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6 mitos sobre las superbacterias: lo que realmente sucede cuando los gérmenes derrotan a los medicamentos     

La resistencia a los antibióticos es una crisis de salud cada vez mayor. ¿Conoces los hechos?


spinner image Un microbiólogo examina un cultivo en una placa de petri
RODOLFO PARULAN JR / GETTY IMAGES

 

Si bien la atención del mundo sigue centrada en luchar contra la COVID-19, se está intensificando otra crisis mundial de salud, que podría cambiar la manera en que tratamos las infecciones simples, como la faringitis estreptocócica, o hacer cirugías de rutina, como los reemplazos de articulaciones.  

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Es la resistencia a los antibióticos, y “está subiendo a niveles peligrosamente altos”, dice la Organización Mundial de la Salud (OMS). Solo en Estados Unidos, más de 35,000 personas mueren cada año a causa de infecciones resistentes a los antibióticos, según los datos más recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). A nivel mundial, esa cifra es de al menos 700,000, y los expertos predicen que para el 2050 podría ser de 10 millones.

¿Qué es un supervirus?

Un supervirus es cualquier microbio —bacteria, virus, parásito u hongo— que se ha vuelto resistente a la mayoría de los medicamentos que se usan comúnmente para tratar las infecciones que causa.

Fuente: Mayo Clinic

“La gente la llama la pandemia silenciosa”, dice David Weiss, director del Antibiotic Resistance Center (Centro de resistencia a los antibióticos) de la Facultad de Medicina de Emory University. “Es más un [problema] crónico de desarrollo lento, pero definitivamente podría llegar a proporciones bastante epidémicas”.  

Sin embargo, a pesar del peligro que representa, la resistencia a los antibióticos se malinterpreta ampliamente, según las investigaciones globales. Estos son seis mitos sobre la resistencia a los antibióticos, además de consejos sobre cómo puedes protegerte de una infección de superbacterias.

Mito 1: La resistencia a los antibióticos es cuando las personas se vuelven resistentes a los antibióticos

Realidad: La resistencia a los antibióticos es cuando las bacterias se vuelven resistentes a los medicamentos diseñados para matarlos. No significa que las personas desarrollen resistencia a los antibióticos. “La manera más simple de entenderlo es que las bacterias solo tratan de sobrevivir”, dice Weiss, y lo hacen mutando o cambiando su material genético para escapar de los efectos letales de los medicamentos. Los que tienen éxito siguen creciendo y propagándose.

Los hongos también pueden convertirse en gérmenes resistentes a los medicamentos, al igual que los virus. “Y lo que está sucediendo es que estamos viendo que esto es cada vez más frecuente”, dice el Dr. Matthew McCarthy, profesor adjunto de Medicina en Weill Cornell Medicine y autor de Superbugs: The Race to Stop an Epidemic. “Y eso significa que nos estamos quedando sin opciones de tratamiento”. 

Tener un arsenal más pequeño de medicamentos eficaces hace que el tratamiento de las infecciones causadas por bacterias resistentes a los medicamentos sea más difícil, a veces imposible. En muchos casos, las infecciones resistentes a los antibióticos requieren estadías prolongadas en el hospital y alternativas de tratamiento costosas y tóxicas, según los CDC. 

Varios tipos de bacterias que causan enfermedades comunes —como infecciones de las vías urinarias y neumonía— se han vuelto resistentes a los antibióticos, informa la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. Las bacterias que causan infecciones en la piel y la meningitis también forman parte de la lista.

Mito 2: La resistencia a los antibióticos es un fenómeno nuevo  

Realidad: Los gérmenes han sido más inteligentes que los medicamentos durante décadas. De hecho, poco después de que se introdujo el primer antibiótico en 1941, los investigadores identificaron una bacteria que era resistente a él. Pero nunca se convirtió en el problema que es hoy porque la ciencia siempre fue un paso adelante.

“Tan pronto como las bacterias se volvían resistentes, teníamos otro antibiótico que podíamos usar para tratar [una infección]”, dice Weiss. “Lo que ha sucedido ahora es que la bacteria se adelantó. Y en algunos casos, en realidad no tenemos el siguiente antibiótico”.

¿Necesitas un antibiótico?

Eso depende de la causa de tu enfermedad.

Los antibióticos solo tratan ciertas infecciones causadas por bacterias, entre ellas:

  • Faringitis estreptocócica
  • Tos ferina
  • Infecciones urinarias (UTI)

No combaten enfermedades causadas por virus, como:

  • Resfriados y secreción nasal
  • La mayoría de los dolores de garganta (excepto la faringitis estreptocócica)
  • Gripe
  • COVID-19
  • La mayoría de los casos de bronquitis aguda

Fuente: CDC

Uno de los motivos es que muchas compañías farmacéuticas han abandonado los esfuerzos para producir nuevos antibióticos. “Es un proceso muy costoso descubrir y desarrollar un nuevo medicamento, y la mayoría de las empresas pierden dinero cuando intentan invertir en un nuevo antibiótico”, dice McCarthy, por lo que los programas de incentivos podrían ayudar a iniciar una nueva era de medicamentos.

En el 2019, LA OMS identificó 32 antibióticos en desarrollo que combaten algunas de las mayores amenazas bacterianas del mundo, y solo unos pocos son drásticamente diferentes a los antibióticos existentes. “Todavía uso antibióticos que se descubrieron hace décadas. Necesitamos nuevas opciones de tratamiento para satisfacer las necesidades del siglo XXI”, dice McCarthy.  

