Rita Hayworth, una verdadera diva
Desde la inolvidable Gilda a sus varios matrimonios, nunca pasó desapercibida.
por: Ernesto Lechner
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George Hurrell/Getty Images
La diosa del amor
Así la llamaron durante los años 40 en EE.UU., cuando Rita Hayworth se transformó en una de las actrices más famosas del momento y favorita de los soldados durante la Segunda Guerra Mundial. Fue también sinónimo de la femme fatale luego de su explosiva aparición en Gilda, estrenada hace más de 70 años. Murió joven, a los 68, víctima de la enfermedad de Alzheimer, y fue una de las primeras celebridades que contribuyeron a que el público tomara conciencia de este mal.
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Corbis
Primero fue el baile
Margarita Carmen Cansino nace el 17 de octubre de 1918, hija de un bailarín español y una madre de origen irlandés. Desde los tres años pertenece obligatoriamente a la compañía de danza de su familia, sacrificando su escolaridad por las giras internacionales. Cuando los espectáculos de baile fueron eclipsados por el auge del cine sonoro, su familia se trasladó a Los Ángeles. En 1935 firma un contrato con la Fox y aparece en un caricaturesco wéstern ambientado en Sudamérica, Under The Pampas Moon.
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Hulton Archive/Getty Images
Nace una estrella
Pese a que odia los caballos, Hayworth participa en cuatro wésterns entre 1936 y 1937. Ese mismo año recibe una llamada de Edward Charles Judson —vendedor de autos importados— que quiere conocerla en persona. Pese a que Judson tiene el doble de su edad, se casan rápidamente y él se concentra en promover obsesivamente la carrera de Hayworth. Un cambio de nombre y color de cabello, junto a un contrato con Columbia Pictures, completan la transformación y el nacimiento de una estrella.
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Un ángel seductor
Como los ejecutivos de Hollywood de la época, Harry Cohn, presidente de la Columbia, esperaba recibir favores sexuales de las actrices a cambio de una carrera exitosa. Cuando Hayworth se negó, la relación con él sufrió. Sin embargo, Cohn convenció al famoso director Howard Hawks que le diera el papel de una seductora en el drama de aviación Only Angels Have Wings (1939), junto a Cary Grant. La escena en que aparece por primera vez, en un bar lleno de hombres, conquistó a miles de admiradores.
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Peter Stackpole/Time Life Pictures/Getty Images
De la portada de 'Life' a vampiresa
En julio de 1940, aparece en la portada de la revista Life. Al año siguiente llega uno de sus papeles más memorables: Doña Sol, la vampiresa pelirroja que seduce al torero Juan Gallardo (Tyrone Power) en Blood and Sand, adaptación de la novela española de Vicente Blasco Ibáñez filmada con colores fuertes. Mostrando su intenso talento actoral, Hayworth combina crueldad con carisma, encantada además de que la película fuera producida por la Fox.
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Cortesía Everett Collection
Junto a un gigante
Tantos años bailando finalmente rinden fruto: en 1941, Hayworth protagoniza junto a Fred Astaire el musical You’ll Never Get Rich, con canciones del maestro Cole Porter. Astaire, cuya carrera había tambaleado desde que finalizó su colaboración con Ginger Rogers, encuentra en Hayworth a su pareja de baile favorita, impactado por la rapidez con la que aprendía sus coreografías. La pareja se reencuentra en otro éxito de taquilla, You Were Never Lovelier (1942).
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Archive Photos/Getty Images
Fascinación con Orson Welles
Hayworth se divorció de su primer esposo en 1942. Al año siguiente se casó con Orson Welles, uno de los artistas más deslumbrantes del momento. A la actriz, que nunca recibió una educación extensa, le fascinaba el intelecto genial del protagonista, guionista y director de Citizen Kane (1941), una de las mejores películas de la historia del cine. Welles despertaba a Hayworth en medio de la noche para compartir con ella sus nuevas ideas. Tuvieron una hija, Rebecca, pero el matrimonio fracasó.
