer de Mayo Clinic, quien no participó en los estudios. “Es un ejemplo de cómo las personas están pensando en forma más amplia sobre los posibles tratamientos para la enfermedad de Alzheimer”, agregó, refiriéndose a la estrategia de readaptar medicamentos para un fin diferente. “Lo que necesitamos es un ensayo clínico aleatorizado sobre esto”.

Identificación de nuevas aplicaciones para viejos fármacos

El concepto —identificar nuevos usos terapéuticos para fármacos que ya han sido aprobados— está ganando terreno en la investigación sobre la enfermedad de Alzheimer luego de décadas de decepción en la búsqueda de nuevos fármacos. ¿El motivo? Ofrece una estrategia más rápida y económica, algo especialmente importante considerando que se anticipa que la cantidad de personas con Alzheimer en Estados Unidos se disparará de 6.7 millones a casi 13 millones para el año 2050, si es que no surgen avances en el tratamiento.

En el 2023, la FDA aprobó un medicamento llamado lecanemab (Leqembi) para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. En ensayos clínicos, el medicamento redujo la cantidad de placas amiloides en el cerebro y redujo la tasa de deterioro cognitivo en las personas quienes estaban en las primeras etapas de la enfermedad. Los investigadores todavía están estudiando cómo este medicamento, y otros como este que podrían ser aprobados pronto, pueden beneficiar a los pacientes.  

Un modelo para posibles mecanismos

¿Cómo es que Viagra podría mantener a raya una enfermedad neurodegenerativa?

Como parte del estudio del 2021 y en uno del 2023, los investigadores desarrollaron un modelo de células cerebrales utilizando células madre de pacientes reales de Alzheimer para explorar cómo el sildenafilo podría ofrecer protección contra el deterioro cognitivo asociado con el Alzheimer. Descubrieron que el sildenafilo aumentó el crecimiento de las neuronas y redujo la acumulación de proteínas tau, que forman ovillos disruptivos en el cerebro de las personas con Alzheimer.

Los investigadores señalaron que otros estudios han demostrado que los inhibidores de la fosfodiesterasa, como el sildenafilo, tienen efectos terapéuticos adicionales en modelos preclínicos de Alzheimer, tales como reducir la acumulación de placas amiloides (otra característica de la enfermedad), mejorar el deterioro cognitivo e intensificar el nivel del factor neurotrófico derivado del cerebro, una molécula clave para el funcionamiento de la memoria.

El estudio del 2021 halló que los efectos del sildenafilo en la reducción del riesgo de Alzheimer fueron especialmente marcados en los hombres, lo cual no resulta sorprendente ya que el fármaco se prescribe principalmente para los hombres con disfunción eréctil. Pero Cheng le indicó a AARP que él piensa que Viagra ofrece la posibilidad de reducir el riesgo de la enfermedad de Alzheimer también en las mujeres, lo cual sería particularmente beneficioso considerando que aproximadamente dos tercios de las personas a quienes se les diagnostica Alzheimer son mujeres.

“Si los mecanismos son un mayor flujo sanguíneo —lo que podría mejorar la función cognitiva— y otros efectos bioquímicos sobre el amiloide y las proteínas tau, los efectos del fármaco no son necesariamente solo beneficiosos para los hombres”, agrega Petersen.

En vistas al futuro

Además de continuar estudiando el efecto del sildenafilo en la enfermedad de Alzheimer, Cheng dice que su equipo está investigando otras terapias de combinación de fármacos que podrían interrumpir el avance de la enfermedad a través de una serie de vías, incluida la reducción de la inflamación. También prevé que la estrategia “se aplicará a otras enfermedades neurodegenerativas, como el mal de Parkinson y la esclerosis lateral amiotrófica, para acelerar el proceso de descubrimiento de fármacos”, según indicó en una declaración.

Si los resultados de estos estudios son positivos, el arsenal de terapias preventivas y tratamientos potenciales para la enfermedad de Alzheimer podría ampliarse en formas que tendrían importantes repercusiones clínicas.

“El mal de Alzheimer es una enfermedad compleja”, dice Cheng, una dolencia que probablemente requiera un enfoque personalizado “y estrategias de tratamiento con combinaciones de fármacos” para prevenirla y tratarla en el futuro.

Nota de redacción: Este artículo, que originalmente se publicó el 14 de diciembre del 2021, se ha actualizado para incluir nuevas investigaciones e información.

Discover AARP Members Only Access

Join AARP to Continue

Already a Member?