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Conflictos familiares: el cuidador primario suele terminar enfrentado con sus hermanos

Las rivalidades latentes pueden reavivar problemas, pero la comunicación frecuente es la clave.


spinner image Manos sobre manos en apoyo de grupo.
WAVEBREAKMEDIA/GETTY IMAGES

Los resentimientos y las rivalidades del pasado son difíciles de erradicar, en especial en las relaciones entre hermanos, y las situaciones relacionadas con el cuido de un ser querido pueden reavivarlos.

Esto es especialmente cierto si un hijo adulto se encarga de la mayor parte de las tareas del cuidado con poca ayuda de sus hermanos, o si una persona asume los gastos médicos o del cuidado remunerado. En otros casos, se pueden presentar luchas de poder entre los hermanos mayores y menores que creen saber lo que es mejor para mamá o papá, y desean controlar la toma de decisiones sobre su cuidado.

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Para complicar aún más las cosas, “los padres suelen preferir que cierto hijo sea su cuidador primario, lo que puede reavivar resentimientos con los hermanos”, dice Barry J. Jacobs, psicólogo clínico, consultor de atención médica y experto en cuidados de AARP.

“La forma en que se comporten mutuamente puede afectar las relaciones entre hermanos por el resto de la vida”, observa. “Cuando aúnan esfuerzos y trabajan juntos, eso puede fortalecer la relación; cuando no lo hacen, puede debilitarla”.

A continuación se presentan estrategias sensatas que pueden ayudarte a transitar los posibles campos minados con tus hermanos:

1. Logra un consenso

Programa una reunión con tus hermanos, ya sea en persona o por teleconferencia, para “hablar sobre la situación de tu padre o tu madre, sus necesidades de atención, y lo que puede suceder en el futuro”, sugiere Jacobs.

Una vez lleguen a un acuerdo general, prepara un plan de atención en el que se incluya quién desempeñará cada función. Alguien hará la mayor parte del trabajo; otros ofrecerán apoyo o cuidados de relevo.

Al menos cada trimestre, reevalúa lo que está sucediendo con tu ser querido y cómo cambian sus necesidades. Rectifica el plan según sea necesario.

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2. Distribuye adecuadamente las tareas

Considera qué hermano es el más idóneo para cada responsabilidad, con base en sus capacidades, recursos económicos, proximidad a la persona que recibe los cuidados, disposición de tiempo y otros factores clave.

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Sé flexible en el intercambio de responsabilidades entre hermanos, ya que la situación de cada persona puede cambiar, afirma Jacobs.

3. Determinen cómo mantenerse en contacto

Acepten mantenerse al tanto mutuamente sobre todo cambio en la situación o las necesidades de tu ser querido.

Decidan juntos la mejor forma de comunicarse o la que prefieran (tal vez mensajes de texto o de correo electrónico grupales) para intercambiar información importante entre las reuniones programadas, dice Jacobs. Luego, usa esa forma de comunicación en la medida en que surjan problemas o haya cambios.

4. Pide lo que necesitas

Si eres el cuidador primario, evita ponerte en la posición de cargar todas las tareas de atención o tomar todas las decisiones, ya que esto puede llevar a que te resientas o te desgastes. Conviértete en un comunicador firme y directo, y explica qué ayuda específica necesitas (ya sea ayuda económica o un relevo de descanso de cuidar a tu ser querido).

“Si no expresas tus necesidades, no puedes esperar que los otros miembros de la familia te lean la mente”, afirma Dolores Gallagher-Thompson, profesora invitada de la Betty Irene Moore School of Nursing de University of California, Davis.

5. Considera contratar ayuda externa

Si las tensiones y los resentimientos de toda la vida entre hermanos se interponen en los esfuerzos mutuos por ofrecerle cuidados óptimos a tu ser querido, busca asesoría para ayudarte a resolver los problemas, aconseja Gallaguer-Thompson.

Recuerda que la persona que recibe los cuidados sufre más cuando las tareas generan luchas de poder y resentimientos inmanejables entre hermanos, indica Jacobs. Si cada uno de ustedes puede recordarlo y tratar de solucionar o poner a un lado las diferencias por el bien colectivo de ayudar a tu ser querido, estarán en una mejor posición de hacer bien el trabajo.

Y al trabajar juntos, incluso pueden mejorar su relación personal.

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