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AF archive/Alamy
Un musical deslumbrante
Después de Fred Astaire, llega Gene Kelly. En 1944, Hayworth protagoniza el musical Cover Girl bajo la dirección de Charles Vidor. La trama frívola sobre la búsqueda de una modelo no logra empañar los colores exuberantes de su producción, ni tampoco la energía de sus ocho números musicales. La escena en que Kelly, Hayworth y Phil Silvers interpretan Make Way for Tomorrow tiene ecos de Singin’ In The Rain, que Gene Kelly filmaría ocho años más tarde.
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AF archive/Alamy
'Gilda', momento definitivo
A 70 años de su estreno, la película más importante en la carrera de Hayworth no ha envejecido ni un segundo. Cargada de un erotismo electrizante, Gilda es un film noir clásico, filmado en blanco y negro de alto contraste, recordado por escenas inolvidables como el striptease de la actriz o el escandaloso cachetazo que le propina Glenn Ford. Hayworth comentaría que desde entonces, “todos los hombres que conocí se enamoraron de Gilda, pero se despertaron al lado mío”.
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cineclassico/Alamy
De fracaso a clásico
Era inevitable que Welles y Hayworth trabajaran juntos, pero cuando se estrenó The Lady from Shanghai en 1948, ya se habían divorciado. La producción fue un triángulo de tensión entre la actriz, el director y Harry Cohn, presidente de Columbia. Welles insistió en desafiar las expectativas y cambió la imagen de Hayworth, provocando la ira de Cohn al presentarla con el pelo corto y teñido de rubio. Aunque hoy es considerada un clásico del film noir, fue un estrepitoso fracaso de taquilla.
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George W. Hales/Getty Images
Princesa Hayworth
A los 31 años y con el permiso de Cohn, Hayworth decide tomarse unas largas vacaciones en Europa. En una fiesta en Cannes conoce al príncipe Aly Khan, de Pakistán, y piensa que en este seductor adinerado encontró a alguien que no intentaría controlar su carrera. Viajan por el mundo y se casan en 1949. Ese mismo año nace su hija, la princesa Yasmin Aga Khan. El matrimonio no prospera, y después de una breve reconciliación, el divorcio definitivo llegaría en 1953.
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Un segundo intento
En 1952, Hayworth se percata que sus ahorros de $300,000 han prácticamente desaparecido. Le urge volver a trabajar, para alegría de la Columbia, que todavía no ha encontrado otro símbolo sexual para reemplazarla. Affair in Trinidad busca replicar el éxito de Gilda, con la presencia de Glenn Ford y un rol concebido para ella. Se destaca la escena en la que Hayworth canta un calipso, Trinidad Lady, bailando en un club nocturno caribeño, pero la película no logra captar la magia del arquetipo original.
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La seductora Salomé
En la década de los 50 surge la moda de los grandes espectáculos bíblicos. La Columbia ataca con Salome (1953), producción millonaria que cuenta con Hayworth como protagonista, acompañada por el imponente Charles Laughton en el papel de Herodes. El erotismo de Hayworth es impactante durante la esperada secuencia de la danza de los siete velos. Su carrera continúa prosperando en su siguiente producción, Miss Sadie Thompson (1953), un musical filmado parcialmente en Hawái.
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Más matrimonios tumultuosos
Una vez más, las elecciones sentimentales de Hayworth conspiran contra su carrera artística. Después de un breve romance con el actor Kirk Douglas, conoce a Dick Haymes, un talentoso pero volátil cantante nacido en Argentina. Se casan en 1953 y comparten dos tumultuosos años de serios problemas financieros y altercados con las autoridades. El divorcio llega dos años más tarde, pero Hayworth se casaría una quinta vez, con el productor cinematográfico James Hill.
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Sergio Del Grande/Mondadori Portfolio/Getty Images
¿Alcoholismo o Alzheimer?
Los allegados de Hayworth la recuerdan como una mujer sensible, temperamental, que siempre tuvo problemas con el alcohol. En 1976, sufrió la humillación de ser bajada a la fuerza de un avión por crear problemas. Pero su alcoholismo escondía los síntomas de otra enfermedad, el Alzheimer, que le provocó un serio deterioro durante sus últimos años. Rita Hayworth falleció en Manhattan, el 14 de mayo de 1987, a los 68. Dos años antes había muerto Orson Welles, que siempre habló de ella con cariño.
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Julie Edwards/Newscom
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