
En esta época del año, es fácil dejarse seducir por las nuevas series de ostentosos teléfonos inteligentes.
Fíjate en los cuatro teléfonos iPhone 15 que anunció Apple el 12 de septiembre en su sede central de Silicon Valley, que estarán a la venta diez días después. Los modelos de primera línea iPhone 15 Pro y Pro Max —sorprendentemente livianos a pesar de tener pantallas de 6.1 y 6.7 pulgadas, respectivamente— están construidos con titanio de grado aeroespacial y cuentan con lo último de Apple en materia de chips y sistemas de cámaras de nivel profesional.

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Por dentro, tienen el tipo de cosas que hacen salivar a los entusiastas de la tecnología. Y a principios de octubre oirás hablar de los nuevos Google Pixel, con visos de Android, que se anticipa presentará Google en sus propios eventos con la prensa.
Su rival Samsung se hizo presente en el verano con versiones nuevas de los teléfonos plegables, extremadamente caros. Si el gigante surcoreano de electrónica se mantiene dentro de su táctica acostumbrada, probablemente no presente las próximas versiones de la emblemática serie Galaxy S, de diseño más convencional, hasta el primer trimestre del 2024.
Por qué podría ser buena idea esperar para comprar
Pero la realidad es esta: es posible que no estés listo para comprar un teléfono nuevo, ni iPhone ni Android.
Tal vez tienes un presupuesto ajustado. Incluso con las ofertas —más generosas que nunca— de créditos por la entrega de tu teléfono viejo y planes de pago que pueden reducir en forma considerable lo que gastas cada mes, los dispositivos que reciben la atención de los medios de comunicación no son baratos.
Esta vez Apple no aumentó los precios de los teléfonos nuevos, pero de todas maneras son caros. Los últimos iPhone comienzan en $799 y $899 por el iPhone 15 con pantalla de 6.1 pulgadas y el iPhone 15 Plus con pantalla de 6.7 pulgadas, y saltan a $1,599 por un modelo Pro Max con 1 terabyte de almacenamiento.
Pero al menos los más económicos iPhone 14, 13 y SF, con pantalla más pequeña, continúan siendo parte de la oferta. Y Apple sigue evitando los teléfonos plegables que pasan de teléfono inteligente a tableta pequeña, como los de Samsung, Google y otros. El Galaxy Z Fold5 de Samsung cuesta alrededor de $1,800, lo mismo que el Pixel Fold.
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