Skip to content
 

Cinco razones para medirte la presión arterial ahora mismo

Las investigaciones demuestran que, cuando se trata de presión arterial, cuanto más baja, mejor (e incluso podría salvarte la vida).

Una enfermera toma la presión de un paciente

SIRI STAFFORD/GETTY IMAGES

In English | La hipertensión, o presión arterial alta, es uno de los problemas de salud más comunes que afectan a los adultos. Y como factor de riesgo clave para las enfermedades cardíacas —la principal causa de muerte en el mundo— es también uno de los más peligrosos.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), solo en Estados Unidos más de 500,000 muertes al año están relacionadas con la hipertensión arterial. A nivel mundial, la cifra de muertos supera los 7 millones.

Pero hay buenas noticias: la hipertensión puede prevenirse y tratarse una vez diagnosticada. Estas son las cinco razones por las que no deberías retrasar el control de tu presión arterial.

¿Qué es la hipertensión arterial?

Categoría Presión arterial sistólica Presión arterial diastólica
Normal  <120 mm Hg  <80 mm Hg
Elevada 120-129 mm Hg  <80 mm Hg
Hipertensión en etapa 1 130-139 mm Hg 80-89 mm Hg
Hipertensión en etapa 2 ≥140 mm Hg  ≥90 mm Hg

Fuente: CDC

1. El ‘asesino silencioso’ rara vez tiene síntomas

A diferencia de otras enfermedades que aparecen con señales de advertencia, la presión arterial alta (definida como 130/80 mm Hg o más) rara vez tiene síntomas, que es la manera en que se ganó el nombre de el “asesino silencioso”. De hecho, según los CDC, aproximadamente una de cada tres personas que tienen hipertensión no lo saben.

La única manera de saber con certeza si tienes presión arterial alta es revisándola. Si tienes 40 años o más, deberías hacerlo al menos una vez al año, según las pautas federales. Un proveedor de atención médica puede medirla en el consultorio; es posible que tu farmacia local también tenga una máquina para tomar la presión arterial.

El monitoreo en el hogar también es una opción que muchos expertos recomiendan, en especial si los nervios interfieren con tus lecturas durante las citas de salud de rutina. (Puedes comprar un monitor por menos de $50). Asegúrate de mantener un registro de tus mediciones de presión arterial para que puedas revisarlas con tu médico en tu próxima cita. Y presta atención a cómo te tomas la presión arterial: Los expertos recomiendan (en inglés) vaciar la vejiga y evitar comer o beber 30 minutos antes. También asegúrate de mantener ambos pies planos sobre el suelo, colocar el brazalete sobre la piel desnuda y apoyar el brazo con el brazalete sobre una mesa a la altura del pecho.

2. Tu riesgo de hipertensión aumenta con la edad

Varios factores pueden aumentar tu riesgo de desarrollar hipertensión. Las personas con diabetes y obesidad, por ejemplo, tienen más probabilidades de presentar presión arterial alta. Fumar, la inactividad física, beber demasiado alcohol y consumir demasiada sal también pueden aumentar el riesgo. Los antecedentes familiares también juegan un papel, al igual que la edad.

“Eso se debe a que los vasos sanguíneos se endurecen y se tornan menos flexibles” a medida que envejeces, dice la Dra. Nieca Goldberg, profesora clínica adjunta del Departamento de Medicina de la Facultad de Medicina Grossman de NYU y directora médica del Centro para la Salud de la Mujer Joan H. Tisch. Y esa pérdida de elasticidad aumenta la presión dentro de los vasos sanguíneos.

Incluso si has tenido niveles saludables de presión arterial en el pasado, es importante estar al tanto de tus cifras a medida que envejeces. Una vez que alcanzas la mediana edad, tu riesgo de presentar presión arterial alta durante toda la vida es del 90%, según las investigaciones.

3. La ‘nueva normalidad’ puede ser más baja de lo que piensas

La definición de presión arterial alta ha cambiado en los últimos años. Antes del 2017, cualquier cifra por debajo de 140/90 mm Hg se consideraba normal. Ahora, una presión arterial de 130/80 mm Hg o más se considera alta, según las pautas actualizadas del American College of Cardiology y la American Heart Association.

“Esto sigue siendo una sorpresa para muchos pacientes, a pesar de que esa recomendación ha estado vigente desde hace casi cuatro años”, afirma la Dra. Erin Michos, cardióloga y profesora adjunta en la División de Cardiología de la Facultad de Medicina de Johns Hopkins. “Muchos pacientes todavía no están familiarizados con las nuevas cifras”.

Los resultados de un gran estudio federal llamado SPRINT (en inglés) son una razón importante para el cambio en las pautas. Los investigadores descubrieron que los adultos de 50 años o más que disminuyeron la presión arterial sistólica por debajo de 120 mm Hg redujeron significativamente el riesgo de ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca o derrame cerebral en un 25%, en comparación con los adultos con una presión arterial sistólica de 140 mm Hg. También redujeron su riesgo de morir en un 27%.

“Eso es enorme”, afirmó la Dra. Cora Lewis, profesora y directora del Departamento de Epidemiología de la Facultad de Salud Pública de University of Alabama en Birmingham, quien trabajó en el estudio. “Esas son personas que no murieron”.

De hecho, los beneficios del control intensivo de la presión arterial fueron tan obvios que el estudio se detuvo antes de lo esperado. Sin embargo, varios años de datos de seguimiento, publicados el mes pasado en la revista New England Journal of Medicine, confirman los hallazgos iniciales.

