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Dr. Elmer Huerta

 

¿A un paso de la clonación humana?

Conozca el último experimento que generó un embrión humano clonado.

Los recientes experimentos hechos en la Universidad de Portland en Oregón colocan a la ciencia a un pequeño paso de que se haga la primera clonación humana.

Sin ninguna duda esta investigación abre muchas puertas para el avance de la medicina y el tratamiento de varias enfermedades, como la diabetes, la enfermedad de Parkinson y el alzhéimer.

Gráfico del ADN sobre una mano

Cultura Creative / Alamy

La clonación de Dolly

¿Recuerdan la sorpresa —y preocupación— que causó la clonación de la oveja Dolly en 1996? ¿Recuerda como al conocerse esa noticia, mucha gente dijo que los científicos no se detendrían hasta clonar un ser humano? Pues con los experimentos publicados recientemente, estamos muy, pero muy cerca.

Para entender la clonación hay que recordar que el ser humano se forma cuando se juntan dos células llamadas gametos: el espermatozoide del padre y el óvulo de la madre; cada una de las cuales tiene un núcleo con 23 cromosomas. La célula que se forma al juntarse el óvulo y el espermatozoide se llama huevo, contiene 46 cromosomas y su infinita multiplicación es la que origina las células madre primero y las células de los diferentes tejidos y órganos después. Luego de nueve meses de gestación, nace un bebé que es una mezcla perfecta de su padre y de su madre.

Lo interesante es que esa unión de gametos es desigual. El espermatozoide solo proporciona los 23 cromosomas, mientras que el óvulo, además de proporcionar también los 23 cromosomas, brinda todo un sofisticado aparato celular que va a permitir que el huevo recién formado pueda empezar a dividirse. En otras palabras, sin las estructuras del óvulo, no podría haber reproducción.

Pues cuando clonaron a la oveja Dolly, lo que hicieron fue lo siguiente: primero, obtuvieron un óvulo del ovario de una oveja y con sofisticadas técnicas, le extrajeron su núcleo con 27 cromosomas, dejando un “cascarón vacío” pero con todo el aparato celular de reproducción.

En el segundo paso, aislaron una célula de la piel de otra oveja llamada Dolly y le extrajeron el núcleo con sus 54 cromosomas completos. (Las ovejas tienen ese número de cromosomas).

Los investigadores tenían ahora en sus manos un “óvulo vacío” y un núcleo aislado con 54 cromosomas. Lo que hicieron entonces fue colocar ese núcleo de la célula de Dolly dentro del “cascarón vacío”, la estimularon con una chispa eléctrica y como por arte de magia, esa célula híbrida, empezó a dividirse usando el aparato reproductivo del óvulo.

El resultado fue que esa nueva célula se convirtió a los 15 días en un embrión, el cual fue implantado dentro del útero de una oveja y a los cuatro meses (ese es el tiempo de gestación de las ovejas), nació una ovejita idéntica a Dolly, la oveja adulta que donó el núcleo de la célula de su piel.

Eso se llama clonación, es decir “fabricar” un duplicado exacto de un ser viviente transfiriendo el núcleo de una célula adulta dentro del “cascarón vacío” de un óvulo para formar un embrión, el cual se implanta en el útero de una hembra adulta quien da a luz al nuevo ser clonado.

La clonación humana

Ahora permítame contarle el experimento hecho la semana pasada en Oregon.

Obtuvieron un óvulo de una mujer donante, le extrajeron el núcleo y dejaron el “cascarón vacío” y a ese óvulo vacío le colocaron el núcleo de la célula de la piel de un bebé de ocho meses que sufría de una enfermedad congénita.

Esa nueva célula, fue estimulada con una chispa eléctrica y empezó a dividirse formando un embrión humano clonado.

Allí detuvieron el experimento, no dejaron madurar el embrión ni quisieron implantarlo dentro del útero de una mujer. Se limitaron a “cosechar” esas células madre para hacer nuevos experimentos (probablemente están trabajando en la corrección del problema congénito del bebé donante).

Si hubieran querido, hubieran podido implantar ese embrión dentro del útero de una mujer y a los nueve meses hubiera nacido el primer bebé clonado de la historia, un bebé idéntico al bebé con la enfermedad congénita que donó el núcleo de la célula de su piel.

En el futuro, una vez hecha la clonación, podrían usarse las células madre del embrión para obtener tejidos especializados tales como hígado, nervios, páncreas, pulmón o corazón; tejidos que podrían corregir enfermedades, quizás aun el cáncer.

Todavía falta mucho para esos milagros, pero de lo que si estamos seguros es que falta muy poco para que en cualquier momento nos sorprendan con la noticia de que se ha producido la primera clonación humana.

Estamos a solo un pasito...