Fallece Armando Manzanero, ícono de la balada romántica

En una carrera que abarcó más de 70 años, Manzanero cumplió todos sus sueños artísticos, creando incansablemente en sus múltiples capacidades como compositor, cantante y productor. 

“Ya tengo muchos años y se me ha dado y logrado lo que cualquier mortal pudiera pretender”, nos comentó un Manzanero ya entrado en años en entrevista exclusiva a AARP en español en el 2019, al preguntarle si tenía metas profesionales pendientes. Tampoco era su interés adaptar su estilo a las tendencias modernas de la música popular. “No es que no me interese”, nos recalcó en ese momento. “Si yo incursiono en un ritmo moderno, específicamente en el reggaetón, sería una falsedad por parte mía, una pretensión”.

De origen maya, Armando Manzanero Canché nació en Mérida, Yucatán, el 7 de diciembre de 1935. Comenzó estudios musicales a los ocho años y a los 15 compuso su primera canción, “Nunca en el mundo”. Su notable talento para el piano y sus orquestaciones cosmopolitas le permitieron desarrollar una carrera paralela como director musical. En los años 50 fue contratado por la división mexicana del sello CBS, donde sus canciones empezaron a llamar la atención de la industria.

Editado en 1967, uno de sus primeros LPs —A mi amor... con mi amor, con arreglos del eximio Fernando Magallanes— ilustra el estilo visionario de Manzanero como compositor. Lejos de encerrarse en el marco del bolero, las líneas melódicas del piano sugieren un entendimiento profundo de compositores clásicos como Beethoven y Tchaikovsky.  

Ese romanticismo exacerbado les inyecta a temas como “Adoro” y “Esta tarde vi llover” un sentimiento de nostalgia que parece surgido de otra época. Al combinar esa sensibilidad con tendencias modernas —suaves ritmos de batería y melodías fáciles de tararear— Manzanero se convierte así en uno de los pocos artistas que establecen los cimientos de la balada.

Un tema como “Cuando estoy contigo”, cercano al universo estético de su compatriota José José  o el brasileño Roberto Carlos, luce las virtudes e idiosincrasias de este novedoso acercamiento a la canción romántica. Un movimiento que continúa influenciando a la música latina medio siglo después.

“Antes de ser conocido, toqué todo tipo de música”, Manzanero le contó a AARP en español en el 2019. “Mi primer éxito era un bolero, pero yo no lo sabía en ese momento. Y el siguiente fue un rock’n’roll. Soy músico, fui músico y voy a morir músico. No especifico los ritmos ni nada por el estilo”.

Motivado por el deseo de componer melodías fáciles de tararear, Manzanero terminó creando estribillos de una sensibilidad internacional. Cuando el estadounidense Sid Wayne adaptó “Somos novios” al inglés —bajo el nombre de “It’s Impossible”— esta nueva versión fue grabada por Elvis Presley, Andy Williams y Julio Iglesias, entre muchos otros.

Su cancionero incluye más de 400 composiciones, 50 de las cuales fueron éxitos. Se destacan “Contigo aprendí”, “Voy a apagar la luz”, “Felicidad”, “Por debajo de la mesa” y “Nada personal”.

Además de grabar docenas de discos como solista y presentarse en salas de conciertos a través del continente americano, Manzanero demostró ser un extraordinario productor. En 1991, resucitó el bolero tradicional coproduciendo junto a Luis Miguel el LP Romance, disco que hizo escuela y vendió millones de ejemplares. Fue Manzanero que eligió los 12 temas de esta producción, incluyendo dos canciones de su autoría: “Te extraño” y “No sé tú”. El éxito de la dupla continuó con dos discos adicionales de Romances, editados en 1994 y 1997, logrando que el bolero fuera adoptado por una nueva generación de latinos.

Entre 1982 y el 2011, Manzanero fungió como vicepresidente de la Sociedad de Autores y Compositores de México. En el 2011 fue elegido presidente de esta organización y continuó defendiendo los derechos de sus colegas.

Además de trabajar incansablemente, Manzanero fue un dedicado hombre de familia, amante de la cocina y apegado a su extenso clan que incluía a su esposa, hijos y nietos. Cada vez que mencionaba a su familia en entrevistas, sus palabras reflejaban la misma ternura que encontramos en las letras de sus canciones.