“El mensaje más importante es que el control de la presión arterial es importante, que el control de la presión arterial literalmente salva vidas”, expresa el Dr. Mahboob Rahman, profesor de Medicina en Case Western Reserve University y jefe de la División de Nefrología e Hipertensión en University Hospitals Cleveland Medical Center. “Si colaboras con tu médico para controlar bien tu presión arterial, tendrás un menor riesgo de presentar enfermedades cardíacas; vivirás más tiempo, literalmente”.


Membresía de AARP: $12 por tu primer año cuando te inscribes en la renovación automática. Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.


4. Los riesgos son bajos cuando se trata de reducir la presión arterial

Los médicos tienden a ser más cautelosos en cuanto al tratamiento de la hipertensión en los adultos mayores, quienes tienen más probabilidades de presentar múltiples enfermedades crónicas y corren un mayor riesgo de caídas, dice Michos. (Los mareos y el aturdimiento pueden ser síntomas de presión arterial demasiado baja). Pero investigaciones recientes demuestran que el miedo es un poco infundado.

Un subanálisis del 2016 de los datos de SPRINT reveló que el control intensivo de la presión arterial en adultos de 75 años o más no resultó en caídas más perjudiciales. Sin embargo, sí resultó en tasas significativamente más bajas de eventos cardiovasculares y muerte.

Otro hallazgo que desafía una preocupación común cuando se trata de adultos mayores: el tratamiento agresivo de la presión arterial no aumentó el riesgo de los participantes de experimentar hipotensión ortostática, esa sensación de mareo cuando pasas de sentarte a pararte debido a una caída de la presión arterial.

“Eso, en realidad, mejora cuando tratas mejor la presión arterial”, explica Michos. “Y eso puede parecer paradójico, pero una vez que tengas un mejor control de la presión arterial en general, también se tratarán algunas de las cosas que llevan a la hipotensión ortostática”, explica.

En cuanto a otros riesgos, el informe final del ensayo de SPRINT analizó medidas de seguridad adicionales para el control intensivo de la presión arterial y descubrió que las enfermedades como las anomalías electrolíticas y las lesiones renales agudas eran más comunes en el grupo de tratamiento intensivo. Sin embargo, las tasas de eventos adversos graves en general no variaron significativamente entre los grupos.

La clave para bajar la presión arterial, afirma Goldberg, es prestar atención a tus síntomas. “Necesitamos reformular esto: si tienes una presión arterial de 110/70 y no estás mareado, aturdido o desmayado, entonces esa presión arterial está bien. No se trata solo de la cantidad, sino de cómo te sientes”, explica.

Tu médico también puede ayudar a superar cualquier riesgo relacionado con la reducción de la presión arterial.

5. La presión arterial más baja es una ventaja para el cerebro

Una mejor salud cerebral (en inglés) es otro beneficio potencial de controlar la presión arterial alta. Los investigadores del estudio de SPRINT MIND descubrieron que los participantes que tenían la presión arterial sistólica controlada de 120 mm Hg tenían una menor incidencia de deterioro cognitivo leve —un precursor de la demencia— en comparación con los participantes del grupo estándar (140 mm Hg).

“Todo eso —la menor tasa de eventos vasculares adversos importantes, la reducción de los derrames cerebrales, la reducción de la mortalidad y la tendencia a una mejor salud cerebral— está a favor de que deberíamos hacer un mejor trabajo para tratar a los adultos mayores con presión arterial alta”, reconoce Michos.


Recibe contenido similar, suscríbete a nuestro Boletín


Haz un plan con tu proveedor y síguelo

Hacer algunos ajustes en el estilo de vida puede tener un impacto en la presión arterial. Por ejemplo, una pequeña reducción en sodio puede hacer que tu presión arterial disminuya en unos 5 o 6 puntos. Y una pérdida de peso de 2 libras puede disminuir aproximadamente 1 punto, según la Mayo Clinic.

Existen medicamentos que también pueden ayudar, y los pacientes no deben sentir vergüenza al recurrir a esta “herramienta de prevención” si la recomienda un proveedor de atención médica, dice Goldberg.

La clave es “elegir una meta” para tu presión arterial y luego colaborar con tu médico para llegar allí, incluso si requiere un enfoque gradual, dice Lewis, de University of Alabama. “Si te va bien a los 140 y quieres bajar a los 130, está bien. ¡Hazlo! Pero dejemos de vivir con una presión arterial que no está bien controlada. Simplemente, ya no hagamos eso”.

Lo que miden los números superior e inferior

Presión sistólica: El número superior es una medida de la fuerza que ejerce el corazón cada vez que late en las paredes de las arterias.

Presión diastólica: El número inferior es una medida de la fuerza que ejerce el corazón entre los latidos de las paredes de las arterias.

mm Hg: Las letras que siguen los números sistólico y telediastólico —mm Hg— representan milímetros de mercurio, que es la forma en que se mide la presión en los medicamentos.

Fuente: Mayo Clinic

Rachel Nania se incorporó en el 2019 a AARP como reportera sobre temas de salud, después de trabajar varios años como periodista y editora radial en Washington D.C. Recibió los galardones "Gracie Award" en el 2018 y "Edward R. Murrow Award" (a nivel regional) en el 2019, y fue becaria de la National Press Foundation en el 2019 para realizar labores de información sobre la demencia.