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Dr. Elmer Huerta

 

Evite los envenenamientos este verano

Conozca por qué ocurren, los síntomas y cuáles alimentos son más “peligrosos”.

Uno de los rituales más esperados del año ocurre en el verano y consiste en organizar almuerzos y cenas al aire libre. Dependiendo de los gustos, algunas familias cocinan dentro de sus casas y llevan el alimento listo a las mesas del jardín u organizan un picnic en el campo; mientras que otras deciden usar la parrilla para preparar sus alimentos. En ambos casos hay importantes puntos que debemos observar para que esos esperados momentos no se arruinen por alguna enfermedad provocada por un alimento contaminado o mal cocido.

Carnes y verduras en un pincho en la parrilla.

Jon Helgason / Alamy

Por qué nos enfermamos

Los dos tipos de microbios que contaminan los alimentos en el verano son los virus y las bacterias y el mecanismo por el cual ocasionan enfermedades es diferente. Generalmente, los virus contaminan los alimentos en el momento de su preparación cuando la persona que los manipula tiene el virus en su aparato digestivo y no se ha lavado las manos antes de prepararlos. El virus que más casos de enfermedad ocasiona en Estados Unidos es el Norovirus.

Las bacterias, por su parte, contaminan los alimentos en su punto de origen, durante el transporte o durante la manipulación al momento de prepararlos. Dependiendo de las condiciones en que se preparan o almacenan los alimentos, las bacterias contaminantes se multiplican rápidamente y pueden causar problemas en la salud si el alimento es consumido. La proliferación de bacterias ocurre con mucha facilidad cuando la temperatura a la cual se guarda un alimento —crudo o preparado— es alta, como ocurre durante el verano cuando las temperaturas sobrepasan los 80° F. Las bacterias que causan más casos de enfermedad son la Escherichia coli, la Listeria, el Campilobacter y las Salmonellas.

A qué síntomas estar atentos

Los síntomas de intoxicación pueden presentarse desde las 3 a 6 horas hasta las 24 horas después de haber consumido el alimento contaminado y se caracterizan por violentas nauseas, vómitos, diarreas y dolor de vientre. En casos graves, sobre todo en niños pequeños y personas mayores de 50 años, pueden producirse severas complicaciones en el hígado y los riñones, las cuales pueden causar la muerte. Las personas mayores con enfermedades crónicas —como diabetes, cáncer o que hayan sido trasplantadas o estén tomando medicamentos que disminuyan su sistema de defensa—, tienen que tener particular cuidado porque pueden sufrir infecciones más graves.

Con relación a este problema en la comunidad hispana, Maribel Alonso, especialista en información técnica del Servicio de Inocuidad e Inspección de los Alimentos (FSIS, por sus siglas en inglés) del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) nos dijo que las mujeres hispanas embarazadas presentan un riesgo mayor de contraer listeriosis (una grave infección generalizada) que la población en general.

Evite contagiarse

Los alimentos que más tendencia tienen a permitir la multiplicación de bacterias son las carnes, los productos lácteos, las cremas, la mayonesa, los aliños, alimentos preparados a base de los huevos, y las salsas, además de las frutas y los vegetales.

Este año, 48 millones de norteamericanos padecerán alguna enfermedad transmitida por alimentos contaminados, que causarán cerca de 128,000 hospitalizaciones y 3,000 muertes, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Por eso, es muy importante seguir las siguientes instrucciones básicas:

  • Lávese bien las manos antes, durante y después de la preparación de los alimentos.
  • Lave bien, en agua corriente, todas las frutas y los vegetales.
  • Evite la contaminación cruzada al momento de preparar los alimentos. Para eso, nunca corte alimentos que se consumen crudos (vegetales, carnes frías) en la misma tabla en la que cortó carne, pollo crudo o preparó las hamburguesas.
  • Del mismo modo, no use los mismos utensilios de cocina al manipular carnes crudas y vegetales.
  • Use un termómetro para cerciorarse de que la temperatura de cocción de sus carnes sea la correcta.
  • Ponga los alimentos ya cocidos en la parrilla, en un plato limpio. No use el mismo plato en el que llevó las carnes crudas.
  • Macere las carnes en el refrigerador.
  • Elimine las salsas usadas en la maceración de las carnes.
  • Sirva la comida inmediatamente después de preparada y no consuma alimentos que hayan estado a la intemperie durante más de dos horas.
  • Mantenga las frutas y los vegetales en el refrigerador hasta antes de consumirlos.

Si desea más información sobre el tema visite la siguiente página http://www.foodsafety.gov/ (en inglés) o visite http://www.fsis.usda.gov/wps/portal/informational/en-espanol.