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Se disparan los precios de algunos medicamentos genéricos

Los costos de los medicamentos de marca también van en aumento.

Empleado de farmacia con varios frascos de medicamentos en su mano

Shutterstock

Cuando reabastecen sus medicamentos recetados, muchos se enteran de que el costo ha aumentado más del doble.

In English | Cuando Carol Ann Riha, de 57 años, reabasteció su receta de Pravastatin, un medicamento genérico que baja el colesterol, se llevó una sorpresa desagradable debido al precio. Durante meses, había pagado $4 por un suministro de 30 días. De repente, el precio se había más que cuadruplicado, a casi $19. “Le pregunté por qué a la farmacéutica, y no tuvo respuesta”, dice Riha, una periodista jubilada que vive con su esposo en West Des Moines, Iowa.

Durante la misma época, el medicamento genérico de reemplazo hormonal de Riha, que le había costado en promedio $40 al mes de su propio bolsillo, se elevó a $101. Riha, quien tiene ingresos fijos, sabe cómo gasta cada centavo. De acuerdo con sus cálculos, el precio de sus medicamentos, que fue $849 en el 2013, casi se duplicó el año pasado a $1,700.

Los costos se duplican

En todo el país, personas como Riha, que van a reabastecer sus medicamentos recetados, descubren que el costo se ha duplicado, triplicado y en algunos casos, se ha disparado en 1,000% o más. Los aumentos de precio para algunos medicamentos genéricos son tan pronunciados e inesperados que el Senate Subcommittee on Primary Health and Aging (Subcomité de Salud Primaria y Envejecimiento del Senado) realizó una audiencia de investigación a fines del año pasado. Mientras que los gastos generales en la atención de salud se han mantenido relativamente estables en los últimos años, los aumentos en los costos de los medicamentos han sobrepasado la inflación, a veces enormemente.

Las razones siguen siendo controversiales. Lo que se puede hacer para mantener costeables los medicamentos es todavía más polémico. Pero hay algo que sí está claro: si necesitas medicamentos recetados, es muy probable que pagarás más por ellos. A continuación se muestra a qué se deben los enormes aumentos en los precios de los medicamentos.

Los medicamentos genéricos, que representan aproximadamente el 80% de todos los medicamentos recetados, han brindado unos de los pocos precios ventajosos en la atención de salud en Estados Unidos. Los expertos afirman que los ahorros del creciente número de medicamentos genéricos han hecho mucho para controlar los costos totales del cuidado de salud. ¿La razón?: cuando se vence la patente de un medicamento de marca, los fabricantes de medicamentos genéricos pueden ingresar al mercado y crear más competencia y precios más bajos.

Sin embargo, parece que estos ahorros en los costos han ido disminuyendo. En su último informe publicado en mayo, el AARP Public Policy Institute (PPI, Instituto de Política Pública de AARP) descubrió que el costo de una canasta de compras de 280 medicamentos genéricos que son utilizados ampliamente por personas mayores bajó solo un 4% en el 2013, una tasa de disminución menor que las de los siete años anteriores. El precio anual promedio de venta al público de un medicamento genérico recetado para una enfermedad crónica, un poco más de $280 al año, no ha bajado en absoluto desde el 2012.

Eso es bastante preocupante. Pero últimamente, los expertos farmacéuticos han empezado a notar algo aún más inquietante. Casi sin aviso, los precios de medicamentos genéricos que han existido por años —medicamentos que típicamente se producen a un costo de un centavo por píldora— se han disparado de repente. Hasta a las farmacias les ha asombrado el aumento. “Cuando encuestamos a nuestros socios hace como un año, estaban viendo una racha de aumentos drásticos de precio para los medicamentos genéricos”, dice Kevin Schweers, vicepresidente principal de la National Community Pharmacists Association (Asociación Nacional de Farmacéuticos de la Comunidad), la cual representa a pequeñas droguerías independientes. “Algunos de los aumentos sucedieron prácticamente de la noche a la mañana. Y se siguió aumentando y tuvo impacto sobre más y más medicamentos”.

Estos son algunos de los ejemplos recientes más alarmantes:

  • El hiclato de doxiciclina (100 miligramos), un antibiótico utilizado ampliamente, se disparó de $20 por 500 cápsulas en octubre del 2013 a un sorprendente $1,849 en abril del 2014.
  • El glicopirrolato (20 mililitros), utilizado durante las cirugías para prevenir la desaceleración de la frecuencia cardíaca, aumentó de $65 por 10 ampollas a $1,277 durante el mismo período.
  • La pravastatina sódica (10 mg), el medicamento para el colesterol que toma Carol Ann Riha, aumentó vertiginosamente de $27 a $196 por un suministro anual.

