De fiesta con los clásicos de El Gran Combo de Puerto Rico
10 discos que marcaron sus cinco décadas de historia.
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Menéame los mangos (1962)
La trayectoria del Gran Combo comienza en 1962 con este disco de sugestivo título y con el excelente cantante dominicano Joseíto Mateo. Contiene plenas y merengues con el sabor dulce y concentrado que caracteriza a la música tropical de comienzos de los años 60. Ya bajo el liderazgo del pianista Rafael Ithier, y con la contribución de un joven Roberto Roena en el bongó, ese año empiezan a presentarse en concierto y en el programa televisivo La taberna india.
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Los nenes sicodélicos (1968)
Los primeros años del Gran Combo se caracterizan por una productividad asombrosa. Solo en 1967 editan nueve LPs dedicados a formatos variados como boleros y tangos. Adoptando los estilos modernos de la época, Ithier se vuelca de lleno al boogaloo, el jala jala y la estética psicodélica de las grabaciones de Los Beatles que influenciaron a la música afrocaribeña. Los nenes sicodélicos captura la juventud de una banda que derrocha swing en todas sus canciones.
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Por el libro (1972)
Luego de crear su propio sello —Combo Records— la orquesta comienza los años 70 con un sonido más recio, indicativo de la explosión de salsa que ocurría en ese momento en Nueva York. Por el libro es una de sus primeras obras maestras, un disco que se apoya en los soneos de sus dos cantantes estrellas, Andy Montañez y Pellín Rodríguez. Julia y Tatalibaba son los más grandes éxitos de este disco.
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El Gran Combo 7 (1975)
Muchos dicen que este es el mejor LP del Gran Combo, y es fácil entender por qué considerando sus éxitos: Te vas a arrepentir, Vagabundo y el clásico Un verano en Nueva York, que refleja el sentido del humor que siempre tuvo la letra de sus canciones. En este momento de su trayectoria, El Combo genera un contraste exquisito entre la voz arrebatada de Andy Montañez y la mesura en las orquestaciones de Ithier.
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Aquí no se sienta nadie (1979)
En 1977, Andy Montañez abandona El Gran Combo para unirse a la orquesta venezolana La Dimensión Latina. Ahora las voces principales son Charlie Aponte y Jerry Rivas, que definen la plenitud artística de la agrupación. Elegido por el mismo Rafael Ithier como su LP favorito, Aquí no se sienta nadie generó una catarata de éxitos, iniciando la era dorada del Combo. Brujería, Mujer boricua y Así son ocupan un lugar de honor en el repertorio del grupo.
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Happy Days (1981)
Siguen los éxitos. Durante la primera mitad de los años 80, El Gran Combo es simplemente imparable. Happy Days presenta uno de los temas emblemáticos de la orquesta, El menú. El tumbao de Rafael Ithier en el piano impresiona, mientras que el pegajoso coro —que le pongan salsa— simboliza el aporte del Combo a la música latina. Amor comprado y A la reina también dieron que hablar, culminando con Timbalero, un momento indispensable en los conciertos de la agrupación.
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Nuestro aniversario (1982)
El Combo celebra su 20º. aniversario en un momento inspirado de su discografía. Se destacan El teléfono —con entrañables coros al estilo del doo wop estadounidense— y Se me fue, creando un efecto cómico al agregar a la letra varias palabras en inglés. El bajo punzante de Goyito Sabater, la elegancia de jazz de Gotas de lluvia, y el arreglo de vientos de Caja de sorpresas son otros momentos memorables de un LP legendario.
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La universidad de la salsa (1983)
Luego de presentarse en el Madison Square Garden, El Combo celebra con el título de este disco su flamante apodo de Universidad de la salsa. Comienza con Mujer celosa, irresistible para la pista de baile. Las narrativas del cotidiano latinoamericano, tan excéntricas y humorísticas, continúan con la celebración de la pereza que es Y no hago más ná’. Ahora transformado en orquesta internacional, El Combo celebra sus raíces boricuas con Bomba de Puerto Rico.
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In Alaska: Breaking The Ice (1984)
El Gran Combo visita Alaska y se enorgullece de derretir el hielo con sus ritmos tropicales. Utilizando su dulce sentido del humor y una facilidad incansable para los juegos de palabras, la letra de Carbonerito presenta un antídoto contra el racismo. Azuquita pa’l café, una de sus mejores canciones, es un inefable himno dedicado a la mujer; un arreglo magistral tan inspirado que se atreve a hacer una breve referencia al clásico tropical Moliendo café. Indispensable.
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Arroz con habichuela (2006)
Luego de sucumbir brevemente a la moda de la salsa romántica de los años 80, El Gran Combo vuelve a la salsa recia preferida por sus admiradores. Rafael Ithier deja de ser el pianista de la banda en sus giras, pero continúa dirigiendo las producciones de estudio. Grabado con todos los adelantos de la tecnología digital, Arroz con habichuela es uno de los mejores trabajos de la banda desde los años 90. Y la historia continúa...
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Cortesía Everett Collection
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