Roger Moore, el James Bond con más años de servicio, muere a los 89 años

Sir Roger Moore, que interpretó al caballeroso y sofisticado agente secreto británico James Bond en siete películas entre 1973 y 1985, falleció hoy en Suiza, después de una breve batalla contra el cáncer, informó su familia. Tenía 89 años.

Moore hizo su debut como 007 en la película Live and Let Die de 1973, convirtiéndose en el tercer actor en ponerse el esmoquin de Bond hecho a la medida y entrar en la icónica secuencia de cañones de la legendaria franquicia. Le siguió a Sean Connery, quien originó el papel en 1962 con Dr. No y a George Lazenby, quien apareció en una sola película de Bond: On Her Majesty's Secret Service en 1969.

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Antes de Bond, Moore era un actor exitoso, conocido principalmente por su papel protagónico en la larga serie de televisión británica The Saint. Pero su turno como el agente secreto más famoso del mundo lo convirtió en una estrella mundial. Sus picarescos e ingeniosos comentarios y frases de doble sentido, por no hablar de la forma en que alzaba las cejas al grupo de chicas Bond que lo acompañaban en sus aventuras y, a menudo, lo seguían hasta el dormitorio, lo convirtieron en el personaje perfecto para el papel durante la sexualmente libre década de 1970.

Alguna vez describió su sencilla estrategia para el papel: "Mi campo de actuación siempre ha oscilado un poco entre dos extremos: 'levanta la ceja izquierda' y 'levanta la ceja derecha'".

De los seis actores que han interpretado a Bond (Timothy Dalton, Pierce Brosnan, Daniel Craig, Moore, Connery y Lazenby), ninguno apareció con más frecuencia en el papel que Moore. También fue el agente más viejo en interpretar al agente MI6; se retiró de la franquicia a la edad de 58 años después de su aparición final en A View to a Kill de 1985.

Se retiró del centro de atención después de sus años como Bond, con apariciones escasas de tipo jocoso durante el resto de su carrera en películas como Spice World y Boat Trip. Pero se mantuvo ocupado con el trabajo humanitario. La pobreza que presenció en la India durante la filmación de Octopussy en 1983, supuestamente lo inspiró a trabajar con UNICEF, la cual le otorgó la designación de embajador de buena voluntad en 1991. Por su trabajo con obras de caridad obtuvo el título de caballero en el 2003. Ser honrado por su trabajo por los demás "significó mucho más para mí que si lo hubiera obtenido por actuar", dijo en ese momento.

Moore luchó con varios problemas de salud en sus últimos años, incluso un grave caso de neumonía que lo dejó temporalmente sin poder caminar y con diabetes, con la cual fue diagnosticado en el 2013. Esta enfermedad lo obligó a dejar el alcohol, lo que significó que el hombre que tan perfectamente encarnaba a James Bond ya no podía pedir martinis, ni agitados ni mezclados.