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Las Marthas: una tradición que une culturas y generaciones

Un baile que celebra el natalicio del presidente George Washington en Laredo, Texas.

Laura Garza Cobertizo, concursante con un vestido rojo en Las Marthas, en Laredo, Texas.

Cortesía de Linda Leyendecker Gutierrez

Debut en sociedad como parte de los festejos del cumpleaños de George Washington en Laredo, Texas.

Se aproxima el 22 de febrero, cumpleaños de George Washington, primer presidente de Estados Unidos de América, y su esposa, la gentil primera dama Martha Washington, le prepara una gran fiesta con invitados de la alta sociedad que vienen de todas partes del mundo.

¿Una escena en la mansión ejecutiva de 1797? Para nada. Se trata de la fiesta de gala que anualmente celebra la Society of Martha Washington en Laredo, Texas, y que cierra un mes entero de festejos del natalicio de George Washington, tradición que data de 1898 en este rincón sureño en la frontera con México.  

De hecho, actualmente en Laredo celebran unas 30 actividades en torno al natalicio de Washington, todas con la función principal de afianzar los lazos que unen a México con Estados Unidos. Las tradiciones —que incluyen hasta un abrazo simbólico entre Don Miguel Hidalgo, padre de la independencia de México, y George Washington— surgen del intenso nacionalismo que a finales del siglo XIX reflejaba la crisis de identidad producto de la fusión de dos culturas en Texas: la de los anglos que habían sido invitados por el virreinato de la Nueva España a poblar ese lejano territorio en 1820 y la de los hispanos nativos del área.

“Todos los pobladores del lugar, se sentían alejados del resto de Estados Unidos”, explica Cristina Ibarra, directora del documental Las Marthas, que documenta un año en la vida de dos jovencitas —una de Laredo y otra de Nuevo Laredo, en México— que participan en la gala de la Society of Martha Washington, haciendo así su debut formal en sociedad. 

“Hay que entender que siendo parte de los festejos por el natalicio de Washington, la intención del baile es la de insertarse en el resto de Estados Unidos”, dice Ibarra, al explicar los orígenes de la fiesta de “las Marthas”, como se les conoce a las debutantes. “No creo que haya duda de la identidad y cercanía con México. Lo que se buscaba es pertenecer también al resto de la población anglosajona”.

Erin Ploss-Campoamor, productora de Las Marthas, abunda: “Cada una de las debutantes y su pareja, representan a un personaje distinguido de la época colonial”. Además, añade Ibarra, “se sigue un ‘guión’ muy específico que es reproducir el último baile que Martha, la esposa de George Washington, le ofreció como presidente en su cumpleaños”.

Y si bien esta gran fiesta es solo por invitación, cada año las jóvenes debutantes —unas 15 a 20 muchachas de entre 17 y 19 años de edad— lucen sus espectaculares y coloridos vestidos en un desfile de carrozas alegóricas por las calles principales de Laredo en el que participa toda la comunidad.

Reinas por un día

Aún hoy, sigue siendo sumamente importante para las jovencitas poder participar en esta tradición. Laura Garza, la decimotercera mujer de su familia en debutar en el baile de las Marthas, y cuya participación quedó plasmada en el documental de Ibarra, recalca lo mucho que significó para ella: “Yo soy muy tradicional y mi familia siempre ha estado muy involucrada en el festejo. Me importó sobre todo por el aspecto de que es un evento que reúne a la comunidad desde hace muchos años.

“Hay un legado que se pasa de generación en generación. Por lo tanto, como mi mamá es miembro de la Society of Martha Washington y mi abuela también, era natural que se me pidiera debutar. En su momento, yo también decidiré si me hago miembro de la sociedad”, dice Garza, quien hizo su debut luciendo el mismo vestido que 15 años antes había estrenado una prima suya.

Los vestidos, que suelen costar un promedio de $15,000 (algunos mucho más), se convierten así en parte de la tradición familiar. Y es que, aparte de las jovencitas, las verdaderas estrellas del baile son los vestidos. Elaborados y versallescos, sus diseños se inspiran en la moda de la época colonial, aunque no son del todo fieles a la usanza del tiempo de los Washington.

Desde 1974, la creadora de la mayoría de estos fantásticos atuendos es Linda Leyendecker Gutiérrez. Tal vez, nadie mejor que ella para encarnar la tradición de las Marthas. El  abuelo de  Gutiérrez interpretó a George Washington en 1905 y ella —al igual que sus dos hermanas— terminó casándose con el muchacho que la escoltó en su debut en 1960, cuando tenía 19 años.

“Yo hago todos los patrones para los vestidos y todos los diseños salen de mi cabeza”, dice Gutiérrez. “Yo misma corto las telas y ajusto mis diseños  al estilo de cada debutante. Comencé en 1974 y a mis 71 años sigo trabajando. Mi hija debutó en 1984 y le hice su vestido. Mi nieta va a debutar el año que viene y también se lo voy a diseñar”.

Cargados de adornos, cintas, cristales, encajes y montados encima de una amplia crinolina, los vestidos suelen pesar hasta 100 libras.  Pero, su “importancia no radica en la calidad de la tela o los adornos del vestido, sino en el peso de lo que significa, en la carga simbólica”, dice Garza.

Que es, simplemente, el derecho a reclamar su lugar. A través de los años, la belleza y el arte de estos artefactos culturales les da a estas jóvenes debutantes, aunque sea momentáneamente, una sensación de pertenencia, no solo a su comunidad, sino al resto de Estados Unidos.

El documental

Directora: Cristina Ibarra
Productora: Erin Ploss-Campoamor
Duración: 56 minutos

En su documental Las Marthas, Cristina Ibarra nos muestra los intensos preparativos que realizan miembros de la alta sociedad de Laredo, Texas para los festejos del natalicio de George Washington cada febrero. El mes de celebraciones culmina con una gran gala en la que jovencitas conocidas como “las Marthas”, son presentadas como debutantes. Ibarra muestra la seriedad con la que las adolescentes se aplican con un año de anticipación a la labor; desde que reciben la invitación de la Society of Martha Washington, hasta los ensayos y las citas con la diseñadora que crea sus vestidos. Y explora por qué un pueblo como Laredo, con tan arraigadas raíces mexicanas, siente tanta afinidad por las figuras de George y Martha Washington.

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