Javascript is not enabled.

Javascript must be enabled to use this site. Please enable Javascript in your browser and try again.

Skip to content
Content starts here
CLOSE ×

Buscar

Leaving AARP.org Website

You are now leaving AARP.org and going to a website that is not operated by AARP. A different privacy policy and terms of service will apply.

La penalización económica por la pérdida de un cónyuge

Prepárate para el impacto monetario de la viudez.


spinner image Ilustración de un nido y en el centro un huevo en forma de corazón que está partido por la mitad.
CHRIS GASH

Cuando fallece tu pareja, pierdes muchas cosas: a tu mejor amigo, tu estabilidad y un futuro juntos. Y justo cuando estás en el peor momento, de repente te das cuenta: también podrías perder mucho dinero.

Tus finanzas pueden colapsarse de muchas maneras justo cuando estás enfrentando el duelo. Por ejemplo:

  • Si tu cónyuge seguía trabajando —y según la Oficina del Censo, la edad promedio en que las mujeres enviudan es de 59 años—, puedes perder una gran parte o la totalidad del ingreso familiar.
  • Si ambos están jubilados, tu hogar puede pasar de recibir dos beneficios del Seguro Social a uno solo.
  • Puede aumentar tu tasa de impuestos, ahora que vas a presentar declaraciones individuales.
  • Puedes perder el acceso a las tarjetas de crédito que creías que eran tuyas, pero que estaban registradas a nombre de tu cónyuge.
  • La disponibilidad de los ahorros, las cuentas jubilatorias y las inversiones podrían retrasarse o incluso bloquearse si la información del beneficiario no se llenó correctamente.
  • Puedes perder las herencias que esperabas si tu cónyuge tuvo la mala suerte de morir antes que sus padres.
  • Tal vez debas contratar a alguien para que se ocupe de las muchas cosas que hacía tu cónyuge, desde el cuidado del césped hasta el mantenimiento de la vivienda.
  • Si enviudas de un segundo matrimonio, los bienes de tu cónyuge pueden pasar a los hijos de su primer matrimonio, y no a ti.
spinner image Image Alt Attribute

Membresía de AARP: $12 por tu primer año cuando te inscribes en la renovación automática.

Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP

No cabe duda de que el mejor momento de ocuparse de todo esto es antes de que fallezca tu cónyuge. Los asesores financieros no tienen inconveniente en dar gran cantidad de consejos de planificación antes del fallecimiento: actualiza la información de tus beneficiarios en todas tus cuentas; adquiere un seguro de vida adecuado; haz una lista de las cuentas, las contraseñas y los pagos mensuales que se deben efectuar. ¿Y después de que él haya partido? La situación se complica. (Ten en cuenta que suele ser “él”, ya que el 58% de las mujeres y el 28% de los hombres de 75 años o más son viudos. Empleo esos géneros en este artículo, pero abarcan a todos).

Después del fallecimiento, hay más dolor y menos opciones. “Creo que muchas personas enviudan y se sienten tan desamparadas que no pueden tomar decisiones”, explica Karen Altfest, una asesora financiera de Nueva York que trabaja con clientas mayores. Sin embargo, no es una causa perdida, y estas estrategias financieras pueden proteger tus finanzas mientras haces frente a tu nuevo futuro y a tu dolor.

Consigue la ayuda adecuada

Aunque suelas encargarte personalmente de administrar tu dinero, es útil que un profesional evalúe tu nueva situación financiera de forma integral. ¿Qué cuentas hay que cambiar, transferir, cambiar de nombre o reconsiderar? ¿Puedes seguir pagando tu casa? ¿Cuál es tu mejor estrategia en cuanto a seguros y jubilación para el futuro? Puedes buscar un asesor que se especialice en estos temas para que examine tu situación una vez y luego se aparte. Eso sí, no te aferres a alguien que apenas conoces que se ofrezca a ayudarte a administrar tu dinero, advierte Altfest. “Lo que me preocupa es que algunas de estas viudas pueden convertirse en víctimas”, señala. “Alguien que casi ni conoces y de pronto se te acerca demasiado”.

spinner image membership-card-w-shadow-192x134

Membresía de AARP: $12 por tu primer año cuando te inscribes en la renovación automática.

Obtén acceso instantáneo a productos y a cientos de descuentos exclusivos para socios, una segunda membresía gratis y una suscripción a la revista AARP The Magazine.

