Para leer con las luces encendidas: 9 libros para Halloween

Cuentos de amor de locura y de muerte

Publicado originalmente en 1917, este libro de relatos de Horacio Quiroga mantiene su relevancia. ¿Qué puede ser más relevante que la muerte? La muerte por suicidio, plagas, enfermedades, y sucesos tenebrosos. Los animales, como es habitual en el autor, juegan un importante papel, pero no tanto como los oscuros impulsos de los humanos. El relato “La gallina degollada” es una verdadera pesadilla.

Vlad

El tema de los vampiros engatusó hasta al propio Carlos Fuentes. Esta novela corta, publicada hace una década, se debate entre la comedia y el horror. No es para todos los gustos (¡cuidado con las ardillas!), y hay una escena de una comida que le revuelve el estómago a cualquiera. Si lo que quieres es un gran susto y leer a un autor en total control de su arte, no te pierdas esta historia de Vladimir Radu, aquí conocido como Vlad.

Verano en rojo

En su novela debut, la escritora española Berna González Harbour se enfoca en un horror moderno: el abuso sexual que algunos sacerdotes de la Iglesia católica han perpetrado contra niños y jóvenes. La autora, que ha publicado sus dos novelas en la prestigiosa colección Serie Negra de RBA, es una de las nuevas exponentes de la literatura negra en español. El tema es fuerte y la trama complicada, pero fluye gracias a una prosa ligera y al gran conocimiento de la autora –periodista y editora de gran experiencia— de los temas actuales en España, el Vaticano y el mundo en general. No es para mojigatos; el horror es demasiado real y cercano.

Apocalipsis Z: el principio del fin

No es por gusto que llaman a Manel Loureiro el Stephen King del mundo hispano. Loureiro sabe que nada nos asusta más que el fin de la civilización. El libro tiene una fuerte dosis de fantasía (zombies), así como también de humanidad (el mundo se estará acabando, pero el personaje principal –un abogado, como el propio escritor— encuentra tiempo para ocuparse de su gato). El libro es el primero de una serie de tres.

No entren al 1408

Esta antología, tributo a Stephen King, reúne los peores – ¿o mejores?— impulsos macabros de 22 escritores de España y América Latina. Como lo que nos asusta es tan personal como las huellas dactilares, aquí hay para todos los gustos –o disgustos— desde enfermedades, muerte de seres queridos, fanatismo religioso y hasta vecinos sospechosos. Entre los escritores están el madrileño Santiago Eximeno y Jorge Enrique Lage, de La Habana.

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Paisaje con reptiles

A la autora de este libro, Pilar Pedraza, la llaman una “escritora de culto”, por su dominio del género gótico. Esta novela se debate entre lo gótico y la ciencia ficción. Tiene un tema aparentemente ecológico –una misteriosa mancha en el agua de una isla tropical— pero termina siendo más sobre la degradación física y moral de los humanos, que sobre los peligros de la vida moderna al medioambiente. Hay brujería, leyenda y magia.

La biblia de los caídos

Una serie de cuatro e-libros de Fernando Trujillo Sanz. En una lista de libros de horror no podía faltar uno que tratara el tema del exorcismo. Aquí va. Hay ángeles, demonios, iglesias antiguas, una niña poseída y más. Todo con sentido del humor y personajes memorables.

Aquella casa maldita de Amityville

Esta novela del escritor Carlos Cala Barroso relata los hechos ocurridos en un pueblo de Long Island, Nueva York, en 1974, cuando una familia fue asesinada mientras dormía. El asesino fue el hijo mayor. Al año siguiente, la familia Lutz se mudó a la casa y descubrió que los muertos no descansaban en paz. La historia ha sido contada en otros libros e incluso en una película, pero Cala Barroso, que nació en el mismo año de los hechos, la vuelve a contar con arte y tensión.

Los niños de paja

Colección de ocho relatos y una novela corta del escritor mexicano Bernardo Esquinca, este libro no es para todos los gustos. Son relatos de gran imaginación, pero con finales un tanto truncados. El terror es implícito, pero sin duda, da miedo: hay misterio, sangre, cataclismos, centros psiquiátricos con historias escalofriantes, asesinatos en masa, y, por supuesto, un espantapájaros, que, como en el cuento Children of the Corn (los chicos del maíz) de Stephen King, guarda los secretos de un grupo de niños.

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