Javascript is not enabled.

Javascript must be enabled to use this site. Please enable Javascript in your browser and try again.

Skip to content
Content starts here
CLOSE ×

Buscar

Leaving AARP.org Website

You are now leaving AARP.org and going to a website that is not operated by AARP. A different privacy policy and terms of service will apply.

La viuda de Glen Campbell escribe sobre su vida juntos

El libro relata la lucha contra la enfermedad de Alzheimer y lo que los cuidadores deben saber.


spinner image Glen Campbell y Kim Campbell
Angela Weiss/Getty

Kim Campbell recuerda el día que su esposo, Glen Campbell, impulsivamente intentó comprar un enorme frasco de Pepto-Bismol en la farmacia. Ella lo detuvo para más tarde enterarse de que quería comprarlo como obsequio romántico para ella y le atraía ese color rosa intenso.

"Me partió el corazón cuando me di cuenta de que le había privado de la oportunidad de hacer algo significativo", dice ella. "Fue algo tan preciado. Quiero que la gente se tome el tiempo de escuchar a alguien con demencia. No seas desdeñoso y pienses que no saben lo que están haciendo. Puede haber algo bello detrás de la manera en que les trabaja el cerebro".

spinner image Image Alt Attribute

Membresía de AARP: $12 por tu primer año cuando te inscribes en la renovación automática.

Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP

Kim, de 61 años, fue la esposa de la superestrella de música country durante 34 años hasta su fallecimiento en el 2017, a los 81 años (en inglés), tras una larga batalla contra la enfermedad de Alzheimer. Ella examina su propia vida, su matrimonio y las dificultades de Glen con el alcoholismo y la demencia en su nueva autobiografía titulada Gentle on My Mind: In Sickness and in Health with Glen Campbell, obra que cumple la función de celebrar la carrera legendaria de su esposo, así como de historia de amor, de relato desgarrador de vivir con un adicto y de guía para los cuidadores.

"Mi mensaje principal es que no puedes hacerlo solo", explica Kim, quien admitió que fue lenta en aprender esa lección.

La historia de fondo

Kim Woollen, criada en la zona rural de Carolina del Norte, tenía 22 años y era una bailarina Rockette en Radio City Music Hall de Nueva York cuando conoció a la leyenda de la música, de 45 años, en una cita a ciegas en el año 1981. Sabía poco sobre Campbell, originario de Arkansas, quien saltó a la fama con canciones clásicas como “Rhinestone Cowboy”, “Wichita Lineman”, “By the Time I Get to Phoenix” y “Southern Nights”. A ella le pareció un hombre apuesto, dulce y gracioso. Al principio fue encantador, pero hacia el final de la noche terminó emborrachándose, cuenta ella, pero había quedado embelesada y decidida a darle una oportunidad. A fines de 1982 se convirtió en su cuarta esposa.

Ella describe una vida con un romance mágico, fortuna, viajes y celebridades. Glen era una pareja generosa, que la consentía y amaba la diversión hasta que empezaba con el alcohol o a inhalar cocaína. Kim, ingenua y mal preparada para abordar esa crisis, se refugiaba en su fe.

"En nuestra primera cita, cuando el camarero trajo la comida, Glen inclinó la cabeza y elevó una plegaria", recuerda Kim. "Yo era creyente y sentí que él tenía un fundamento de fe con el que trabajar. Creía que Dios lo ayudaría a superarlo. Me enamoré del hombre y consideré a la bebida como el obstáculo. Tuve que madurar muy rápido para poder apoyarlo y ayudarlo a funcionar y a sobreponerse a la negación. Eso fue lo más duro que él tuvo que enfrentar. Glen era odioso, malvado e iracundo cuando bebía, y al día siguiente no se acordaba de nada".

Kim se resistió a dejarlo. "Lo amaba; esa era la razón principal por la que me quedé", explica. "Era un hombre tan bueno cuando no bebía y no quería que el alcohol lo destruyera. Sabía que si lo dejaba, él moriría. Pero cuando tuve un bebé fue cuando dije: 'No voy a criar a un hijo de este modo. No puedo seguir así'. Decidí ir en busca de ayuda".

Le contó su preocupación a Jackie Autry, esposa de Gene Autry (también conocido como el cowboy cantante), quien confrontó a Glen. Otros amigos y familiares también lo presionaron para que recobrara la sobriedad. Así lo hizo. Finalmente, Kim halló la paz en el hogar con un esposo sobrio y sus tres hijos: Cal, Ashley y Shannon.

"Durante 15 años tuvimos la vida más fabulosa, amándonos y disfrutando a nuestros hijos", recuerda Kim. "Tuvimos tanta dicha".

spinner image membership-card-w-shadow-192x134

Membresía de AARP: $12 por tu primer año cuando te inscribes en la renovación automática.

Obtén acceso instantáneo a productos y a cientos de descuentos exclusivos para socios, una segunda membresía gratis y una suscripción a la revista AARP The Magazine.