El uso indebido de antibióticos (en inglés) también ha aumentado la resistencia. Cada vez que se usa un antibiótico, les da a los gérmenes a los que se dirige la oportunidad de mutar a una forma resistente y propagarse a otro lugar. Es por eso que los expertos en salud dicen que es fundamental tomar antibióticos solo cuando son necesarios —cuando los beneficios por lo general superan los riesgos de resistencia— y solo para las infecciones bacterianas. Sin embargo, los CDC estiman que cada año se recetan alrededor de 47 millones de tratamientos de antibióticos para infecciones que no pueden curar, como los resfriados y la gripe.

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Mito 3: Es poco probable que te encuentres con una superbacteria

Realidad: Las superbacterias están a nuestro alrededor. “Era algo que pensábamos que solo existía en hospitales u hogares de ancianos, pero las superbacterias pueden estar en tu hogar”, dice McCarthy.   

También pueden “vivir con nosotros felizmente” en el intestino y en la piel, agrega Weiss. “El problema ocurre cuando algo sucede y comienzan a causar enfermedades, y cuando intentas tratarlas y son intratables debido a la resistencia a los antibióticos”.

Dicho esto, uno de los mayores riesgos de contraer una infección resistente a los antibióticos es permanecer en un hospital o en un entorno de atención médica donde se usan antibióticos con frecuencia. “Las [bacterias] que quedan allí serán más resistentes”, explica Weiss.  

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Mito 4: Las superbacterias no afectan a las personas sanas   

Realidad: Casi la mitad (44%) de los encuestados en un estudio que la OMS realizó en varios países (en inglés) pensaron que la resistencia a los antibióticos es un problema solo para las personas que toman antibióticos con regularidad. En realidad, cualquier persona “en cualquier etapa de la vida” puede contraer una infección resistente a los antibióticos, dicen los CDC.  

Sin embargo, algunas personas tienen más riesgo de contraer infecciones que otras, como aquellas con enfermedades crónicas y las personas con sistemas inmunitarios debilitados, incluidos los adultos mayores, que tienen más dificultad para combatir enfermedades. Aproximadamente un tercio de las muertes por patógenos resistentes a los antibióticos se han producido en personas de 65 años o más, según una investigación publicada (en inglés) por Pew Charitable Trusts.

“Cuando tienes una enfermedad que hace que tu sistema inmunitario se debilite y entras en contacto con una superbacteria, puede causar un problema. Y el problema es cuando terminas en la sala de emergencias con una infección resistente a todos los diferentes antibióticos que un médico como yo esperaba usar”, dice McCarthy.

Muchos de los mismos esfuerzos de prevención que pueden reducir el riesgo de cualquier infección también pueden reducir el riesgo de una infección por superbacterias: lavarse las manos, mantenerse al día con las vacunas recomendadas, preparar y almacenar los alimentos de manera segura y evitar el contacto cercano con las personas enfermas.   

Otras cosas que puedes hacer: toma antibióticos solo cuando te los receten y sigue las instrucciones de tu médico. Abandonar el tratamiento demasiado temprano, incluso si te sientes mejor, da a cualquier bacteria restante la oportunidad de cambiar y volverse resistente al medicamento.  

Además, habla con tu médico sobre tus riesgos individuales. “Muchos pacientes no se dan cuenta de que están tomando medicamentos que debilitan su sistema inmunitario”, dice McCarthy.

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Mito 5: Los gérmenes resistentes a los medicamentos no son una amenaza para la medicina moderna

Realidad: La atención médica tal como la conocemos podría parecer muy diferente si nos quedáramos sin antibióticos eficaces y sin descubrir nuevos medicamentos o terapias alternativas.

Las infecciones comunes ya son cada vez más difíciles de tratar en el hogar. Por ejemplo, la bacteria que causa la mayoría de las infecciones urinarias se están volviendo cada vez más resistentes a una pastilla de antibióticos recetada de manera rutinaria. “Y actualmente tenemos un par de otras opciones orales, pero también está empezando a volverse resistente a ellas”, dice McCarthy.

“Y es posible que dentro de cinco años tengas que estar en el hospital para recibir un antibiótico intravenoso para lo que ahora se ha convertido en una infección de superbacterias. Vas a sobrevivir, pero es mucho más incómodo para ti y es mucho más costoso para el sistema de atención médica tratarte en el hospital por algo que antes era tratable como ambulatorio”, agrega.

Las cirugías diarias también podrían volverse más peligrosas, y las lesiones menores podrían poner en peligro la vida. “Realmente podríamos llegar a ese punto si no prestamos atención a esto”, dice Weiss.

Mito 6: La COVID-19 ha reducido la crisis de las superbacterias

Realidad: Las superbacterias eran una amenaza para la salud mundial antes de la pandemia, y la COVID-19 solo podía empeorar el problema (en inglés), dicen los expertos.

Un “gran número” de personas han sido hospitalizadas debido a la COVID-19, dice McCarthy, “y el hospital es un lugar donde puedes contraer una infección de superbacterias”. Además, uno de los tratamientos comunes para los pacientes hospitalizados con COVID-19 es un esteroide que debilita el sistema inmunitario, “lo que significa que las personas puedan infectarse con superbacterias más fácilmente”, agrega. Los CDC señalan que han respondido a varios brotes en unidades de COVID-19 causados por patógenos resistentes a los medicamentos.

Muchos centros de atención médica también han experimentado escasez de personal, lo que puede provocar lapsos en las prácticas de control de infecciones. Además, el uso de antibióticos en los hospitales entre los pacientes con COVID-19 ha sido alto. Según estudios, la mayoría de los pacientes hospitalizados con COVID-19 en Estados Unidos recibieron antibióticos al ser hospitalizados por una infección por coronavirus, aunque pocos en realidad tuvieron una infección bacteriana sospechosa o confirmada. 

“Así que es una especie de confluencia de factores que han permitido que las superbacterias se vuelvan más prominentes durante esta pandemia”, dice McCarthy.

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