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Las bombas de calor pueden mantener la vivienda cálida y fresca. ¿Deberías comprar una?

Gracias a la nueva tecnología y los reembolsos fiscales, estos sistemas ecológicos son más económicos.

Las bombas de calor están en pleno auge. Todavía no se usan mucho en el país, pero son más eficientes que la calefacción tradicional de gas y mejores para el medioambiente. Y a pesar de su nombre, las bombas de calor se pueden utilizar tanto para calentar como para enfriar el ambiente.

Matt Bowers, de 43 años, vive en una casa de 2,800 pies cuadrados en Rochester, Nueva York. Según nos dice, calienta la casa con “la misma carga de electricidad que consume un secador de cabello”. La parte anual de la factura de electricidad que corresponde a la calefacción es de alrededor de $250, casi el costo promedio de calentar la mayoría de los hogares del país durante solo dos meses. Bowers, que es propietario de Rochester Passive House Consulting, utiliza una bomba de calor de fuente de aire para calentar y enfriar su casa.

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Si bien la casa de Bowers ya estaba construida según las normas de ultraeficiencia energética de Passive House, todas las personas que utilicen una bomba de calor deberían notar un ahorro considerable en la factura de electricidad de su casa, según el American Council for Energy Efficient Economy (ACEEE). Esto se debe a que la eficiencia de las bombas de calor actuales es entre 2.2 y 4.5 veces superior a la de la calefacción tradicional de gas, según un informe reciente de la empresa consultora McKinsey sobre la descarbonización de edificios.

spinner image Primer plano de una bomba de calor en el jardín
NAPA74/Getty Images

Las bombas de calor también son silenciosas, ofrecen más control que una calefacción de gas y se consideran una de las mejores formas de combatir el cambio climático, ya que funcionan con electricidad y no emiten dióxido ni monóxido de carbono (como las calefacciones de gas que usan combustibles fósiles). Además, la reciente legislación federal ofrece créditos fiscales de hasta $2,000 para incentivar el uso de las bombas de calor, y los reembolsos estatales pueden hacer el cambio más atractivo (consulta el recuadro siguiente para obtener más información).

¿Parece algo demasiado bueno? “Las bombas de calor no tienen muchas desventajas”, señala Amber Wood, directora del programa de edificación del ACEEE. Wood reconoce que hace tiempo hubo quejas sobre la intensidad del ruido, la inadecuación de las bombas de calor en climas fríos o el aumento insuficiente de la temperatura. Sin embargo, la nueva tecnología ha superado esos inconvenientes, explica.

No obstante, es cierto que si vives en una región con largos períodos de frío extremo, la bomba de calor podría no ser suficiente para compensar la pérdida de calor de la edificación, y necesitarías una fuente de calor secundaria que funcione con gas o electricidad y se active sin demora.

En todo caso, si en tu casa hay corriente de aire o poco aislamiento, una bomba de calor probablemente no debería ser tu primera opción. Antes de invertir en una bomba de calor o en un sistema de calefacción tradicional, debes resolver esos problemas. Además, según Wood, si la casa está bien climatizada, “quizá puedas instalar un sistema más pequeño, lo que representaría otro modo de ahorrar”.

Hoy en día, solo un 14% de los hogares del país utilizan bombas de calor. Sin embargo, la preocupación por la situación climática y una serie de incentivos gubernamentales sugieren que eso podría cambiar. Además, en algunos estados, como Washington, las bombas de calor son obligatorias en todas las construcciones residenciales nuevas (y se permite la instalación de sistemas de gas para usar como calefacción secundaria en caso de frío extremo).

¿Cómo funciona una bomba de calor?

Imagina que una bomba de calor es como un aire acondicionado que puede expulsar tanto aire caliente como frío.

Según el tipo de sistema, la bomba de calor extrae el calor del aire del exterior o del suelo, en cualquier estación del año. El aire pasa a través de un refrigerante que se sobrecalienta al comprimirse o se enfría al despresurizarse.

El sistema más común es una bomba de calor de fuente de aire (ASHP), que tiene una unidad exterior (similar a una unidad central de aire acondicionado) que se conecta mediante un sistema de tuberías a uno o varios climatizadores o unidades interiores. Una bomba de calor geotérmica (GSHP) funciona de forma similar, pero extrae el calor del suelo en vez del aire exterior.

