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‘The First Monday in May’: La vida en un hilo

Una mirada tras bambalinas a la suntuosa gala del Met.

DIRECTOR: Andrew Rossi
CON: Andrew Bolton, Anna Wintour, Wong Kar-wai, Karl Lagerfeld, Jean Paul Gaultier, John Galliano, Baz Luhrmann, André Leon Talley, Harold Koda, Thomas Campbell, Maxwell K. Hearn, Douglas Dillon y Ricardo Tisci.
DURACIÓN: 91 minutos  

The First Monday in May trata sobre el  “Super Bowl de la moda”, como se le conoce a la gala anual del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, el “Met”. El documental arranca planteando la única pregunta pertinente: ¿es la alta costura un arte que pueda reclamar lugar en un museo? La respuesta es un rotundo sí para todos los involucrados, quienes coinciden en decir que la moda, como todo arte, transmite un mensaje. En ese sentido, las ostentosas vestimentas que portan los exclusivos invitados al evento nos gritan un discurso de poder.

La imagen de Rihanna envuelta en un intrincado vestido amarillo con aplicaciones brillantes y una cola de tres metros despierta perplejidad. La desproporción entre la menuda figura de la cantante y el peso de la vestimenta va a contracorriente de nuestras nociones más pedestres de belleza y armonía. Es evidente que el atuendo no se creó para ser usado; no hay ocasión lo suficientemente grande para justificar semejante prenda. El vestido tomó nada menos que dos años en confeccionarse, y fue creado no para quien lo lleva, sino para quien lo ve. El intenso tono, el brillo de sus lentejuelas, la riqueza de su material, atrae y repele la mirada; deslumbra y ciega. Se le puede admirar a la distancia, pero jamás tocarlo, como al sol. La única equivalencia sería Versalles en tiempos de Luis XIV, el rey “sol”. La comparación no es ociosa; en la gala del Met ningún exceso se reprime con tal de justificar los $30,000 que cuesta cada boleto y al que solo tienen acceso 500 exclusivas celebridades de las más altas esferas del mundo de la moda, el cine, la música y la política. El magistral documental de Andrew Rossi logra llevarnos detrás de la imagen y acercarnos a nosotros, simples mortales, a las intrigas palaciegas y realidades escondidas detrás del monumental evento que realizan personas con egos igual de grandes. La organización es una complicada maraña de vanidades y Rossi nos va desenredando la madeja de los intereses que penden de un delgado hilo siempre en riesgo de quebrarse. Tal vez se le podría descalificar como una frivolidad sin importancia, si no fuera porque son millones de dólares y cientos de trabajos los que están en juego.

Escena de First Monday in May

Cortesía de Magnolia Pictures

La gala del Museo Metropolitano de Nueva York demora meses y no se escatima en detalles para atender a la exclusiva lista de invitados.

The First Monday in May cubre la producción del 2015, llamada “China a través del espejo”, en homenaje a la moda inspirada por ese país. El evento se realiza el primer lunes de cada mayo, y ese día la industria de la alta costura mundial se celebra a sí misma. La gala se hace en beneficio del Instituto de la Indumentaria del Met, cuyo presupuesto anual depende de lo recaudado en esa noche. Estructurado como un drama lleno de emoción y de suspenso, vemos como las imponentes figuras a cargo de que todo marche, se van empequeñeciendo a medida que la fecha se acerca y los preparativos se retrasan. Vemos que el entusiasmo de la etapa inicial  se va tornando en angustia y frustración a medida que las realidades del presupuesto, personalidades conflictivas, y la burocracia se van interponiendo.

La protagonista de la historia es la editora de la revista Vogue, Anna Wintour, moderno equivalente a un monarca absoluto. Ella impone su voluntad con su mirada y hace temblar a sus empleados con sus gélidas críticas. Wintour se encarga de la gala y supervisa desde la iluminación hasta el color de las servilletas y la lista de invitados. Andrew Bolton, el curador encargado de la exhibición, es el otro protagonista y una figura mucho más amable. Bolton nos muestra el aspecto más serio del asunto y lo vemos negociando con el director de las galerías asiáticas el delicado equilibrio para que los vestidos no desplacen a las obras de arte de las galerías en las que se montan. Vemos como los empleados utilizan guantes y batas especiales para manejar las piezas exquisitas que van llegando en cajas especiales de diseñadores legendarios como Dior, Chanel, Saint Laurent y Valentino, inspirados en algún momento por el Oriente. Todos se dedican a su misión con devoción y cuestiones como el color de un accesorio se atacan como asuntos de vida o muerte.

El documental no escatima imágenes y acercamientos a las celebridades para quienes meses de preparación y millones de dólares se han dedicado. Buena parte de The First Monday in May cubre la alfombra roja de la gala y podemos ver de cerca a Amal y George Clooney, el exalcalde Michael Bloomberg, Madonna, Lady Gaga, Jennifer Lawrence, Anne Hathaway, John Galliano, Justin Bieber, Bradley Cooper, Naomi Campbell, y cientos más. Después de la imponente entrada en la que un jarrón gigantesco chino ha sido adornado con 500,000 rosas, los exclusivos invitados (y nosotros como espectadores) podemos al fin entrar en las galerías. Con toda y su infinita delicadeza y cuidado, las extraordinarias vestimentas nos gritan, como las celebridades mismas, y como el sol, que el poder se puede admirar, pero no tocar.

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