No todos los medicamentos genéricos subieron de precio. De los 280 medicamentos genéricos en la canasta de compras del AARP Public Policy Institute (PPI, Instituto de Política Pública de AARP), el 73% bajaron de precio en el 2013. Sin embargo, eso significa que el 27% subieron, en algunos casos a la estratosfera.

Lo que impulsa el aumento de precios

¿Por qué algunos medicamentos genéricos, entre ellos píldoras que han estado disponibles por décadas, son de repente tan costosos? Según los expertos, en algunos casos el costo de producir un medicamento genérico puede aumentar, aunque es poco probable que eso explique la mayoría de los aumentos recientes. Otro motivo: las fusiones y adquisiciones en la industria de medicamentos genéricos han disminuido el número de competidores. “Una de las razones por las cuales los medicamentos genéricos son económicos es que hay competencia en el mercado”, dice el Dr. Aaron Kesselheim, un experto de Harvard Medical School que estudia los precios de los medicamentos. “Cuando la competencia desaparece, los precios aumentan”.

Entre el 2002 y el 2013, por ejemplo, el número de fabricantes que producían digoxina para administración oral, un medicamento cardíaco, disminuyó de ocho a tres, y el costo se disparó en 637%. Por supuesto, otros competidores pueden ingresar al mercado. Sin embargo, puede llevar un año o más obtener la aprobación de la Food and Drug Administration (Administración de Alimentos y Medicamentos) para producir un medicamento genérico y empezar a manufacturarlo. Hasta entonces, los precios pueden seguir por las nubes.

¿Los precios se dispararon o es especulación?

El que los precios se disparen no es un fenómeno nuevo, según Stephen Schondelmeyer, un experto en política y fijación de precios de medicamentos en la University of Minnesota y coautor de los informes de AARP sobre los precios de los medicamentos. “Hemos visto anteriormente que las empresas farmacéuticas aumentan los precios cuando hay nuevas normativas. Lo vimos cuando se implementó la Parte D de Medicare. Lo vimos cuando se implementaron los reembolsos de Medicaid. Lo vemos ahora en parte gracias a los cambios normativos asociados a la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio. Las farmacéuticas aumentan los precios cuando les preocupan los efectos de las nuevas normativas”.

Sin embargo, algunos expertos afirman que los grandes aumentos recientes tienen pinta de especulación de precios. “Ves que una dosis específica de un medicamento aumenta mucho mientras que otras dosis se mantienen iguales”, dice David Belk, un médico de Alameda, California que tiene un sitio web llamado True Cost of Healthcare (El verdadero costo de la atención de salud). “A veces ves que los precios se disparan de repente, se mantienen altos por uno o dos meses, y luego bajan de nuevo sin razón alguna”. Pero siempre y cuando los fabricantes de medicamentos no se confabulen para subir los precios, dicen los expertos, no hay nada ilegal en los aumentos de precio.

Los nuevos medicamentos siempre han sido costosos. Y las empresas farmacéuticas defienden los precios altos porque la investigación y el desarrollo requeridos para producir nuevos medicamentos son sumamente costosos. “Cuando se lanza un nuevo medicamento, las farmacéuticas pueden cobrar lo que el mercado esté dispuesto a pagar para recuperar sus costos de investigación y desarrollo y obtener ganancias”, dice Kesselheim de Harvard. “E históricamente, algunos fabricantes de medicamentos de marca han aumentado constantemente el precio con el pasar del tiempo”.

Debido a que los medicamentos de marca dan enormes recompensas, las empresas farmacéuticas han empezado a recurrir a métodos controvertidos para proteger su monopolio. Una estrategia es cambiar la fórmula. Por ejemplo, crear una versión de liberación prolongada que sigue siendo protegida por una patente. Otra estrategia se conoce como “pagar por un retraso”. “En esencia, los fabricantes de medicamentos de marca les pagan a los de genéricos para que no ingresen al mercado”, dice Geoffrey Joyce, un profesor adjunto de farmacia en la University of Southern California que estudia políticas de medicamentos.

