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Lo que debes poner en el congelador este invierno

Consejos para abastecerte con los alimentos necesarios y disminuir las idas al supermercado.

Una mano abre el cajón del congelador de una nevera lleno de vegetales

Getty Images

In English | Cuando comenzó la COVID-19, muchas personas se dieron cuenta de que el congelador no solo servía para guardar helado y unas cuantas pizzas congeladas. Se convirtió en una parte esencial del almacenamiento de alimentos en la cocina y una manera de prepararnos en tiempos menos predecibles.

El refrigerador desempeña una función esencial para afrontar la escasez de ciertos alimentos, para limitar las idas al supermercado y evitar la exposición al virus, y para surtirnos de comidas preparadas en caso de que nos enfermemos o para llevar a un amigo necesitado.

Pero ten en cuenta algunas cosas para que tengas los ingredientes adecuados y comidas deliciosas, y puedas evitar las temidas quemaduras por congelación en los alimentos. Aquí te explicamos cómo puedes aprovechar al máximo la conservación en frío de los alimentos.


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Evita las quemaduras por congelación

Para prevenir que se formen cristales de hielo en la comida congelada, congela los alimentos debidamente. Para empezar, siempre congela los alimentos una vez que se hayan enfriado y no cuando estén calientes.

No necesitas recipientes de lujo para congelar las cosas. “Las bolsas [plásticas] para congelar sirven muy bien para los alimentos como las sopas; además, no son voluminosas, así que toman menos espacio”, dice Jeff Stamp, chef ejecutivo de Hampton + Hudson en Atlanta.

Vegetales mixtos congelados en un recipiente de plástico

Getty Images

Si congelas lo restantes de la comida, primero envuelve estos en papel de aluminio para una mayor protección antes de colocarlas en una bolsa de plástico con cierre. Un sellador hermético al vacío para eliminar todo el aire ayuda a conservar los alimentos por un poco más de tiempo.

También debes congelar lo que el chef privado Ian Martin llama “monocomidas”, es decir, congelar cada tipo de comida por separado, ya que por lo general se calienta a la misma temperatura y por el mismo tiempo. Si, por ejemplo, congelaste una comida de chuletas de cerdo, judías verdes y papas en el mismo recipiente, calentarla puede ser difícil. “Lo peor es tener una hamburguesa perfecta y que tu brócoli esté sobrecalentado y gomoso”, dice Martin.

Organiza tu congelador

Debes tener una variedad de comidas en tu congelador. Para ahorrarte viajes al supermercado este invierno, asegúrate de tener una selección de alimentos básicos saludables, como pollo, pescado, frutas y verduras congeladas y tal vez hasta unas cuantas comidas congeladas saludables para sacarte de un apuro. No le diremos a nadie si también escondes tu helado o chocolate favorito en el congelador.

Lo más importante es que no permitas que tu congelador se convierta en un pozo sin fondo donde no puedas encontrar nada. Crea un sistema de organización para tu congelador, como lo harías para el refrigerador o la despensa.

“Lo más importante que te recomiendo es etiquetar los alimentos que congeles”, dice Amy Gorin, dietista registrada del área de la ciudad de Nueva York especializada en alimentos a base de plantas. “Agrega las fechas y utiliza el sistema 'primero en entrar, primero en salir' que coloca los artículos más antiguos al frente del congelador para que se usen primero”.

Prolonga la duración de los alimentos

Es una buena idea poner en el congelador las bananas demasiado maduras, las espinacas que empiezan a marchitarse y los alimentos sobrantes de la cosecha de tu jardín. El chef Andrew Iwansky del restaurante Datz en Tampa llena el congelador de bayas al terminar el verano para usarlas durante todo el año. Las agrega a yogur y batidos, las cuece con avena o las añade a panqueques.

Martin consume muchas frutas y verduras para mantenerse sano y combatir el estrés, pero advierte: “Ten en cuenta que los alimentos con un alto contenido de agua son mejores para exprimir y batir, y no para comer después de descongelarse”. Así que agrega las verduras sobrantes a un batido o una sopa.

Incluso puedes congelar hierbas frescas en una bandeja de cubitos de hielo. Puedes colocar las hierbas picadas en la bandeja y verter agua hirviendo (para escaldarlas y conservar el color) antes de congelarlas, o puedes congelarlas en aceite de oliva para hacer una infusión perfecta para las pastas. Solo saca un cubito para agregarlo a salsas, aderezos o pastas. No es mala idea también comprar unas cuantas bolsas de verduras congeladas para tenerlas a la mano por si necesitas un acompañamiento rápido o ingredientes para arroz frito o pastas.

¿Cuál es la manera correcta de congelar los alimentos frescos? Sigue estos consejos

Preparar y congelar comidas extras

El congelador es un buen lugar para guardar comidas extras para un amigo necesitado, un invitado a una cena de última hora o una noche en la que no quieras cocinar.

1. Congela en porciones adecuadas. Determina el tamaño de una porción individual y congela en porciones que tengan sentido para tu uso. Si vas a cocinar para tu familia o la familia de un amigo, ajusta la cantidad adecuadamente.

2. Prepara una porción extra de lo que cocines para congelarla. Si preparas albóndigas o lasaña, es mucho más fácil duplicar la receta que prepararla de nuevo solo para congelarla. Come una porción ahora y congela otra para después.

3. Las sopas y los chilis se congelan muy bien y se calientan muy rápido. Congela una o dos porciones cada vez que hagas sopa y tendrás una gran variedad para después.

4. No te olvides del desayuno. Los panecillos, los burritos de desayuno e incluso el queque de plátano (solo rebana el queque antes de congelarlo) son buenas opciones para tener en el congelador.

5. Para los pequeños antojos. La masa para galletas a menudo se puede congelar, y así podrás preparar rápido galletas recién horneadas.