Vida Sana

Si tienes más de 50 años, probablemente hayas sentido dolor en los pies. Alrededor del 25% de todos los adultos mayores lo experimentan, según un estudio del 2011 (en inglés) publicado en la revista PAIN. Y existen varias causas.

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Estar excedido de peso puede generar dolor en los pies; lo mismo ocurre si usas calzado de mala calidad durante años. Incluso el mero desgaste que ocurre con la actividad y el paso de los años puede contribuir, dice el Dr. Sean Peden, especialista en pie y tobillo en la Facultad de Medicina de Yale University.
Pero el dolor de pie no debe ignorarse nunca, ya que las investigaciones sugieren que puede perjudicar el equilibrio y la función del pie e incluso aumentar el riesgo de una caída. También es importante saber que no todos los dolores de pie son iguales, dice Peden. En particular, hay una diferencia entre el dolor muscular derivado de una sesión de ejercicios intensa y el dolor agudo que proviene de un hueso o una articulación. Esta es la clase que amerita una visita al médico para obtener un diagnóstico e identificar el tratamiento apropiado, subraya.
El dolor podría también indicar otros problemas de salud potencialmente graves. Estos son seis que debes tener presentes.
1. Fractura por estrés
Los adultos mayores son especialmente vulnerables a las fracturas por estrés —pequeñas fisuras en el hueso— porque las trabéculas (el tejido esponjoso que conecta los huesos del cuerpo) se vuelven más finas con la edad. El síntoma más común es dolor con la actividad, que se apacigua con el reposo.
“Vimos muchas fracturas por estrés durante la pandemia. Las personas andaban más tiempo descalzas porque trabajaban desde su casa, y también aumentaron de peso, dos cosas que no se combinan bien”, dice Jacqueline Sutera, una podóloga de la ciudad de Nueva York.
Es importante entender que los síntomas de una fractura por estrés son más sutiles que los que se sienten con una verdadera fractura ósea. De hecho, muchas personas ni siquiera se enteran de que tienen una fractura por estrés, dice Sutera. “Normalmente, no hay mucha hinchazón ni hematomas, las personas no recuerdan haberse golpeado y por lo general pueden caminar, aunque con algo de dolor”, explica.
Si el dolor persiste más de unos días y no parece mejorar con hielo y reposo, consulta al médico. Y ten en cuenta que no todas las fracturas por estrés aparecen enseguida en una radiografía, por lo que puedes necesitar una imagen por resonancia magnética (IRM), agrega Sutera. El tratamiento consiste en reposo por seis a ocho semanas; es posible que también necesites una plantilla especial para el zapato o un soporte ortopédico para ayudar a que la lesión se cure.
Si te diagnostican una fractura por estrés en el pie, habla con tu médico sobre una prueba de detección de osteoporosis. La fractura podría ser señal de que tus huesos se están debilitando, dice el American College of Foot and Ankle Surgeons.
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