Vida Sana
Las clases virtuales fueron una valiosa distracción para los estudiantes perpetuos que estaban confinados en casa durante el peor momento de la pandemia, pero el aprendizaje no se detuvo ahora que vuelven a salir.
Puedes tomar clases sobre una gran variedad de temas desde tu teléfono inteligente, tu computadora, tu tableta o tu televisor con capacidad de transmisión. Puedes aprender una lengua extranjera, a tocar el piano, cultivar tus pasatiempos, explorar actividades que siempre te han intrigado o adquirir aptitudes que te ayuden a emprender una nueva carrera en el futuro.
Membresía de AARP: $12 por tu primer año cuando te inscribes en la renovación automática.
Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP
Por si fuera poco, muchas clases son gratuitas, aunque quizá debas pagar para recibir certificados o “microcredenciales” relacionadas con las competencias de mayor demanda.
“Si quieres tomar [una clase] y recibir calificaciones y observaciones, se te cobrará algún tipo de cargo por el servicio”, señala Curt Bonk, profesor de Aprendizaje, Diseño y Tecnología de la Universidad de Indiana y copresentador del pódcast Silver Lining for Learning.
El aprendizaje a pedido cambió la industria
La pandemia tuvo un efecto notable en el aprendizaje por internet, y no solo para tus hijos y nietos en edad universitaria. La empresa de educación por internet Coursera afirma que a fines del 2019 tenía 46 millones de alumnos en su plataforma. Luego, solamente en el 2020 se incorporaron 30 millones de personas a sus clases. El total de alumnos de la plataforma ya supera los 118 millones.
Algunas clases de toda la oferta de aprendizaje virtual se imparten en tiempo real, pero la mayoría están disponibles a pedido, muchas de ellas en colaboración con prestigiosas facultades y universidades, y con instructores expertos de grandes empresas.
¿Quieres más información?
AARP tiene varios programas que ofrecen clases a pedido o en vivo, y muchas de ellas son gratuitas (enlaces en inglés):
Seminarios en línea con AARP Programs. En directo o a pedido sobre diversos temas.
AARP Skills Builder for Work. Adquiere nuevos conocimientos para tener más posibilidades en el mercado laboral actual.
Centro Comunitario Virtual de AARP. Actividades y clases interactivas gratuitas para divertirte, aprender y superarte.
Senior Planet, de AARP, imparte clases en vivo por internet sobre finanzas, tecnología, bienestar y otros temas.
Gracias a los cursos masivos y abiertos en línea (MOOC), millones de personas de todo el mundo lograron tener acceso a planes de estudios que antes solo podían cursar los estudiantes que pagaban matrículas muy elevadas. Los cursos ascienden a miles y cubren temas que van desde la inteligencia artificial a la fotografía digital.
Por lo general, cada curso incluye un video con la presentación del profesor, lecturas afines, pruebas y un foro de debate en internet. La cantidad y la duración de las clases varían.
En MOOC.org, una extensión de una plataforma de cursos virtuales conocida como edX.org, puedes buscar cursos de Contabilidad o Ciencia de Datos. Si deseas comprender la tecnología de cadena de bloques, en edX puedes tomar un curso gratuito y autoguiado de IBM de tres semanas de duración y tres horas de clase por semana. Si en cambio prefieres estudiar el uso del aprendizaje automático en el lenguaje de programación Python, Harvard ofrece un curso en edX que dura siete semanas con 10 a 30 horas de clase semanales, también gratuito y autoguiado.
Las clases son ‘cada vez menos gratuitas’
Al principio, los cursos masivos y abiertos en línea eran en su mayoría gratuitos. Grandes grupos de alumnos tomaban los cursos juntos, y de ahí surgieron los términos “abierto” y “masivo” en el nombre. Sin embargo, los cursos han evolucionado.
Si bien acceder a las clases en video sigue siendo gratis, algunos elementos, como el acceso a las pruebas y la calificación de las tareas, pueden requerir un pago. Por una tarifa adicional, algunos proveedores ofrecen credenciales, certificados o incluso un título completo.
“Cada vez son menos gratuitos. Es [una] tendencia clara y, desde luego, muy necesaria”, afirma Fiona Hollands, fundadora y directora ejecutiva de EdResearcher. Su empresa independiente de investigación cubre programas, políticas y actividades en materia de educación.
¿Su razonamiento? “No se puede impartir educación de alta calidad de forma gratuita”. La calidad de las clases por internet varía, señala.