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¿Cómo entra el aire en la casa?

Las bombas de calor introducen aire caliente en la casa con o sin tuberías. Los propietarios de viviendas que tienen una calefacción tradicional pueden utilizar las tuberías que ya tienen instaladas para la bomba de calor.

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Con un sistema sin tuberías, los climatizadores se disponen por toda la casa: en una pared, empotrados en el techo o montados en el suelo. Se conectan a la unidad exterior mediante tuberías.

¿Por qué es tan eficiente la bomba de calor?

A diferencia de una calefacción, “las bombas de calor no generan calor. Lo que hacen es moverlo”, explica Chad Gillespie, director de construcción eficiente de Mitsubishi Electric Trane HVAC U.S. Ni siquiera la calefacción de gas más eficiente convierte el 100% de su combustible en calor, pero una bomba de calor ofrece una eficiencia superior al 100%, ya que puede transferir tres veces más energía térmica a una vivienda que la energía eléctrica que consume.

Además, las bombas de calor tienen velocidades variables. En otras palabras, una bomba de calor no se apaga y espera instrucciones del termostato. Reconoce el momento en que es necesario llevar aire más frío o más caliente al interior, por lo que todo el sistema funciona de manera más homogénea y, en consecuencia, más eficiente.

¿Cuánto cuesta una bomba de calor?

Un sistema de bomba de calor de fuente de aire (sin tuberías) suele costar varios miles de dólares, y ese costo puede ser mayor según la configuración de cada vivienda. Al principio, debes comprar la unidad exterior, la tubería del refrigerante y un climatizador o unidad de aire interior. Si vives en una casa grande, de unos 2,600 a 3,000 pies cuadrados, cada climatizador adicional te costará unos cuantos miles de dólares. Y si vives en un lugar muy frío, un sistema completo de bomba de calor para toda la casa te puede costar más de $10,000.

Si ya tienes tuberías, el sistema será un poco distinto y tal vez puedas utilizar esas tuberías que ya tienes instaladas. “Sin embargo, el sistema que compres tiene que adaptarse a la vivienda, a su tamaño y a su construcción”, señala Wood.

Un sistema de bomba de calor puede parecer costoso en comparación con lo que cuesta una calefacción tradicional de gas, que según HomeAdvisor varía entre $3,800 y $10,000 con la instalación incluida. HomeAdvisor también indica que la instalación de una calefacción eléctrica varía entre $2,000 y $7,000, y las calefacciones de aceite cuestan entre $6,750 y $10,000 o más con la instalación incluida.

Sin embargo, no olvides que una bomba de calor también refrigera, y lo que ahorras a largo plazo puede compensar el costo inicial. Para el propietario de una vivienda, una bomba de calor puede suponer un ahorro promedio de unos $950 al año en comparación con la calefacción de gas, o de unos $459 en comparación con los calefactores de resistencia eléctrica, según el Departamento de Energía de EE.UU.

Además, hay numerosos créditos fiscales federales y reembolsos estatales disponibles para quienes cambien a una bomba de calor. Como parte de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) del 2022, según el momento de la compra, podrías obtener un crédito fiscal de entre $300 y $2,000 y recibir un reembolso estatal de hasta $14,000 según tus ingresos (consulta el recuadro para obtener más información).

“Consulta con un contratista y tu preparador de impuestos para saber con certeza lo que es adecuado para tu área”, recomienda Dan Wildenhaus, director técnico del Center for Energy and Environment. Las modificaciones de la ley IRA (promulgada el 16 de agosto) en materia de créditos fiscales para la eficiencia energética residencial cobran vigencia este año.

Otro recurso es DSIREUSA.org (en inglés), la base de datos de incentivos estatales para energías renovables y eficiencia. Escribe allí tu código postal y encontrarás información sobre reembolsos y créditos fiscales locales y nacionales.

