Precios justos para los medicamentos recetados
Los congresistas afirman que quieren reducir los precios de los medicamentos recetados, pero aún no lo han hecho. El Senado tiene una oportunidad histórica de ayudar a los adultos mayores a costear los medicamentos recetados que necesitan al permitir que Medicare negocie precios más bajos para los medicamentos. Los Gobiernos estatales también tienen una función que desempeñar, y algunos gobernadores y legisladores estatales ya han aprobado leyes que establecen juntas de revisión de la asequibilidad de los medicamentos, mejoran la transparencia en los precios, permiten la importación segura de fármacos y fijan límites para los gastos de bolsillo de medicamentos específicos, como la insulina.
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Desafíos futuros
Las personas en Estados Unidos pagan más de tres veces lo que se paga en otros países por los mismos medicamentos. Si otras necesidades básicas aumentaran al mismo ritmo que los medicamentos, un galón de leche costaría $13 y un galón de gas sin plomo tendría un precio de $12.20 en la actualidad. Permitir que Medicare negocie precios más bajos para los medicamentos es una solución sensata que ayudará a combatir la inflación. La simple razón por la que los medicamentos recetados son tan caros es que las compañías farmacéuticas tienen la libertad de manipular los precios que pagan los contribuyentes. A diferencia de lo que sucede en muchos otros países, los fabricantes de medicamentos en Estados Unidos pueden fijar sus propios precios sin que exista virtualmente ninguna transparencia ni obligación de rendir cuentas. Esto es cierto incluso en un momento en que se experimenta un nivel de inflación sin precedentes. El precio promedio al por menor de 143 medicamentos de marca de amplio uso ha aumentado más del 300% en los últimos 15 años, mientras que la inflación general aumentó un 32% durante ese mismo período, según un informe de AARP del 2021 que analizó los precios al por menor de esos medicamentos.
Además, las compañías farmacéuticas gastan millones de dólares para proteger sus ganancias. Solo en el 2020, las grandes farmacéuticas gastaron más de $161 millones en cabildeo y casi $6,600 millones en publicidad.
Los precios exorbitantes han obligado a muchas personas de 50 años o más con enfermedades como cáncer, asma y diabetes a elegir entre pagar sus medicamentos vitales y pagar por alimentos o alquiler.
Los altos precios de los medicamentos recetados también elevan el precio de las primas de seguro médico, los deducibles y los gastos compartidos de los planes de salud de los empleados y de los programas financiados por los contribuyentes, como Medicare y Medicaid. Esto se traduce en impuestos más altos o recortes a los programas públicos que afectan a las personas en Estados Unidos.
Principios rectores de AARP
Al considerar un candidato, ten en cuenta las prioridades de AARP sobre el precio de los medicamentos:
- Buscar acción del Senado para permitir que Medicare negocie los precios de los medicamentos recetados.
- Los precios de los medicamentos no deberían aumentar a un ritmo mucho más alto que la inflación.
- Abogar por un límite a los gastos de bolsillo de los costos del plan de medicamentos recetados de la Parte D de Medicare.
- Aumentar la transparencia en los precios de los medicamentos recetados.
- Asegurar que los fármacos genéricos más económicos estén disponibles más rápidamente en el mercado.
Llamado a la acción
AARP está luchando para reducir los precios de los medicamentos recetados y evitar que las grandes compañías farmacéuticas continúen cobrando precios exorbitantes a los adultos mayores y a los contribuyentes.
Para más información, visita aarp.org/vota.