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Más lugares de votación accesibles para personas con discapacidades

El voto ausente, el voto por correo y los servicios por internet ofrecen buenas alternativas.

James Spittle, de 82 años, efectuó su voto desde su auto, con la ayuda del oficial electoral Karl Hess en Alexandria, Virginia.

Douglas Graham/Roll Call/Getty Images

Algunos estados ofrecen la votación en la acera, donde los trabajadores electorales llevan una boleta de papel o una máquina de votación afuera, lo cual permite que una persona con discapacidades vote desde un auto.

In English | Si un votante necesita maniobrar una silla de ruedas en un centro de votación o tiene problemas para leer la boleta, la ley federal es muy clara: los funcionarios electorales deben proporcionarle una manera segura, privada e independiente para votar.

Sin embargo, la accesibilidad a los lugares de votación varía ampliamente en todo el país. Según la GAO (Oficina de Responsabilidad Gubernamental de EE.UU.), en las elecciones del 2016 solo el 40% de los lugares de votación sondeados podían asistir plenamente a personas con discapacidades. Sin embargo, se trata de una gran mejora con respecto al año 2000, cuando solo el 16% eran totalmente accesibles, según un estudio similar.

Los investigadores de la GAO han descubierto consistentemente que muchos lugares de votación tienen rampas demasiado empinadas, no cuentan con rampas para sillas de ruedas en absoluto, tienen caminos difíciles desde el estacionamiento hasta las mesas de votación o no cuentan con señalización de entradas accesibles.

La ADA (Ley para Estadounidenses con Discapacidades) requiere que los servicios públicos, incluidos los centros de votación, sean accesibles para las personas con discapacidades. Y la HAVA (Ley Ayude a América a Votar), promulgada después de las elecciones presidenciales del año 2000, requiere que todos los centros de votación tengan, al menos, una estación de votación accesible. Esa máquina debe, por ejemplo, ser capaz de marcar la boleta para alguien que no puede hacerlo y contar con un tipo de letra grande para personas con problemas visuales.

Antes de que existieran estos requisitos, si alguien que era ciego quería votar en persona, tenía que llevar a una persona vidente al centro de votación y pedirle que marcara la boleta en su nombre. "Tenían que decirles por quién votar y confiar en ellos para que cumplieran sus deseos", explica Lawrence Norden, subdirector del programa de democracia del Brennan Center for Justice de la Facultad de Derecho de New York University. Eso le quitó a ese votante el derecho al voto secreto.

Norden agrega que las personas que no se consideran discapacitadas pueden beneficiarse enormemente de las adaptaciones que se han hecho. Eso incluye al votante que olvidó llevar los anteojos de lectura, pero puede usar la máquina con letra de gran tamaño, o a un adulto mayor que no puede hacer cola durante mucho tiempo y puede beneficiarse de tener una silla a mano.

"Creo que avanzamos mucho en términos de hacer que el proceso electoral sea accesible para las personas con discapacidades. Pero todavía quedan cosas por hacer".

— Michelle Bishop

En los últimos años, una cantidad creciente de estados ha adoptado alternativas a los lugares de votación el día de las elecciones. Ahora es más fácil votar en ausencia, y más estados permiten votar por correo. El registro de votantes por internet también ha facilitado las cosas para las personas con discapacidades físicas.

Además, algunos estados ofrecen la votación en la acera, donde los trabajadores electorales llevan una boleta de papel o una máquina de votación afuera y los votantes pueden emitir su voto desde el auto o en la calle. Los defensores de derechos sugieren que la gente consulte de antemano con los funcionarios electorales locales para ver si la votación en la acera está disponible en su área.

Michelle Bishop, especialista en derechos electorales de la National Disability Rights Network (NDRN, Red nacional de derechos para las personas con discapacidades), explica que esas alternativas son positivas, pero no reemplazan el derecho de alguien con discapacidades a votar dentro del centro de votación.

"A los votantes les encanta ir a los centros de votación los días de elecciones", dice. "Es parte de ser ciudadano estadounidense. No podemos decir que hay un grupo de ciudadanos que tienen que quedarse en casa".

Los expertos y los defensores de derechos concuerdan en que muchas personas con discapacidades no son conscientes de su derecho a una experiencia de votación accesible. Además, muchos trabajadores electorales no tienen la capacitación que necesitan para ayudar eficazmente a las personas con discapacidades.

La EAC (Comisión de Asistencia Electoral), creada por HAVA, ha estado difundiendo las opciones para los votantes con discapacidades. Se ha acercado a los grupos de defensoría y ha distribuido una tarjeta que enumera sus derechos, incluido el hecho de esperar que los trabajadores electorales ofrezcan asistencia. El presidente de la EAC, Thomas Hicks, insta a los votantes a que consulten a sus funcionarios electorales acerca de la accesibilidad de su centro de votación y pregunten si pueden probar el equipo antes del día de las elecciones. Los defensores dicen que los votantes con discapacidades deben instar a sus funcionarios electorales locales a implementar las adaptaciones que las leyes federales requieren.

"Creo que avanzamos mucho en términos de hacer que el proceso electoral sea accesible para las personas con discapacidades", expresa Bishop. "Pero todavía quedan cosas por hacer".