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8 cosas que debes saber antes de tu segunda dosis de la vacuna contra la COVID-19

Lo que debes y no debes hacer en el régimen de dos dosis de la vacuna contra el coronavirus.

Un proveedor médico prepara una dosis de vacuna

ETHAN MILLER/GETTY IMAGES

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Si ya recibiste la primera dosis de la vacuna contra la COVID-19, enhorabuena; estás en camino a estar protegido contra el coronavirus. Pero para estar completamente inmunizado, es imprescindible recibir esa segunda dosis.

Sin embargo, algunas personas en todo el país están teniendo problemas para recibir su segunda dosis. Las tormentas invernales han cerrado las clínicas en algunas áreas, mientras que otras han cerrado porque se han quedado temporalmente sin vacunas. También hay algunos informes sobre fallos en la programación.

Si te han cancelado una cita, no esperes a que te llamen, sé proactivo a la hora de reprogramar tu segunda dosis, aconseja el Dr. William Schaffner, especialista en Enfermedades Infecciosas en el Vanderbilt University Medical Center de Nashville, Tennessee, y director médico de la Fundación Nacional para Enfermedades Infecciosas.


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"Le hemos dicho a todo el mundo que estas vacunas tienen una eficacia del 95%", dice sobre las vacunas de dos dosis de Moderna y de Pfizer-BioNTech que se administran actualmente en EE.UU. "Pero solo tienen una eficacia del 95% si se administra esa segunda dosis".

Estas son algunas cosas que debes saber sobre la segunda dosis:

1. Es probable que los efectos secundarios sean más fuertes

Muchas personas que apenas reaccionaron a la primera dosis de la vacuna afirman que la segunda dosis es más fuerte —lo que ha sorprendido incluso a quienes estudian las vacunas—.

El Dr. Greg Poland, experto en enfermedades infecciosas en Mayo Clinic de Rochester, en Minnesota, y director del grupo de investigación de vacunas de la institución, solo tuvo síntomas leves después de su primera dosis. Pero la segunda lo dejó temblando —literalmente— con escalofríos y una temperatura de 101 ºF.

"Tomé una Tylenol y me fui a la cama, y a la mañana siguiente me desperté 90% recuperado, y al mediodía ya había vuelto a la normalidad", dice Poland. "Esto no es un indicio de que algo está mal; es un indicativo de una respuesta inmunitaria vigorosa".

La vacuna no contiene el virus vivo, por lo que no es posible contraer la COVID-19 a causa de la vacunación.

Los participantes en los ensayos clínicos (en inglés) de ambas vacunas tuvieron experiencias similares a las de Poland. En el ensayo clínico de Pfizer, por ejemplo, el 31% de los participantes de entre 18 y 55 años declararon tener fiebre después de la segunda dosis, en comparación con solo el 8% después de la primera. La fatiga, los escalofríos, el dolor de cabeza y el dolor muscular o articular también fueron más frecuentes tras la segunda dosis de ambas vacunas.

La buena noticia es que los adultos mayores fueron menos propensos a experimentar reacciones a la vacuna, según los datos. Entre las personas de 55 años o más que participaron en el ensayo de Pfizer, el 22% experimentó fiebre después de la segunda dosis, y el 3% tuvo temperatura después de la primera dosis.

Schaffner recomienda no hacer grandes planes para el día siguiente a la cita de vacunación.

2. Debes evitar tomar analgésicos antes de la vacunación

Si has oído hablar de los efectos secundarios de la segunda dosis, puede que tengas la tentación de tomar un analgésico antes de tu cita.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU., no es una buena idea a menos que te lo haya aconsejado tu médico. Según Poland y Schaffner, tomar analgésicos de forma preventiva antes de una vacuna podría disminuir la eficacia de la misma.

Sin embargo, está bien tomar acetaminofeno (Tylenol) o un antiinflamatorio no esteroideo como Advil o Motrin después de la vacuna para tratar los efectos secundarios como el dolor, la fiebre, los escalofríos o el dolor de cabeza.

3. No es necesario que el intervalo entre las dosis sea exacto

La segunda dosis de la vacuna de Pfizer debe administrarse 21 días después de la primera dosis; para la de Moderna, se recomienda un intervalo de 28 días entre las dosis.

Sin embargo, si no puedes conseguir una cita en el día exacto —o si necesitas posponer tu cita por alguna razón— los CDC permiten cierta flexibilidad. Aunque los CDC recomiendan intentar respetar el intervalo sugerido, dicen que la segunda dosis puede administrarse hasta seis semanas después de la primera.

