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Por qué las enfermedades cardíacas de las mujeres son diferentes a las de los hombres

Desde el dolor de un ataque cardíaco hasta las recetas de estatinas, lo que varía y por qué.


spinner image Empaque de estatinas abierto, un estetoscopio y documentos médicos
SHIDLOVSKI/GETTY IMAGES

| Aunque la ciencia solo recientemente ha comenzado a entender por qué, las enfermedades cardíacas de los hombres y las mujeres parecen seguir guiones muy distintos. Desde el momento en que la presión arterial empieza a subir, hasta donde se siente el dolor de un ataque y cuáles medicamentos son —o no son— recetados, se han revelado las diferencias clave entre los sexos. A continuación, lo que debes saber.

Las mujeres experimentan el dolor de un ataque cardíaco de forma distinta a los hombres

Como la mayoría de las personas saben, mientras más temprano reconozcas los síntomas de un ataque cardíaco, mejor, ya que tu vida puede depender de si llegas a un hospital rápidamente.

En esta área, la conciencia somática intensificada de las mujeres debe darles una ventaja, ya que significa que "sienten dolor más temprano", dice la Dra. C. Noel Bairey Merz, directora del Barbra Streisand Women's Heart Center del Smidt Heart Institute en el Centro Médico Cedars-Sinai en Los Ángeles. ¿La desventaja? Las mujeres también sienten dolor con menos precisión.

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Eso significa que durante un ataque cardíaco, las mujeres pueden sentir dolor en el cuello, pecho o brazo, áreas que quizás no hagan sonar las alarmas necesarias de que un evento potencialmente mortal está en camino. Cuando las mujeres informan sobre esos síntomas tan variados y dispersos, a menudo los médicos piensan que tienen gripe, indica Bairey Merz. "Es menos probable que los médicos atribuyan esos síntomas más generalizados al corazón".

Aunque los hombres tienden a sentir un dolor más localizado en las etapas avanzadas de un ataque cardíaco, para cualquier sexo, el diagnóstico adecuado puede depender de las preguntas que hace el médico. "Interrogar a un paciente sobre si tiene dolor de pecho es una pregunta muy cerrada. La percepción de dolor de cada persona es diferente", dice la Dra. Nieca Goldberg, asesora principal del Women's Health Study de Langone Health en New York University en la ciudad de Nueva York. Por esta razón, en vez de preguntar si el dolor de un paciente se siente "como una puñalada", Goldberg pregunta si tienen "molestia en el pecho".

Las mujeres responden de forma diferente a las pruebas comunes que se hacen en el hospital para detectar un ataque cardíaco.

Aun si un médico piensa que una mujer está teniendo un ataque cardíaco, puede que el evento no se registre en una prueba estándar que busca proteínas en la sangre (llamadas troponinas) que se liberan cuando se daña el músculo del corazón. La herramienta para detectar ataques cardíacos no es tan específica para las mujeres como lo es para los hombres, indica Bairey Merz. Se están usando pruebas más sensibles de troponina en el Reino Unido; hacerse uno de estos exámenes, según investigaciones recientes, mejoró las probabilidades de las mujeres de recibir un diagnóstico de ataque cardíaco en un 42%.

Llegar rápido al hospital y obtener el diagnóstico correcto son solo parte del desafío para las mujeres con enfermedades cardíacas. Durante los años, muchos estudios han demostrado que hay una gran diferencia en cómo se tratan los hombres y las mujeres después de un ataque cardíaco.

En un estudio publicado (en inglés) en la revista Journal of the American College of Cardiology el pasado mes de octubre, investigadores de University of Edinburgh hallaron que las mujeres con el mismo diagnóstico cardíaco que los hombres recibieron solo la mitad de los tratamientos recomendados.

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Por ejemplo, de los 48,282 pacientes de ambos sexos con síntomas cardíacos en 10 hospitales en Escocia, los investigadores encontraron que el 15% de las mujeres recibieron un stent para abrir una arteria bloqueada, en comparación con el 34% de los hombres. Un 26% de las mujeres, frente a un 43% de los hombres, recibieron terapia trombolítica, y un 16% de las mujeres recibieron tratamientos preventivos, como medicamentos para bajar el colesterol (conocidos como estatinas), en comparación con el 26% de los hombres.

