Un hombre se vuelve a enlistar en el ejército a los 59 años y vence el entrenamiento
Monte Gould explica por qué su edad y experiencia hicieron más fácil el entrenamiento básico.
In English | Si bien muchos adultos de 59 años empiezan a pensar en una transición gradual a la jubilación, el sargento del estado mayor Monte Gould decidió alistarse por tercera vez en las Fuerzas Armadas. Lo que no imaginó es que tendría que volver a pasar por el campamento de entrenamiento.
"Nadie completa el entrenamiento básico y se dice a sí mismo: 'La verdad es que me encantaría volver a hacerlo'", dice Gould. "Pensé que el campamento de entrenamiento del Cuerpo de Infantería de la Marina que realicé en 1978 habría sido suficiente".
Gould ya había servido 18 años en las Fuerzas Armadas. Se incorporó por primera vez al Cuerpo de Infantería de la Marina en 1978 y sirvió tres años. Después, en respuesta a la Operación Tormenta del Desierto, se alistó durante 10 años en la Guardia Nacional del Ejército en 1992 como soldado de infantería y francotirador. En el 2002 se unió a la Reserva del Ejército como especialista en asuntos civiles.
A pesar de su extensa carrera como militar, Gould sintió que tenía más que ofrecer, y eso influyó en su decisión de alistarse de nuevo en el Ejército de EE.UU. en el 2020.
"También quería servir a mi país en este momento de conflicto, ya que sentía que mi contribución a la nación hasta la fecha no había sido suficiente", explicó. "Me parecía que tenía que hacer más, y sentí la obligación de hacer más por mi país".
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Pero primero pidió el apoyo de su esposa, Lisa, y de sus hijos.
"Me eché a reír, fue gracioso", dijo Lisa. "No de manera cruel. ¿Pero sabes qué? Si tú puedes hacerlo, entonces cualquiera puede. No debes rendirte. Cuando tienes más edad, debes seguir esforzándote".
El hijo más joven de Gould, el especialista del Ejército Jarrod Gould, de 35 años, también expresó su apoyo por su padre. Esto era algo esencial, ya que ambos habían sido asignados a la misma unidad, el Batallón 405 de Asuntos Civiles en Las Vegas.
"La capacidad de servir [con] mi hijo —algo que muy pocas personas tienen la oportunidad de hacer— fue algo muy importante", dijo.
Cómo se preparó para el entrenamiento básico
Aunque lleva una vida activa y saludable, Gould dice que tuvo que perder peso y mejorar su problema cardiovascular para competir con personas más jóvenes que él en el campamento de entrenamiento.
Su entrenamiento incluyó marchas de hasta 22 millas con una mochila a la espalda llena de piedras (con un peso de 45 libras). También hizo levantamiento de pesas, flexiones y ejercicios abdominales.
Surgieron otros retos por problemas administrativos. Gould explica que le pidieron que presentara un sinfín de documentos, realizara una verificación de antecedentes, hablara con varios reclutadores y se sometiera a múltiples exámenes físicos.
"Son bastante estrictos con alguien que tiene 59 años", dice. "No es broma; lo verifican todo, y lo verifican dos veces, y se aseguran de que seas físicamente capaz de hacerlo antes de dejar que te incorpores".
El secreto para sobrevivir el campamento de entrenamiento 40 años después
Gould era cuatro décadas mayor que algunos de sus compañeros en el entrenamiento básico de combate, entre ellos había reclutas de tan solo 17 años.
"Imagina que eres un hombre de 59 años... y te ves obligado a convivir con jóvenes de 17 a 19 años, un día tras otro, durante tres meses", dice. "Tienes que adaptarte a su cultura. ... Pero también tienes que tolerar la manera de pensar de estos chicos de 17 a 19 años, y esa es la gran diferencia".
Debido a su rango de sargento del estado mayor, Gould se alojó aparte del resto de los reclutas en Fort Jackson en Columbia, Carolina del Sur. Sin embargo, la diferencia de edad entre él y el resto del batallón fue tal vez su mayor desafío, más aún que las exigencias físicas.
"Me gané el respeto de muchos que dudaban al verme, dado que, francamente, bastantes personas se sorprendieron por mi edad y mi apariencia física porque no aparentaba tener 59 años", dijo.
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Gould afirmó que superar el campamento de entrenamiento por segunda vez fue mucho más fácil que en 1978. No solo encontró los requisitos físicos menos exigentes, sino que, mentalmente, ya sabía qué esperar y lo que quería de la vida.
"Puedes ver lo que hay al otro lado de la montaña", observó. "No me gusta decirlo así, pero puedes ver lo que hay al otro lado, hacia dónde te diriges, a dónde lleva el camino, y sabes que no puede durar eternamente. Así que siempre tienes eso en mente".
Gould recurrió a sus vastas experiencias de vida, desde el buceo y el senderismo, hasta múltiples roces con la muerte en todas las partes del mundo.
"Nada iba a ser un obstáculo para mí", indicó. "No había nada que me frustrara lo suficiente para hacerme pensar, 'Dios mío, no puedo hacer esto'".
Gould es ahora la persona de mayor edad en haber completado la versión actual del entrenamiento básico (la persona más mayor de todos los tiempos tenía 68 años), y terminó entre el 10% superior de su ciclo de entrenamiento.
Su "sinceridad, experiencia de liderazgo y nivel de conocimientos técnicos son únicos", dijo uno de los oficiales de entrenamiento de Gould.
Gould planea servir dos años más para satisfacer el requisito para recibir una pensión militar. Después, él espera dedicar más tiempo a hacer excursiones con mochila, pescar y bucear.
"Uno de mis mantras personales es: 'Siempre sé mejor', dijo. "Sé una persona mejor y haz algo mejor con tu vida todos los días. Tanto si eres voluntario en tu comunidad, te unes a las Fuerzas Armadas, te haces miembro de una organización de ayuda y apoyo humanitario o eres voluntario en el hospital local, encuentra algo que dé significado a tu vida".