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5 consejos para hablar sobre asuntos de dinero con la familia

Cuando tu familia se reúna, aprovecha el momento para abordar asuntos delicados.

Padre e hijo que miran las finanzas. Tener la charla financiera con su familia.

Foto: Jose Luis Pelaez/Getty Images

Habla con papá o mamá de los documentos importantes y otros asuntos.

In English | ¿Te preocupa el deterioro de las capacidades físicas de tus padres o los planes de tu hija en cuanto a pagar la educación universitaria de su hijo? ¿Alguno de tus familiares está pasando por un momento económico difícil? Al reunirte con tus hijos y tus padres en una cena familiar o en la celebración de las tradiciones de fin de año, toma en cuenta estos consejos para abordar los asuntos económicos delicados.

1. Escoge el momento adecuado

Las fiestas no deberían causarte estrés, así que porque tus hijos o padres están de visita no quiere decir que debes soltarles de sorpresa los asuntos económicos de la familia apenas entran por la puerta. Más bien, planea una conversación. Primero trata de abordar los asuntos financieros en privado con tu familiar y dile que te gustaría tener otra conversación, quizás otro día con más calma pero en esa semana.

Ve también: Más información sobre asuntos legales y financieros.

2. Entabla conversación, no critiques

Si te lanzas a la “conversación sobre el dinero”, nada hará que tus familiares pierdan interés más rápido que si perciben que estás atacando o criticando sus decisiones financieras. Lo mismo si los criticas por asuntos financieros de los que no se han ocupado todavía.

Así que, incluso si desapruebas el hecho que papá no ha actualizado su testamento o que tu hija recién embarazada y su esposo no han sacado un seguro de vida, sostén una conversación sobre la importancia de cada uno de estos temas. Por nada del mundo deberías criticar lo que están haciendo o dar órdenes sobre lo que deberían hacer en términos de finanzas.

3. Resalta la importancia de los documentos financieros

Uno de los peores errores financieros que comete la gente es no informar a sus familiares dónde guardan sus documentos financieros. Tú puedes ser una de estas personas, o quizás tus padres mayores no te han dicho dónde están guardados sus papeles más importantes.

Cuando hables sobre el tema de dinero, no te olvides de preguntarles a tus familiares sobre la ubicación de su último testamento, cualquier poder notarial duradero o poder para la toma de decisiones médicas que puedan tener y sus documentos del seguro de vida. También es buena idea pedir una lista de contactos importantes, como abogados, contadores públicos o corredores de seguros con los cuales haría falta comunicarse en caso de un accidente o crisis médica.

4. Concéntrate en uno o dos temas esenciales

Por muy tentador que resulte tratar de abordar todo, las fiestas en realidad no son el momento de involucrarse en una gran revisión de las finanzas. Esto aplica en particular si tienen que resolver asuntos financieros de abuelos, padres, hijos, como la financiación universitaria para tu nieto o el seguro de cuidados a largo plazo para uno o ambos de tus padres.

En su lugar, concéntrate en uno o dos temas decisivos. Con padres mayores, por ejemplo, algunas áreas que conviene explorar son planificación patrimonial, protección de activos y seguro de cuidados a largo plazo. Esto último es particularmente importante, ya que un número considerable de estadounidenses —casi uno en cinco, de acuerdo con un estudio de Northwestern Mutual en octubre del 2013— le han proporcionado o le están proporcionando cuidados a largo plazo a alguna persona. Es más, ya que la mayoría de los encargados de cuidados no tienen un plan para pagar las cuentas de sus parientes de edad avanzada, a menudo terminan pagando de su bolsillo los gastos de medicamentos recetados o de cuidado de sus familiares.

“Ya que la gente vive por más tiempo, la necesidad de cuidado es muy real”, dice Steve Sperka, vicepresidente de cuidados a largo plazo en Northwestern Mutual. “Planear por anticipado e implementar soluciones para posibles necesidades de cuidado les da a las familias opciones y ayuda a proteger los ahorros para la jubilación”.

Incluso si tus padres ahora no necesitan tu apoyo o ayuda financiera, sigue siendo buena idea tener una conversación acerca de cuáles son sus necesidades y expectativas personales sobre los cuidados a largo plazo.

5. Pregunta sobre problemas actuales y futuros

Si te das cuenta que mamá ha disminuido bastante su actividad desde la última vez que la viste, o que a tu papá anciano le cuesta trabajo abotonarse la chaqueta, no les restes importancia a esos asuntos como si fueran solo parte del proceso de envejecimiento. Si bien es cierto que todos cambiamos físicamente a medida que envejecemos, también debes ser sensible a las maneras en las que los cambios físicos —en particular, las capacidades físicas que se deterioran— pueden afectar el bolsillo de tus familiares.

Por ejemplo, ¿mamá o papá necesitan cuidado en casa? ¿Pueden realizar las funciones diarias, tales como vestirse, conducir o alimentarse?

Le puedes preguntar a un familiar sin rodeos si él o ella está teniendo algún problema. Pero hazlo con compasión y sensibilidad. Es probable que un enfoque cariñoso y que no represente amenaza alguna se reciba mucho mejor que un comentario brusco o un chiste sobre “quitarle las llaves del auto a papá”.

Otra manera de determinar más discretamente si un o una familiar pudiese necesitar ayuda financiera es involucrarle en una conversación sobre su situación financiera actual. Específicamente, puedes preguntar sobre sus ingresos y activos actuales, deudas actuales y gastos y otras cosas, como la manera en la que planea cubrir gastos médicos y de cuidado.

Hay personas que quizás eviten hablar sobre los detalles privados de sus finanzas. Pero si un familiar se sincera y expresa temor o ansiedad sobre cualquiera de estas áreas, es probablemente una señal de que está batallando con sus finanzas o que por lo menos está preocupado sobre el impacto potencial de estos asuntos monetarios. Si es así, puede que tenga sentido sugerir una reunión con un planificador financiero.

La buena noticia es que si manejas el asunto de manera correcta, tener una conversación sobre las finanzas durante las fiestas puede aumentar la comunicación familiar, consolidar los lazos familiares y proporcionar mayor tranquilidad a todos los involucrados.