Uno de los ejemplos más atroces que menciona es Plavix, un medicamento anticoagulante recetado para prevenir un derrame cerebral. Cuando la patente se disputó, la empresa que fabrica el medicamento acordó pagarle decenas de millones de dólares a un fabricante de medicamentos genéricos para que no ingresara al mercado. “El fabricante del medicamento de marca gana porque logra seguir cobrando precios altos”, dice Joyce. “Las empresas de medicamentos genéricos ganan porque les pagan para no producir un medicamento”.

Conclusión: los precios ya altos de los medicamentos de marca seguirán aumentando. Según otro informe del PPI publicado en noviembre del 2014, el precio promedio de venta al público de una canasta de compras de medicamentos de marca que son utilizados ampliamente por personas mayores aumentó en casi un 13% en el 2013, más de ocho veces la tasa de inflación general. De los 227 medicamentos recetados de marca en la canasta de compras del estudio, el 97% aumentaron de precio.

Los precios de algunos medicamentos de marca subieron de manera exponencial. Uroxatral (comprimidos de 10 mg de liberación prolongada), usado para tratar los síntomas de hipertrofia de la próstata, aumentó en un 197.5%. Prandin (comprimidos de 2 mg), un medicamento para la diabetes, subió un 38% en el 2013. Desde el 2006, el precio de Prandin ha aumentado en casi el 300%.

“Muchos de estos medicamentos de marca ya de por sí son costosos. Por eso, cuando ves un aumento de precio del 10, 20% o más en un año, estás hablando de una gran cantidad de dinero”, dice Leigh Purvis, directora de las investigaciones de servicios de salud del PPI y coautora del informe. “Si pagas un coseguro o un porcentaje de los costos de los medicamentos, ya estás sintiendo el impacto de esos aumentos de precio. Y todas las señales sugieren que los precios de los medicamentos de marca seguirán aumentando”.

La crisis que se avecina

Si no tienes seguro, los aumentos de precio de los medicamentos pueden ser agobiantes. Si tienes seguro o eres beneficiario de Medicare, tu porción de los costos de los medicamentos probablemente aumentará, ya sea por medio de mayores porcentajes o copagos más costosos. Ya que Medicare sufre el impacto de los precios más altos de muchos medicamentos, los contribuyentes también pagan los costos crecientes de los medicamentos. De hecho, los programas gubernamentales ahora pagan por la mitad de todos los medicamentos recetados.

Durante el último año, el precio de muchos medicamentos se ha disparado tanto que algunos analistas predicen que una crisis es inminente. “El costo creciente de los medicamentos se está volviendo insostenible con rapidez”, dice Purvis. Cada vez hay más empresas de seguros, organizaciones para el mantenimiento de la salud, asociaciones farmacéuticas y hasta grupos de defensa de pacientes que envían señales de alarma. Muchos médicos también lo están haciendo. Cuando los precios suben demasiado, las personas no reabastecen sus recetas, lo cual pone en peligro su salud y potencialmente le puede costar al sistema todavía más cuando padezcan enfermedades que pudieran haberse prevenido.

Los expertos no se ponen de acuerdo sobre la mejor manera de limitar el aumento de los costos. Algunos dicen que la respuesta es mayor regulación de los precios de los medicamentos. Otros culpan a esa regulación excesiva por el aumento de los costos. Gran parte del problema, según Schondelmeyer, es que el mercado de atención de salud es tan complejo —con deducibles, descuentos ocultos, copagos y reembolsos— que los médicos y pacientes tienen muy poca idea de lo que un medicamento cuesta en realidad. “Hasta que las personas sepan exactamente cuánto pagan, es casi imposible tomar decisiones bien fundadas”, dice. El alboroto reciente sobre los aumentos de los medicamentos genéricos por lo menos tiene la ventaja de sacar a la luz cuán absurdos son los precios de algunos medicamentos, lo cual podría a su vez añadir presión para tener mayor transparencia.

Mientras tanto, personas como Carol Ann Riha tratan de mantenerse sanas y tener presupuestados los gastos de la atención de salud. A medida que los precios se han disparado, ella ha comenzado a aumentar su deuda de tarjetas de crédito para pagar por los medicamentos que necesita. “No sé cómo las familias en el país pueden presupuestar cuando no saben, de mes a mes, cuánto costarán los medicamentos”.

Muchas no pueden. Según cálculos recientes, más de la cuarta parte de las recetas no se surten porque las personas no pueden costearlas. “Medicamentos eficaces se han desarrollado y aprobado, y las empresas farmacéuticas les están poniendo un precio que los coloca fuera del alcance de más y más personas”, dice Schondelmeyer. “Esto tiene que cambiar”.



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