Si tu cita está programada antes de la fecha recomendada, pide una cita para una fecha posterior, aconseja Schaffner. "Tu respuesta inmunitaria se desarrollará perfectamente si te tomas más tiempo", dice. "Pero si lo haces demasiado pronto, puede que la segunda dosis no genere una respuesta óptima".

4. La segunda dosis debe ser del mismo fabricante que la primera

Los médicos ya están escuchando a pacientes que preguntan si pueden recibir su segunda dosis de un fabricante diferente, a menudo porque se dan cuenta de que el otro tipo de vacuna se ofrece en un lugar que es más conveniente. Pero los CDC no lo recomiendan: las vacunas de Moderna y de Pfizer "no son intercambiables entre sí ni con otros productos de la vacuna contra la COVID-19", dicen los CDC. "No se ha evaluado la seguridad y eficacia de una serie de productos mixtos".

Los CDC permiten que se combinen las vacunas de Pfizer y de Moderna en "situaciones excepcionales", como cuando la vacuna utilizada para la primera dosis de alguien ya no está disponible debido a una escasez de suministros, o si no está claro qué vacuna recibió para su primera dosis.

5. Una erupción en el lugar de la inyección no es una razón para saltarse la segunda dosis

Si experimentas una erupción en el lugar de la inyección entre tres y diez días después de ponerte la primera dosis, eso no te impide recibir la segunda, dicen los CDC, aunque recomiendan ponértela en el otro brazo.

Un pequeño número de personas ha desarrollado este tipo de erupciones, a veces llamadas "brazo COVID", después de la vacunación. Los médicos dicen que probablemente se trate de una reacción alérgica leve que puede tratarse con un antihistamínico de venta libre como Benadryl.

En las pautas publicadas el 10 de febrero, los CDC dicen que no se cree que la reacción represente un riesgo de reacción alérgica más grave cuando se recibe la segunda dosis.

6. Debes evitar temporalmente todas las demás vacunas

Puede que sea el momento de ponerte la vacuna contra el herpes zóster o la Tdap, pero deberías esperar si estás entre las dosis de la vacuna contra la COVID-19. Dado que no hay datos sobre la seguridad y eficacia de las vacunas contra la COVID administradas al mismo tiempo que otras vacunas, los CDC recomiendan evitar otras inmunizaciones en las dos semanas anteriores y posteriores a ambas dosis. La espera también ayuda a evitar confusión sobre la causa de una reacción en caso de que la experimentes.

Los CDC permiten excepciones en circunstancias en las que evitar la vacuna supondría un riesgo, como una vacuna contra el tétanos después de una herida o una vacuna contra la hepatitis durante un brote.


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7. La inmunidad completa no es inmediata

Después de la segunda dosis, el cuerpo tarda dos semanas en estar totalmente protegido contra el virus. Después de eso, deberías tener casi cero posibilidades de desarrollar una enfermedad grave si te expones a alguien con la COVID-19, dice Schaffner. Los CDC también dicen que ya no tienes que estar en cuarentena si te expones a alguien con la COVID-19 (siempre que cumplas estos criterios: no tienes síntomas y no han pasado más de tres meses desde tu segunda dosis de la vacuna).

Una posible excepción son las personas inmunodeprimidas, dice Schaffner. Conseguirán cierto nivel de inmunidad, dice, "pero puede que no alcancen el 95% porque su sistema inmunitario ya está algo comprometido, por muy fuertes que sean estas vacunas".

8. Aun así, tienes que usar una mascarilla

Los expertos no se ponen de acuerdo sobre si está bien abrazar a tu nieto o reunirte con otras personas vacunadas después de estar completamente inmunizado.

Pero están de acuerdo en que debemos seguir usando una mascarilla y practicar el distanciamiento social en los lugares públicos. Por un lado, existe una pequeña posibilidad de enfermar incluso después de haber sido vacunado.

Además, es posible que sigas siendo portador del virus y lo transmitas sin que te des cuenta a otras personas que no se hayan vacunado, incluso si no presentas síntomas.

Y hay una razón más. Hasta que el país alcance la inmunidad colectiva  —el punto en el que una parte significativa de la población se hace inmune a una enfermedad— es importante que todo el mundo use una mascarilla para detener la propagación del virus, dice Schaffner. "Si hay personas que andan con mascarilla pero otras no la llevan, pronto todos van a descartar sus mascarillas", afirma. "Todavía no estamos preparados para que eso ocurra en la sociedad. Sigamos con las mascarillas un poco más hasta que nos den el visto bueno".

Michelle Crouch es una escritora colaboradora que ha cubierto temas de salud y finanzas personales para algunas de las principales publicaciones para consumidores del país. Su trabajo se ha publicado en Reader's Digest, Real Simple, Prevention, The Washington Post y The New York Times.