El diagnóstico de Alzheimer de Glen

Cuando Glen comenzó a presentar signos de pérdida de la memoria, en un principio Kim lo desestimó como pereza o envejecimiento. Comenzó a sospechar que se trataba de demencia cuando sus síntomas empeoraron. Él la seguía en forma permanente. Una vez, como prueba, ella dio 15 vueltas caminando alrededor de una piscina. Él la siguió sin inmutarse.

Trabajo y empleos

Lista de empleos, de AARP

Busca oportunidades de empleo para trabajadores con experiencia

See more Trabajo y empleos offers >

"Al comienzo de su deterioro, contaba los mismos chistes una y otra vez", explica. "Simplemente empezó a apagarse. Se habían acabado las conversaciones intelectuales y sentí que estaba perdiendo a mi mejor amigo".

Le diagnosticaron un deterioro cognitivo leve en el 2009 y Alzheimer a fines del 2010. La pareja mantuvo la noticia oculta hasta junio del 2011.

"Cuando nos dieron el diagnóstico, de pronto todo tuvo sentido", comenta Kim. "Antes estaba tan frustrada e irritada. Él no me dejaba poner las cosas en los cajones del baño. Tenía que ver todo o, para él, no existían. No podía operar el control remoto. Trataba de usar su celular para cambiar de canal".

La gira de despedida del 2011-12, con los hijos de la pareja interpretando en el escenario junto a Glen, atrajo a públicos cálidos y comprensivos, pero el recorrido estuvo plagado de cancelaciones y algunas actuaciones incómodas. Fuera del escenario, Glen se encolerizaba y no cooperaba.

"Teníamos que asegurarnos de que nada le molestara", recuerda Kim. "Sabíamos que tenía factores desencadenantes".

spinner image membership-card-w-shadow-192x134

Membresía de AARP: $12 por tu primer año cuando te inscribes en la renovación automática.

Obtén acceso instantáneo a productos y a cientos de descuentos exclusivos para socios, una segunda membresía gratis y una suscripción a la revista AARP The Magazine.

Lecciones para los cuidadores

A medida que se deterioraba la memoria de Glen y se intensificaba su comportamiento errático, la carga de Kim como cuidadora (en inglés) empezó a abrumarla. Se sentía aislada, deprimida y agotada. Ella cita la analogía de una rana que logra saltar fuera del agua hirviendo, pero que se deja morir hervida si el agua fría se va calentando lentamente.

spinner image Glen Campbell y Kim Woollen en 1982
Kim and Glen Campbell en la Pierre Cossette Super Bowl fiesta en Beverly Hills, California, en 1982.
Ron Galella, Ltd./Ron Galella Collection via Getty Images

"Mis hijos y yo no nos dimos cuenta de que nos estábamos muriendo hervidos", explica ella. "Era tan gradual. No descansaba nunca. Él andaba de arriba para abajo toda la noche. Bañarlo era un gran problema. Todo lo relacionado con el baño es una enorme dificultad. Se olvidan de todo. Se ponía muy agresivo. Todos corríamos riesgo".

Continúa diciendo: "Estábamos todos tan deprimidos y la depresión y el estrés te terminan enfermando. No quería convertirme en la segunda víctima de esa enfermedad".

Kim, quien posteriormente creó el blog CareLiving.org para compartir orientación y apoyo para otros cuidadores, aprendió gradualmente a sobrevivir y progresar. Sus consejos:

"Tienes que conservarte a ti mismo", dice ella. "Si cuidas de ti mismo, serás un mejor cuidador". No temas pedir ayuda a tu familia, amigos y profesionales porque tú no puedes hacerlo todo.

"También necesitas tiempo para ti mismo", señala. "Nos habíamos encerrado por completo. Ya no podíamos salir al público. Date el tiempo de rejuvenecerte, de hacer ejercicio, de ir a la peluquería, de encontrarte con un amigo a tomar café. Los cuidadores deben seguir siendo quienes son. Y no es posible si estás totalmente absorto en otra persona en forma permanente. Necesitas tiempo para mantener tu cordura, tus relaciones y tu salud. No deberías sentirte culpable de dedicarte tiempo a ti mismo".

Tampoco demores considerar el cuidado a largo plazo. En el 2014, Glen ingresó en el centro Abe's Garden en Nashville.

"Una buena comunidad de cuidado de la memoria de calidad debería ser tu primera opción en el momento acertado y no tu último recurso", aconseja Kim. "El instinto nos lleva a querer cuidar a nuestros seres queridos en el hogar. Yo esperé demasiado. La gente espera hasta entrar en crisis. Es mejor investigar con anticipación. Es mucho más sano estar en una buena comunidad de calidad que con un solo cuidador día tras día en el dormitorio trasero de la casa sin socializar, sin terapias y sin actividades".

Discover AARP Members Only Access

Join AARP to Continue

Already a Member?

spinner image membership-card-w-shadow-192x134

Membresía de AARP: $12 por tu primer año cuando te inscribes en la renovación automática.

Obtén acceso instantáneo a productos y a cientos de descuentos exclusivos para socios, una segunda membresía gratis y una suscripción a la revista AARP The Magazine.