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3 enemigos de casa en el verano y cómo combatirlos

Remedios efectivos para hacerle frente al calor, la humedad y los insectos.

Sol reluciente

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El verano es la estación más esperada del año. Pero llega con sus propios problemas, los cuales pueden comprometer la salud de tu familia en el hogar. Además, las temperaturas de este verano estarán particularmente elevadas, nos dice el pronóstico del National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) para el 2019. Por eso, ¡debemos pensar en qué hacer con el exceso de calor, insectos y humedad! Hazles frente a estos tres enemigos del hogar con remedios efectivos, ¡y naturales!

Mujer cierra la cortina de una casa

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1. Exceso de calor

Con el verano llega el calor y, si tienes aire acondicionado, con el alivio llegará también una factura de electricidad, ¡que volverá a subirte la temperatura! Por eso, combina el aire acondicionado con estrategias sencillas y económicas que te ayuden a mantener tu casa fresca y aireada. ¿Cómo? Toma nota de estos consejos:

  • Bloquea, en la medida de lo posible, la entrada del sol y del calor, especialmente a las horas en las que el sol calienta con más fuerza. Cierra las ventanas cuando aprieta más el calor y ábrelas (en paredes opuestas para crear corriente) cuando se ponga el sol y bajen las temperaturas.
  • Usa cortinas opacas (pide en tu tienda cortinas blackout) para controlar la luz y el calor. Estas cortinas o persianas pueden ser de cualquier color y actúan como una barrera aislante, ideal para aquellas ventanas que reciben más sol.
  • Evita el uso de electrodomésticos durante el día, porque generan calor, especialmente el horno, la secadora y la plancha.

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  • Usa bombillos fluorescentes compactos o tipo LED en lugar de los tradicionales bombillos incandescentes. Además de ahorrar energía, ¡emiten hasta un 90% menos de calor!   
  • Combina el aire acondicionado con un ventilador que funcione simultáneamente; el aire acondicionado proporciona el frío y el ventilador el aire que potenciará la sensación de frío (permitiéndote subir algunos grados la temperatura del termostato y ahorrar dinero).
  • Si tu casa no tiene aire acondicionado, prueba el viejo truco de dirigir un ventilador hacia un recipiente grande lleno de hielo. Si mantienes las puertas del cuarto cerradas, notarás algo de alivio.
Flores de lavanda

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2. Exceso de insectos

Con el verano también llegan las molestosas plagas de insectos. Aunque en las tiendas encontrarás una variedad de insecticidas, en la medida de lo posible, escoge remedios naturales y caseros que se han usado por generaciones… ¡son muy efectivos, tienen buena fragancia y sin duda son menos dañinos! Toma nota:

  • La menta y la lavanda son repelentes naturales de todo tipo de insectos, entre estos, hormigas y arañas. Mezcla en una botella en espray un vaso de agua con 10 gotas de aceite esencial de hierbabuena o de lavanda y rocía en cualquier superficie en la que veas hormigas y otros insectos, e incluye el marco de las ventanas y de las puertas. Además de deshacerte de los insectos, esta fórmula ¡deja detrás un delicioso aroma!
  • El vinagre blanco (mezclado con agua en partes iguales) es también muy efectivo para eliminar las hileras que suelen formar las hormigas. Rocía buena cantidad sobre estas.
  • Para repeler a las polillas, haz tu propio sachet (bolsita de tela perfumada). Pon en una bolsita lavanda y menta (secas) y añade unos cuantos clavos de olor y unas gotas de aceite esencial de limón.
  • ¿Tu perro tiene exceso de garrapatas? Pues combina en una botella en espray cuatro tazas de agua con una taza de vinagre de manzana (¡las garrapatas odian el olor!). Rocía ligeramente en el pelo de tu mascota evitando los ojos.
  • Para poner a raya a los mosquitos, sobre todo en las fiestas al aire libre, consulta aquí mi columna.
Deshumidificador en el piso de una sala

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3. Exceso de humedad

Al igual que ocurre con el aire y el frío, la humedad potencia la sensación de calor y hace que el ambiente en casa se sienta pesado y pegajoso. Idealmente, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), recomienda que el nivel de humedad en tu hogar oscile entre el 30% y el 50%. Si quieres saber qué niveles tiene tu hogar, considera invertir en un medidor o higrómetro (lo encuentras en internet por menos de $10).

Cuando el nivel de humedad supera el 60%, se crean las condiciones perfectas para la aparición del moho y distintas plagas de insectos. Además, corres el riesgo de que se pele la pintura y se pudran materiales que forman parte del cimiento de una casa, como, por ejemplo, la madera. Para reducir el nivel de humedad de tu vivienda en verano, prueba lo siguiente:

  • Empieza por ventilar el espacio, particularmente el baño y la cocina. Mi consejo es que, si no tienes ventana en el baño, instales un extractor de aire en el techo. Yo lo tengo conectado a la luz, de modo que se pone en funcionamiento cada vez que encendemos la luz. Así, me aseguro de que esté funcionando cuando tomamos una ducha o un baño (intenta mantenerlo funcionando por 30 minutos).
  • Ten igualmente la precaución de usar una escobilla de goma (squeegee) para quitar el agua de las paredes y las puertas de la ducha con el fin de disminuir el nivel de humedad en el ambiente.
  • Intenta mantener las ollas tapadas y la cocina aireada. Si puedes, abre la ventana y mantén funcionando (aunque sea a un nivel bajo) el extractor de humos. Comprueba también que no esté goteando ningún grifo o cañería (pasa de vez en cuando un papel toalla por las cañerías debajo del fregadero y asegúrate de que se sienta seco).
  • Instala un deshumidificador, especialmente si tienes un sótano en casa.
  • En espacios pequeños y cerrados, como los armarios y la lavandería, pon bolsitas con carbón activado. Estas absorben el exceso de humedad (duran mucho tiempo y se reactivan poniéndolas periódicamente al sol).