Consideraciones sobre la bomba de calor

1. La intensidad del calor

En otros tiempos, se consideraba que las bombas de calor no podían generar suficiente calor en climas muy fríos, pero la tecnología ha mejorado. Sin embargo, si la vivienda tiene corriente de aire o no tiene un buen aislamiento, una bomba de calor —o una calefacción nueva, para el caso— no resolverá tus problemas. “El público tiene una opinión negativa sobre las bombas de calor de principios de los 80 y los 90, cuando no producían mucho calor. Hoy calientan mucho más”, señala Gillespie. “Las bombas de calor antiguas no calentaban por debajo de los 40 o 47 grados porque no tenían el motor adecuado para ese fin”.

Pero “la tecnología ha avanzado mucho en los últimos 10 o 15 años”, indica Bowers. “Se pueden utilizar perfectamente en regiones más frías, ya que hay bombas de calor que alcanzan la máxima potencia calorífica hasta -14 °F”.

2. El aire de la bomba de calor puede sentirse más frío en la piel

Una calefacción de gas emite aire de unos 140 grados. Una bomba de calor emite aire de unos 125 grados, por lo que una habitación puede resultar fría si estás acostumbrado al tipo de calor que emite un radiador o un sistema tradicional. Sin embargo, como señala Bowers, “no es necesario que el aire circule a 140 grados. Si la temperatura es demasiado alta, pueden empezar a arder partículas de polvo, y es posible que sientas olor a quemado cerca de las rejillas de la calefacción. Con una bomba de calor de fuente de aire, la temperatura del aire oscila entre 120 y 125 grados, por lo que no se queman las partículas de polvo”.

Muchos adultos mayores suelen ser sensibles a las bajas temperaturas, y prefieren que los espacios habitables tengan una temperatura de 75 a 80 grados. Una bomba de calor puede subir la temperatura hasta ese nivel. Puedes ajustar la temperatura con un termostato programable, por ejemplo. La bomba de calor puede pasar automáticamente de aire acondicionado a calor según la temperatura. Además, como estas bombas distribuyen el calor por igual en toda la casa, no deberías sentir zonas frías.

​​3. Costos de mantenimiento y aislamiento

Al igual que con una calefacción, unas dos o tres veces al año es necesario cambiar y limpiar los filtros de los climatizadores interiores de un sistema con o sin tuberías. “Por lo general son lavables, así que no tienes que comprar nuevos cada vez que lo sacas”, explica Bowers.

En definitiva, se trata de la comodidad general de la vivienda. Ahora bien, antes de cambiar un sistema de calefacción por otro, es importante hacer el sellado del aire y tomar otras medidas de climatización para evitar que haya corrientes de aire en la casa. Según Bowers, “un sabio dijo una vez: ‘El aislamiento se paga, lo tengas o no’”. 

Créditos fiscales por instalación de bombas de calor

Si estás considerando cambiar a una bomba de calor para calentar y enfriar tu hogar, hay créditos fiscales federales para la eficiencia energética, conocidos como 25C, y reembolsos estatales para que te resulte más económico. Forman parte de la Ley Federal de Reducción de la Inflación, que se aprobó en agosto del 2022.

Crédito fiscal para mejoras de eficiencia energética residencial (25C)

  • Las bombas de calor instaladas en el 2022 que tienen la certificación Energy Star cumplen con los requisitos para recibir el crédito fiscal 25C de $300.
  • Para los equipos instalados el 1.º de enero del 2023 o posteriormente, las familias pueden deducir el 30% del costo de la compra y la instalación de una bomba de calor calificada, y hasta $2,000 si el sistema de la bomba de calor alcanza o supera el mayor nivel de eficiencia establecido por el Consortium for Energy Efficiency (CEE). ​​

High-Efficiency Electric Home Rebate Act (Ley de reembolso para hogares eléctricos de alta eficiencia)

  • Se trata de un programa de diez años que es administrado por las oficinas estatales de energía para ayudar a los hogares que perciben ingresos bajos y moderados.
  • La ley asigna $4,300 millones a los estados para que los destinen a los propietarios de viviendas que realizan proyectos de mejora energética, e incluye reembolsos por bombas de calor en el punto de venta.
  • Los programas estatales de reembolso se basan en los ingresos y están disponibles para los hogares que perciben menos del 150% del ingreso promedio de su zona. Si los ingresos de tu hogar son inferiores al 80% del ingreso familiar promedio en tu estado, puedes recibir el 100% del costo de las mejoras, hasta un máximo de $14,000.
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