Para complicar más las cosas, las mujeres son más propensas a padecer un trastorno que imita un ataque cardíaco.

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A medida que los investigadores han empezado a entender mejor las diferencias biológicas de los sistemas circulatorios de los hombres y las mujeres, han aprendido que las mujeres pueden padecer varios otros problemas del corazón que imitan un ataque cardíaco.

Por ejemplo, es más probable que las mujeres tengan disecciones, o desgarres, en sus arterias coronarias, que presentan síntomas similares a un ataque cardíaco, señala Michelle O'Donoghue, cardióloga en Brigham and Women's Hospital y profesora auxiliar de medicina en la Facultad de Medicina de Harvard en Boston. También son más propensas a tener inflamación del corazón, conocida como miocarditis.

Otro tipo de enfermedad cardíaca que afecta más a las mujeres que a los hombres es la enfermedad microvascular. Las mujeres tienen corazones y vasos sanguíneos más pequeños que los hombres, y cuando sus vasos sanguíneos de menor tamaño se obstruyen con placa, se compromete el flujo sanguíneo, lo que causa que sientan que están sufriendo un ataque cardíaco.

Aunque Bairey Merz y sus colegas descubrieron la disfunción microvascular hace unas décadas, publicó dos estudios en la revista JAMA en noviembre. Los estudios ofrecen recomendaciones sobre quién debe evaluarse para detectar disfunción microvascular (en inglés) y cuáles herramientas funcionan mejor para ayudar a diagnosticar la enfermedad, que a menudo se puede controlar con medicamentos. Los estudios de imágenes no invasivos llamados tomografía por emisión de positrones (PET) o resonancia magnética cardíaca pueden detectar el trastorno, al igual que una angiografía coronaria más invasiva en la que los médicos miran dentro de los vasos sanguíneos para ver si hay una obstrucción.

Las mujeres tienen una idea de su futura salud cardíaca durante el embarazo.

La aparición de la diabetes o la retención de líquidos e hipertensión repentinas durante el embarazo (conocida como preeclampsia), son indicadores importantes del riesgo futuro de enfermedades cardíacas de una mujer. Para las mujeres, estos trastornos son una señal de alerta potencialmente útil de futuros problemas cardiovasculares.

Un estudio (en inglés) de 58,671 mujeres embarazadas, publicado el pasado mes de agosto en la revista Annals of Internal Medicine, halló que las mujeres que desarrollan hipertensión o diabetes gestacional durante su primer embarazo desarrollaron hipertensión crónica a una tasa dos o tres veces más alta que las mujeres que no tuvieron estos problemas durante el embarazo. Las mujeres también desarrollaron una tasa un 70% más alta de diabetes tipo 2 y una tasa un 30% más alta de colesterol alto.

Si una mujer desarrolla uno de estos dos resultados adversos del embarazo, deben medir su presión arterial cada año y ver a un internista o cardiólogo para manejar su salud dentro de cinco años desde el embarazo, aconseja Bairey Merz.

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Puede que las mujeres tengan que controlar su presión arterial a una edad más temprana que los hombres

La Dra. Susan Cheng, directora de investigación sobre salud pública en el Smidt Heart Institute en Cedars-Sinai y coautora de un estudio publicado (en inglés) el mes pasado en JAMA Cardiology, dice que la hipertensión "es el factor de riesgo principal para cualquier tipo de enfermedad cardiovascular grave". La hipertensión puede llevar a un derrame cerebral, insuficiencia cardíaca o ataque cardíaco.

Después de analizar presiones arteriales de pacientes de un sexo específico durante 43 años en cuatro estudios de salud basados en comunidades de todo EE.UU., Cheng y su equipo de investigación encontró que la presión arterial de una mujer aumenta a una edad más temprana y más rápido que la presión arterial de un hombre.

