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Una conversación con Melinda Gates

Nos habla de cómo llegar a los 50 años con inspiración y optimismo.

Melinda Gates

Joe Pugliese/AUGUST

Melinda Gates, activista, experta en infomática, y esposa del cofundador de Microsoft, Bill Gates.

In English l Melinda Gates es una de las mujeres más reconocidas de su generación por el trabajo altruista que lleva adelante y por su corazón filantrópico. Concentra sus esfuerzos humanitarios en iniciativas relacionadas con las mujeres y la planificación familiar. En una conversación, esto es lo que nos dijo.

Visitas los países en vías de desarrollo y Europa varias veces al año en viajes para la defensa de derechos. A medida que viajas por el mundo, ¿qué te indigna?

El hecho que cada año, todavía, 6.5 millones de niños mueren antes de su quinto cumpleaños. Esto sencillamente no debe suceder hoy en día. Bill [Gates, cofundador de Microsoft] y yo pensamos que esa cifra puede reducirse a la mitad en los próximos 15 años.

¿Fue en algún momento en particular cuando decidiste centrarte en las mujeres y la planificación familiar?

Estaba sentada con un grupo de mujeres en Nairobi, y una mujer keniana llamada Marianne lo resumió a la perfección: "Deseo hacer lo correcto para este niño antes de traer otro a este mundo". Pensé, "Eso es exactamente lo que se debe hacer".

Melinda Gates en uno de sus viajes a india

Cortesía de la Bill and Melinda Gates Foundation

Melinda Gates en uno de sus viajes altruistas.

El mes de marzo es el Mes Nacional de la Historia de la Mujer. ¿Cuáles mujeres han sido tu mayor inspiración?

Primeramente, la Madre Teresa. Luego Ada Lovelace, la primera programadora de computadoras. La tercera es Jane Otai, con quien me hice amiga en Nairobi. Se crio en un barrio pobre, se mudó y comenzó a trabajar en la ciudad, y ahora ha decidido regresar para servir a las mujeres en ese mismo barrio pobre y asegurar que tengan acceso a cosas como los anticonceptivos.

¿Cómo te sientes tratando los problemas de los países tercermundistas cuando vives la mejor vida del Primer Mundo?

Cuando conozco a familias en el terreno en Bangladesh o India o África, me doy cuenta de lo parecidas que son a familias como la mía en Estados Unidos. Lo que les importa es ver a sus hijos crecer saludablemente y obtener una gran educación para poder desarrollar plenamente su potencial. Esa es una verdad universal.

¿Cómo afecta tu enfoque hacia la filantropía ser experta en computación y genio de datos informáticos?

Con esos antecedentes, siempre estoy preguntando, "¿Realmente sabemos si este programa está logrando un cambio? ¿Qué nos muestran las estadísticas?" Y si los datos no existen, "¿cómo establecemos un sistema de datos para asegurar que existan?".

¿Qué consideras es el descubrimiento más emocionante en el ámbito de la tecnología de la salud?

Las vacunas. Las damos por hecho aquí en Estados Unidos. Veo a mujeres en los países en vías de desarrollo hacer fila para vacunar a sus hijos. Te dicen que caminaron 10 kilómetros en el calor porque saben que la vacuna, sea para las paperas, el sarampión o la rubéola, mantendrá vivos a sus hijos.

Como católica practicante, ¿qué opinas sobre el papa Francisco?

Su misión, que consiste en decir que la Iglesia Católica debe volver a sus raíces y centrarse en los pobres, es absolutamente fantástica.

Cumpliste 50 años el pasado mes de agosto. ¿Cuán distinta te parece la vida?

Me encanta tener 50 años. Tomé un respiro cuando los cumplí para reflexionar sobre los últimos 30 años y mirar hacia el futuro. Deseo un cambio real durante mi vida.

Para celebrar tu cumpleaños, tu hermana organizó una fiesta con el lema Sound of Music (Sonrisas y lágrimas). ¿Te divertiste?

¡Lo pasamos de lo mejor! Intentamos aprender a bailar el vals Landler. Me encanta esa escena en la película The Sound of Music. No tuvimos mucho éxito, pero sí intentamos —todos en mi familia, unos 19 parientes— bailarlo.

Bill y tú tienen tres hijos adolescentes: dos hijas y un hijo. ¿Qué les aconsejas?

Encontrar su pasión y seguirla.

¿Qué aplicaciones o aparatos dirías que te son indispensables?

Mi teléfono celular. Mi hija está en la universidad, y me envía mensajes de texto.

¿Podemos llamarte optimista?

Sin lugar a dudas. Bill y yo nos decimos optimistas impacientes. Pensamos que la probabilidad que tienen los pobres de mejorar sus vidas en los próximos 15 años será mayor que en cualquier otro momento en la historia, por las innovaciones que anticipamos se presentarán.

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