Vida Sana


En el 2017, Bruno Graizzaro pesaba 298 libras y se describía a sí mismo como un “gran comilón”. Llevaba 11 años viviendo con diabetes tipo 2. Se inyectaba dosis elevadas de insulina, tomaba un medicamento para la diabetes por vía oral y se atormentaba pensando en varios familiares que habían luchado con la diabetes, entre ellos su padre, a quien le amputaron una pierna debido a esa enfermedad. “Estaba tan afianzado en los malos hábitos alimenticios que dependía de los medicamentos para controlar el azúcar en la sangre”, cuenta.

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Luego, conoció a un endocrinólogo del Diabetes Center of Excellence de UMass, quien sugirió un enfoque distinto: comprometerse a combinar una alimentación saludable con ejercicio, que él pondría en marcha con dos medicamentos para la diabetes bastante nuevos que también promueven la pérdida de peso. Hoy, a los 64 años, el ejecutivo contable de Boston ha perdido más de 60 libras, hace ejercicio de cuatro a cinco días a la semana (baloncesto, squash, yoga y entrenamiento de fuerza son sus favoritos) y solo necesita una cantidad mínima de insulina.
La insulina es la hormona que mueve el azúcar de la sangre hacia las células del cuerpo. Debido a la diabetes, el organismo no puede producir esa hormona (tipo 1) o, más comúnmente, se vuelve resistente a sus efectos (tipo 2). Un tratamiento común para ambos tipos son las inyecciones de insulina. (En enero, se cumple el 100.º aniversario del primer uso de la insulina para tratar a un paciente con diabetes).
Con frecuencia, la reacción a un diagnóstico de diabetes tipo 2 es una mezcla de miedo, aprensión, culpabilidad —y medicamentos—. “Quienes tienen diabetes tipo 2 muchas veces terminan usando cuatro o cinco medicamentos, entre ellos la insulina, porque piensan que esa es la única solución”, señala el Dr. Osama Hamdy, director del Inpatient Diabetes Program del Joslin Diabetes Center en Boston. “Pero muchas personas pueden controlar la diabetes solo con cambios en el estilo de vida”, incluidos el ejercicio, un plan de nutrición controlado por carbohidratos y una hidratación adecuada.
Si has recibido un diagnóstico de diabetes en los últimos cinco años, este es el momento óptimo para implementar tácticas de comportamiento estratégicas que pueden no solo mejorar la enfermedad, sino incluso revertirla, dice Hamdy. Y hasta quienes padecen diabetes desde hace mucho tiempo, como Graizzaro, pueden realizar cambios importantes. “No empieces a lidiar con la enfermedad con reproches y culpabilidad”, agrega Hamdy. “Acepta la realidad y pregúntate, ‘¿Qué haré ahora? ¿Viviré para siempre con esta enfermedad, o me arriesgaré y haré de esto una oportunidad maravillosa?’”.
A continuación, siete maneras de cambiar de rumbo, o de evitar la diabetes desde un principio.
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