Así que "las mujeres más jóvenes deben estar muy pendientes de su presión arterial. Si no le prestan atención, para cuando sean mayores, las mujeres son más propensas a desarrollar ciertos tipos de enfermedades cardíacas, como un tipo de insuficiencia cardíaca", explica.

"Nuestros datos sugieren que el límite de presión arterial de las mujeres debe ser diferente al que se recomienda actualmente", indica Cheng.

Las mujeres parecen recuperarse de un ataque cardíaco de manera distinta, aunque el panorama todavía está incompleto.

En octubre, Michael Nanna, médico becario con especialización en enfermedades cardiovasculares de la Facultad de Medicina de Duke University, publicó un estudio que analizó datos de más de 3,000 pacientes de 75 años o más que fueron hospitalizados por razones como ataques cardíacos. Sus resultados demostraron que las mujeres tenían tasas más bajas de enfermedad coronaria obstructiva y menos necesidad de stents que los hombres. Pero las mujeres tuvieron tasas más altas de complicaciones hemorrágicas después de una angioplastia coronaria, un procedimiento que abre los vasos sanguíneos estrechados. Y en general, después de esas hospitalizaciones, las mujeres experimentaron más cambios de movilidad y en su capacidad de realizar tareas diarias que los hombres. "Podemos reconocer mejor estos deterioros y tratarlos con terapias", dice Nanna.

Otro estudio publicado el pasado diciembre en la revista Journal of the American College of Cardiology halló que, contrario a la creencia popular, las mujeres no tienen peores resultados generales que los hombres después de un ataque cardíaco, dice la coautora del estudio O'Donoghue de Brigham and Women's Hospital.

Ella y su equipo analizaron datos sobre los resultados de 68,730 pacientes hombres y mujeres dentro de 30 días de ser hospitalizados por dolor de pecho o un tipo especial de ataque cardíaco. "Cuando tomamos en cuenta que las mujeres tienden a ser mayores que los hombres y tienen más comorbilidades cuando sufren un ataque cardíaco, no tienen un riesgo mayor de resultados perjudiciales", dice.

Por supuesto, hay excepciones. O'Donoghue indica que las mujeres mayores sufren más daños que los hombres después de un tipo especial de ataque cardíaco asociado con la ruptura repentina de la placa dentro de las arterias coronarias.

¿Por qué las mujeres no se toman sus estatinas?

Michael Nanna, un médico becario con especialización en enfermedades cardiovasculares de la Facultad de Medicina de Duke University en Carolina del Norte, dice que las mujeres que tienen riesgo de enfermedades cardiovasculares no reciben medicamentos agresivos que reducen el colesterol, llamados estatinas.

En un estudio publicado (en inglés) en Circulation: Cardiovascular Quality and Outcomes, Nanna y sus colegas examinaron el uso del tratamiento con estatinas entre 5,693 pacientes con, o en riesgo de, enfermedad cardiovascular aterosclerótica. Hallaron que el 67% de las mujeres, en comparación con el 78% de los hombres, recibieron estatinas.

¿Cuál es la razón más común por la cual las mujeres aptas no reciben tratamiento con estatinas? Sus proveedores de atención médica no se los ofrecieron.

Además, más mujeres que hombres rechazaron la terapia con estatinas porque pensaban que no eran seguras o eficaces. Las mujeres también eran un 7.9% más propensas a informar que dejaron de tomar sus estatinas debido a un efecto secundario, en comparación con el 3.6% de los hombres. Sin embargo, los posibles efectos secundarios de las estatinas, que pueden incluir dolores musculares, sensibilidad o debilidad, se consideran bajos, indica Nanna. Los efectos secundarios indicados pueden estar relacionados a un "efecto nocebo", en el que las expectativas negativas de un tratamiento conducen a un efecto negativo.

"Esta es solo una pieza de un rompecabezas más grande del tratamiento subóptimo que reciben las mujeres", dice Nanna.

Nanna expresa que "cerrar la brecha terapéutica requiere que todos nosotros mantengamos la consistencia en el cuidado que proveemos en entornos clínicos. Tenemos que volver a dedicarnos a demostrar la seguridad de las estatinas y su uso para reducir el riesgo cardiovascular".

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