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La mejor meta para bajar de peso es no tener ninguna meta

Al concentrarse en su bienestar, la chef Virginia Willis adelgazó 65 libras y cambió su forma de pensar sobre las dietas.

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Virginia Willis
ANDREW THOMAS LEE

La redactora de una revista nacional de salud me persiguió por varias semanas. Quería contar la historia de mi triunfo: cómo bajé 40 libras y publiqué en el 2015 un galardonado libro de cocina con versiones saludables de platos sureños de tradición.

El problema fue que mi éxito se había esfumado. Cuatro años después de la publicación del libro, había vuelto a aumentar de peso por mi profesión que era cocinar, comer y beber, además de encauzar el estrés a través de la comida. Cuando finalmente le confesé a la redactora cuánto pesaba, cortó toda comunicación conmigo. Ese fue un punto crítico en mi vida. Algo tenía que cambiar de verdad esta vez.

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En lugar de hacer dieta con una meta de peso, decidí enfocarme en ser "sana y fuerte". Comencé a caminar como forma de ejercicio y cambié lentamente mi relación con la comida. Quería que la comida me nutriera y no que me anestesiara. Cuando se desató la pandemia de la COVID, comencé a meditar y a escribir en mi diario.

Lo que descubrí durante este proceso introspectivo de un año fue que la mejor manera de proteger mi salud era con lo que llamo las "barandillas de mi vida". Las vallas de las carreteras impiden que tu auto caiga en una zanja. Del mismo modo, las vallas de contención de mi vida me ayudan a mantenerme encaminada. Mis tres barandillas principales son comer sano, hacer ejercicio y ser consciente de mis actos todos los días. A través de cultivar el hábito, la repetición y la constancia, bajé gradualmente 65 libras y desde hace dos años he mantenido el peso.

Sin embargo, ser sana y fuerte no se trata solo del peso. Significa un bienestar físico, mental y espiritual. Además, el bienestar no es un destino, sino una senda. Nadie puede ser perfecto, pero en mi opinión si te mantienes dentro de la senda la mayoría del tiempo, lo estás haciendo bien.

Igualmente puedes comer alimentos deliciosos —y hasta a veces gratificantes y exquisitos— y perder peso. Soy un ejemplo de la vida real de que es posible hacerlo, siempre que seas consciente de lo que comes. Uno de mis postres favoritos es el pastel de zanahorias. La receta común parece sana; después de todo, está repleta de vegetales, ¿no? Pero por lo general tiene cantidades excesivas de aceite. Por eso lo hago más esponjoso agregando piña triturada y uso menos aceite. (Claro que el pastel y el glaseado siguen teniendo azúcar, por lo que conviene disfrutarlo en moderación).

Al convertir en hábito la alimentación sana, no solo estoy cuidando de mi cuerpo, sino que me siento bien con él. Y ese es el cambio más trascendental de todos.

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ANDREW THOMAS LEE

Pastel de zanahoria bajo en grasa

Rinde 24 porciones

Ingredientes

Moldes redondos para pastel

  • 1 lata (8 onzas) de piña triturada con jugo de piña
  • 2¼ tazas de harina de repostería de trigo integral, y más para enharinar los moldes
  • 1¼ cucharaditas de polvo para hornear
  • 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
  • 1 cucharadita de sal marina fina
  • 1 cucharadita de canela en polvo
  • ¼ cucharadita de pimienta inglesa molida
  • ¼ cucharadita de nuez moscada recién rallada
  • 1 taza de pacanas picadas
  • ½ taza de pasas doradas
  • 1½ tazas de azúcar granulada
  • 3 huevos grandes
  • ½ taza de aceite de canola
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 3 tazas de zanahorias ralladas (4 a 6 medianas)
  • Pacanas en mitades, para decorar

Glaseado

  • 1 paquete (8 onzas) de queso crema reducido en grasa, a temperatura ambiente
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 1 pizca de sal marina fina
  • 1 libra de azúcar en polvo, tamizada

1. Calentar el horno a 350 °F. Rociar dos moldes redondos para pasteles de 9 pulgadas con aceite en aerosol. Recubrirlos con papel para hornear. Volver a rociarlos con aceite en aerosol; enharinarlos. Dejarlos a un lado.

2. Escurrir la piña presionando los trozos sólidos por un colador colocado sobre un tazón. Dejar a un lado la piña escurrida y el jugo de piña.

3. En un tazón grande, tamizar juntos la harina, el polvo para hornear, el bicarbonato de sodio, la sal, la canela, la pimienta inglesa y la nuez moscada. Agregar las pacanas y pasas, y revolver para combinarlas y revestirlas de la mezcla. (Eso evitará que las nueces y las pasas queden hundidas abajo). Dejarlo a un lado.

4. En el tazón de una batidora de pie equipada con el accesorio de paleta, combinar el azúcar granulada y los huevos. Batirlos a velocidad baja hasta combinarlos bien. Agregar el aceite en un chorro lento y constante, haciendo una pausa si la mezcla empieza a verse demasiado grasosa y no se ha combinado bien; seguir hasta que quede homogénea. Incorporar la mezcla de harina y nueces, la vainilla, la piña escurrida y las zanahorias ralladas. Batir a velocidad baja hasta combinar bien. Dividir la masa por igual entre los moldes preparados para el horno.

5. Hornear hasta que un palillo de madera insertado en el centro de cada capa salga limpio y los pasteles empiecen a separarse del borde del molde, de 35 a 40 minutos. Dejar que los pasteles se enfríen en sus moldes durante 10 minutos. Desmoldarlos; colocarlos invertidos en rejillas de alambre para que se enfríen por completo. Retirar el papel para hornear. Untar los pasteles con el jugo de piña reservado.

6. Glaseado: en el tazón de una batidora de pie equipada con el accesorio batidor de varilla o de paleta, combinar el queso crema, la vainilla y la sal. Con la batidora a velocidad baja, agregar el azúcar en polvo. Combinar hasta que la mezcla quede homogénea. Dejar el glaseado a un lado o refrigerarlo para usar después.

7. Una vez que las dos mitades del pastel se enfriaron por completo, glasearlas. Para ello, invertir la primera capa sobre una base para pasteles o molde redondo de cartón. Con una espátula pequeña, untar en forma pareja la primera capa con 1 taza de glaseado aproximadamente. Esparcirlo para que llegue al borde del pastel. Colocar la otra capa, invertida, sobre el glaseado y presionar para nivelarla. Con la espátula, untar la parte superior del pastel con el glaseado restante. Adornar con las mitades de pacanas. Para servir, cortar con un cuchillo dentado. Guardar en un recipiente hermético en el refrigerador un máximo de 3 días.

Nutrientes por porción: 310 calorías, 4 g de proteína, 47 g de carbohidratos, 3 g de fibra, 12 g de grasa, 25 mg de colesterol, 230 mg de sodio.

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