Los hispanos están más dispuestos a cambios saludables de alimentación que otros grupos étnicos

En comparación con otros grupos étnicos, los hispanos de 40 años o más están más dispuestos a cambiar y seguir regímenes alimenticios más saludables y balanceados, especialmente si esto se vincula con un impacto positivo en la salud cerebral.

La encuesta de AARP, realizada a nivel nacional, examinó el estado de la salud cerebral en miembros de la comunidad hispana en Estados Unidos a través del estudio de comportamientos en áreas como nutrición, ejercicio físico, bienestar mental, hábitos de sueño, compromisos y actividades sociales y actividades cognitivas.

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Entre las conclusiones más notorias del estudio resalta la disposición de los hispanos a seguir modelos de vida más saludable, especialmente aquellos relacionados con la nutrición. Algunos de los hallazgos más relevantes:

• El 86% de los hispanos, en comparación con un 85% de los afroamericanos y un 59% de los blancos no hispanos, dijo estar dispuesto a incluir más pescado y mariscos en su dieta.
• El 88% de los hispanos reduciría el consumo de carnes rojas en contraste con un 80% de los afroamericanos y un 55% de los blancos no hispanos.
• Limitar los productos lácteos enteros y con grasa es un componente que un 84% de los hispanos encuestados dijo estar dispuesto a modificar en comparación con otros grupos étnicos.
• Más de un 90% de los miembros de la comunidad hispana encuestados aseguró que sí consumirían una dieta más saludable si esto implica reducir el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón, problemas cognitivos y diabetes.  En este punto, tanto la comunidad hispana como la afroamericana manifestaron altos puntajes en comparación con la contraparte blanca no hispana.

Barreras para una nutrición más saludable

El estudio de AARP también destacó por qué un 40% de los encuestados hispanos no cumplen con las pautas alimentarias establecidas por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos para el período de 2015-2020 con el fin de adoptar una alimentación más balanceada y saludable. Entre las barreras que citan los encuestados figuran:

• El 46% argumentó que comer saludable es caro.
• El 43% dijo que es difícil mantener una dieta saludable.
• El 31% confesó que a su familia no le gusta el sabor de la comida saludable.
• El 30% consideró que no es el tipo de persona que come saludable, mientras que el 29% reconoció que desconoce cuál es la mejor comida desde el punto de vista de la salud.
• El 24% señaló que generalmente tiene poco apetito.
• El 20% dijo creer que cambiar sus hábitos nutricionales no implicará diferencia en su salud.
• El 19% dijo que en su área de residencia no hay tiendas que vendan productos saludables, mientras que un 18% responsabilizó a enfermedades, condiciones médicas y otros problemas que le dificultaban comer.