María Antonieta Collins: lo que la llevó a la cirugía de manga gástrica

A través de sus reportajes en Univision la vemos lo mismo volando en parapente sobre Río de Janeiro, que descendiendo por el peligroso conducto por el que se escapó Joaquín “El Chapo” Guzmán en México. Debido a su energía y a cómo luce, cuesta creer que María Antonieta Collins tenga más de 60 años. Con la misma transparencia que caracteriza sus reportajes, en esta entrevista la periodista y autora nos habla de su edad, por qué decidió hacerse la cirugía de manga gástrica y cómo ve el futuro. Pero comenzó por hablarnos de sus planes más inmediatos.

Tus libros sobre anécdotas personales y consejos han tenido gran aceptación, ¿de qué hablarás en tu próximo libro y cuándo saldrá?

Han transcurrido tres años tan importantes en mi vida: la cirugía de manga gástrica es una de ellas, pero hay otras. A los 60 he reinventado mi vida de la forma que más satisfacción me ha dado. Y creo que el libro hablaría de alguna de esas cosas, pero aún no sé exactamente cuál, aunque no falta mucho, pues mi próximo libro sale en el 2016.

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Todos sentimos el paso de los años, pero cuando sales en la TV la gente está más atenta a esos cambios. ¿Cómo enfrentas ese desafío?

Yo he superado cualquier presión de esas. ¿Quién en sus 60 puede decir que bajó por el túnel por el que se fugó El Chapo? Una periodista, como un buen soldado, no tiene edad ni sexo.

Además de ser un buen “soldado”, también pudiste hacer ese reportaje porque estás más delgada. Luchaste con tu peso por mucho tiempo, ¿por qué sentiste que la operación de manga gástrica era tu mejor opción?

Porque ya no existía nada más. Mi salud no estaba muy bien: tenía problemas de azúcar, de reflujo gástrico, y por la presión arterial no podía tomar medicamentos para suprimir el apetito. Encima, tenía un estómago con una capacidad de dos litros y medio; no se llenaba con nada. No podía con tanta grasa en el cuello, la desesperación, el cansancio. ¡Era hora de acabar con todo eso!

¿Cuáles fueron los riesgos de la operación?

Los riesgos estaban todos en permanecer con esa obesidad mórbida. En comparación con eso, los riesgos de la operación eran mínimos. Creo que el riesgo de muerte para una operación así es alrededor del 0.19%.  [Nota del editor: Con cualquier cirugía hay la posibilidad de complicaciones. Siempre habla con tu médico sobre los riesgos antes de proceder.]

¿Y los beneficios?

¡Todos! Le dije adiós a todas las pastillas que me estaba tomando para todos los malestares que me aquejaban. Ahora tengo más energía para hacer las cosas que me gustan: leer, tocar el piano, escribir… ¡No paro!

Aparte de la pérdida de peso, ¿cuál ha sido el mayor cambio?

Me gusto mucho, me quiero, me hablo. Me digo, ‘Collins, ¡qué orgullosa estoy de ti!’. Seis días a la semana me levanto a las 5 de la mañana a darle gracias a Dios por esta nueva vida y a hacer ejercicio. Camino cinco millas todos los días.