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¿Nos arruinará las fiestas navideñas la variante ómicron?

La nueva variante de COVID-19 genera la cancelación de los planes festivos.

Pareja de pie en la puerta de su casa recibe la visita de su familia

SolStock/Getty Images

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La Navidad está cerca, pero también lo están las variantes del virus de la COVID-19.

Cuando comenzó esta temporada de fiestas, muchos sentían cierto alivio. Con las vacunas, las dosis de refuerzo y el respaldo del Dr. Anthony Fauci de los Centros para el Control de Enfermedades, las familias y los amigos pensaban que podrían reunirse para festejar sin riesgos, aunque con cautela.

Luego llegó ómicron. En la medida en que sube la oleada de contagios por ómicron en Estados Unidos, se han ido cancelando las actividades. Por ejemplo, se han cancelado varios espectáculos en Broadway; las universidades han comenzado a impartir clases virtuales para finalizar el semestre; y han vuelto los requisitos para los viajes de fin de año.

El aumento de contagios por ómicron está haciendo que algunos reconsideren sus planes, pero también que muchos otros se preocupen por exponerse al virus durante las reuniones sociales y los festejos. Ese estrés está empañando las festividades de invierno.

Candice Criscione, de 41 años, vive en Italia y es la escritora de los sitios web de viajes Mom in Italy y The Tuscan Mom. Había invitado a su casa a sus padres, que tienen 73 y 72 años y viven en Estados Unidos. El plan era pasar unas vacaciones de esquí con los nietos en las montañas Dolomitas.


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Criscione se fue a arreglar el cabello antes del viaje cuando su peluquero mencionó al pasar que había cancelado su viaje a la misma zona debido al drástico aumento de casos de COVID-19. 

“De inmediato comencé a investigar en internet y descubrí que los hospitales se estaban llenando”, relata Criscione. La variante ómicron aumentaba mucho en Italia y hacía estragos. Tras leer la noticia, Criscione decidió cancelar el viaje. La combinación de aumento de casos de COVID-19, los hospitales llenos, sus padres mayores y sus tres hijos pequeños —dos de los cuales son demasiado jóvenes para vacunarse— transformó este divertido viaje en algo estresante.

“No quisimos arriesgarnos a estar en una zona con altos índices de la nueva variante ni quedarnos atrapados allí si el área se convertía en una zona roja”, señala.

Poca claridad con respecto a la variante

Ómicron es la última variante de COVID-19 que causa alarma en todo el mundo. Pasó de una relativa anonimidad a ocupar el quinto lugar de la lista de variantes de preocupación de la Organización Mundial de la Salud el 26 de noviembre del 2021. La cantidad de casos está aumentando en todo el mundo, incluso aquí en Estados Unidos. Los expertos todavía están evaluando el impacto de esta variante tan contagiosa en la salud, aunque algunos creen que puede causar una enfermedad menos grave que la variante delta, por ejemplo.   

“En este momento hay mucha especulación sobre ómicron”, indica la Dra. Preeti Malani, directora general de salud de University of Michigan y profesora de Medicina en la División de Enfermedades Infecciosas. “Tengo la esperanza de que haber recibido las vacunas y la dosis de refuerzo ofrezca protección contra enfermedades graves, hospitalizaciones y ciertamente la muerte. Sin embargo, no vamos a tener datos concretos sobre la variante ómicron durante un tiempo”. 

Esa falta de claridad contribuye a la confusión con respecto a los viajes, ya que las regulaciones van cambiando de acuerdo con el conocimiento que adquieren los científicos adquieren sobre la variante ómicron. Debido al constante cambio de los requisitos que rigen la cuarentena y los viajes, el escritor de novelas policíacas Edward Yatscoff, de 67 años, de Edmonton, Alberta, tiene dificultad para planear su viaje anual del invierno con su esposa, Gloria, de 70 años.

“Por lo general, para este momento ya hemos elegido un destino”, dice Yatscoff. “Hasta ahora, tuvimos que eliminar algunos lugares debido a un nuevo cambio en los requisitos de ingreso previstos por la COVID-19”. 

En un principio, Yatscoff y su esposa habían planeado viajar este año a la Costa del Golfo y Nueva Orleans. Sin embargo, descartaron esa idea, porque si bien ambos estaban completamente vacunados, no quisieron arriesgarse a entrar en bares o restaurantes ni visitar Nueva Orleans sin poder escuchar música en vivo. Yatscoff se encuentra a la espera, y postergó su decisión hasta principios del año que viene. “Vamos a esperar hasta unas semanas después de que regresen quienes viajan por las fiestas antes de reservar y ver cómo evoluciona ómicron”, advierte.

Seguir adelante con los planes para las fiestas

Si bien ómicron constituye la inquietud más reciente, Malani señala que se debe continuar vigilando la variante delta cuando se trata del coronavirus. “La variante delta está presente y en aumento”, en especial entre quienes no están vacunados o tienen una enfermedad subyacente, indica.

Sin embargo, Malani, de 52 años, no ha dejado de viajar ni ha reevaluado sus planes para las fiestas, que incluyen viajar en avión a Miami para apoyar al equipo de fútbol de University of Michigan durante su partido en la víspera de Año Nuevo. “Uno toma decisiones”, dice, y cita la buena ventilación y los bajos índices de contagio al aire libre.


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Malani no es la única que conserva sus planes, a pesar de ómicron.

“Si recibiste la vacuna y la dosis de refuerzo, no cambiaría ningún plan”, dice el Dr. Peter Chin-Hong, especialista en enfermedades infecciosas de University of California-San Francisco. Chin-Hong, de 52 años, va a “volar sin temor” para ver a su madre en la costa este.

“Hace demasiado tiempo que no veo a mi madre”, señala. Para la reunión más grande que organizó su familia, planea darles a todos una prueba rápida de COVID-19 de venta libre antes de unirse a la diversión. Deberías “celebrar las fiestas”, dice, “porque quién sabe lo que nos deparará el próximo año”.

Para Chin-Hong y para muchos que recibieron las vacunas y la dosis de refuerzo, hacer frente a ómicron implica una evaluación de riesgos: evaluar la posibilidad de contraer COVID-19 frente al costo del aislamiento social.

Malani conoce el estado de vacunación de su familia y sabe que toman precauciones diarias —como usar mascarilla—, así que para ella los beneficios de estar con la familia durante las fiestas superan el riesgo de una posible infección.

“Si todos recibieron las vacunas y la dosis de refuerzo, se sienten bien y el grupo es pequeño, el riesgo es aceptable”, explica. Sin embargo, el riesgo aumenta si el grupo es grande o si se desconoce el estado de vacunación o el criterio sobre el uso de mascarilla. “Podrían incluir pruebas de detección. Podrían incluir mascarillas. Podrían sentarse al aire libre, si el tiempo lo permite”.   

Sin embargo, Criscione canceló su viaje de esquí y en cambio hará excursiones de un día con su familia más cerca de casa. Para ella, esa fue la decisión correcta.

“No es el aire mágico navideño con el que había soñado”, dice Criscione. “Pero mis hijos se sienten felices con el snowboard y jugando en la nieve. Y no me siento estresada por estar en una zona de alto riesgo de contagio de ómicron”. 

Melissa Locker es una colaboradora que cubre temas de estilo de vida, casa y jardín, y arte y cultura. También escribió para Southern Living, Time y The Guardian.