Revisa tu propio seguro

Si todavía trabajas y mantienes a tus hijos, tal vez debas aumentar tu propio seguro de vida o de incapacidad, indica Ken Weingarten, asesor financiero de Lawrenceville, Nueva Jersey. Quizá sea conveniente volver a considerar un seguro de cuidados a largo plazo o hacer otros planes para recibir cuidados en caso de necesitarlos en el futuro, agrega. “Yo mismo lo he vivido”, dice Weingarten, cuya madre murió joven tras pasar varios años en un hogar de ancianos.

Trabajo y empleos

Lista de empleos, de AARP

Busca oportunidades de empleo para trabajadores con experiencia

See more Trabajo y empleos offers >

Elige el beneficio del Seguro Social con inteligencia

Si tú y tu cónyuge ya estaban cobrando beneficios, en lo sucesivo podrás elegir el más alto. Si aún no has solicitado ningún tipo de beneficio para ti, tienes una opción: puedes elegir entre el beneficio para sobrevivientes que se basa en los antecedentes laborales de tu cónyuge, o el beneficio de jubilación en función de tus propios antecedentes laborales. Más adelante podrás cambiar al otro beneficio, si acaba siendo mayor.

Conserva la cuenta 401(k)

¿Aún tienes entre 50 y 60 años? Si bien es posible transferir el dinero del plan 401(k) o de la cuenta de jubilación de tu esposo a tu propia cuenta de jubilación, no te apresures a hacerlo, advierte Weingarten. Al ser viuda, podrás retirar dinero de la cuenta 401(k) de tu difunto cónyuge siempre que lo necesites, sin importar tu edad, y sin pagar una penalización del 10% por el retiro anticipado. (Se sigue tributando como ingresos normales). Por el contrario, si transfieres la cuenta 401(k) a una IRA de reinversión, tendrás que pagar una penalización del 10% sobre todos los fondos que retires de esa IRA antes de cumplir 59 años y medio, además de los impuestos.

spinner image membership-card-w-shadow-192x134

Membresía de AARP: $12 por tu primer año cuando te inscribes en la renovación automática.

Obtén acceso instantáneo a productos y a cientos de descuentos exclusivos para socios, una segunda membresía gratis y una suscripción a la revista AARP The Magazine.

Aprovecha una oportunidad impositiva 

Si los ingresos de tu familia no disminuyen demasiado al enviudar, es posible que te pasen a una categoría impositiva más alta, porque los límites de ingresos para presentar declaraciones individuales son mucho más bajos que los de las parejas que presentan declaraciones conjuntas. Por lo tanto, aprovecha al máximo la ventaja fiscal que tienes en el año en que fallece tu cónyuge, cuando el IRS todavía te permite presentar la declaración como pareja casada, sugiere Carolyn McClanahan, planificadora financiera de Jacksonville, Florida. En ese año, retira los fondos gravables del 401(k) o de las cuentas IRA para aprovechar al máximo la categoría en la que te encuentres, incluso si utilizas el dinero para crear una cuenta Roth IRA de reinversión o simplemente para depositar algo extra en tu cuenta de ahorro que no sea IRA.

Pon en orden tu tarjeta de crédito

Quizá te sorprenda saber que tal vez no compartas la titularidad de tus tarjetas de crédito. Tal vez figures solo como usuaria autorizada de una tarjeta que pertenece exclusivamente a la cuenta de tu esposo. Si es así, en algún momento el emisor de la tarjeta se enterará del fallecimiento de tu esposo y cancelará la cuenta. No esperes a eso, recomienda McClanahan. Informa a la empresa del fallecimiento de tu esposo. “La mayoría de las empresas emisoras ayudarán al cónyuge viudo a conseguir su propia tarjeta”, señala. Lo mejor es tomar medidas preventivas antes del fallecimiento: pueden abrir cuentas conjuntas de tarjetas de crédito (en las que ambos sean responsables de los pagos) o convertirte en la titular principal de al menos una tarjeta.

No te apresures con los asuntos importantes

Seguro que lo has oído antes, pero no te apresures a mudarte, a vender una casa (o incluso un automóvil) ni a girar cheques cuantiosos a nombre de tus hijos inmediatamente después de un fallecimiento, advierte McClanahan. Podrías arrepentirte de las decisiones que tomes con prisa y durante el duelo. Además, siempre puedes poner en orden tus finanzas y tu vida más adelante.

Discover AARP Members Only Access

Join AARP to Continue

Already a Member?