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¿Debes mantener el seguro de vida a término?

A continuación encontrarás qué hacer cuando se te venza la póliza.

Pareja adulta hablando con una mujer - Seguros de vida a término

Getty Images

Después de cumplir los 50 años, hay asuntos diferentes que tener en cuenta al decidir si comprar un seguro de vida a término.

In English | Durante nuestra juventud (¿te acuerdas de eso?), compramos un seguro de vida a término. El seguro a término vale la pena si falleces; no incluye un elemento de ahorros a largo plazo. Por eso, se pueden obtener pólizas grandes de protección familiar por un costo modesto. La cobertura por lo general se termina después de 20 o 30 años. Para entonces, esperas haber ahorrado suficiente dinero en una cuenta de jubilación para proteger a un cónyuge a tu cargo. ¿Pero qué sucede si tienes entre 50 y 69 años, tu póliza a término está a punto de vencerse y sabes que todavía necesitas cobertura? Quizá te hayas casado o vuelto a casar en la madurez de tu vida y todavía tengas niños a quienes sostener. Tal vez escogiste (o te presionaron para que escogieras) la jubilación temprana antes de que ahorraras suficiente dinero para proteger a tu cónyuge si falleces primero. Quizá una enfermedad consumió tus ahorros para la jubilación. Existen cuatro maneras de obtener (o mantener) la cobertura más allá de la mediana edad.

1. Si tu salud es buena y necesitas cobertura por solo unos años, busca en el mercado de seguros a término una nueva póliza de 5, 10 o 15 años. Los precios siguen siendo razonables para aquellos en sus 50 y comienzos de sus 60, en particular si no fumas. Y recuerda: es probable que no necesites tanta cobertura como cuando tenías 35 años y tenías muchos más años de vida por delante. Un hombre de 60 años podría pagar cerca de $80 al mes por $250,000 y 10 años de seguro a término, según su salud, el estado donde viva y la aseguradora. Una persona de 50 años podría pagar cerca de $100 al mes por $500,000 y 20 años de seguro a término. Para obtener un vistazo general de los precios, visita el sitio web Term4Sale.com.

2. Si tu salud es buena y sabes que necesitarás cobertura que dure para toda la vida, contempla un tipo de seguro conocido como “seguro de vida universal garantizado sin vencimiento” o “seguro de vida universal con garantías secundarias”. Estas pólizas no brindan casi ningún valor en efectivo. Si las cancelas, probablemente no te devolverán ningún dinero. Por otro lado, cuestan menos de la mitad que el seguro de vida permanente tradicional. De hecho, lo que obtienes es un seguro a término durante la edad avanzada con una garantía de por vida. Pregúntale a un agente de seguros sobre las pólizas sin vencimiento. Pero ten en cuenta que para mantener la garantía, tienes que pagar las primas a tiempo.

3. Si tu salud no es buena y no puedes comprar un seguro en el mercado abierto a un precio razonable, tu aseguradora actual por lo general convertirá parte o la totalidad de tu póliza a término en algún tipo de seguro permanente. No se realiza un examen médico. Te ofrecerán cualquier tipo de póliza de conversión que la aseguradora tenga disponible (a menudo, incluyen la de no vencimiento). Hacerlo en el momento adecuado es importante. Debes convertirla dentro del período de tiempo que exige la póliza a término, por lo general en los meses o semanas justo antes de que se venza, pero a veces mucho más temprano. Si no lo haces durante ese período, perdiste la oportunidad.

4. Si tu salud no es buena, no puedes aprobar el examen médico y pierdes tu oportunidad de convertir tu póliza a término a un seguro permanente, lo lamentarás mucho. Puedes seguir con tu seguro a término que está a punto de vencerse, sin importar tu estado de salud, pero solo con una prima extremadamente costosa. Peor aún, la prima aumentará cada año una gran cantidad hasta que ya no la puedas pagar. Mantendrías una póliza como esa solamente si es probable que fallezcas pronto. Muy pronto.

Por último, un consejo general: no prorrogues ni reemplaces tu seguro a término si ya tienes suficiente dinero para mantener a tu familia después de que fallezcas. En vez de eso, añade el dinero que pagas ahora en primas a tus ahorros para la jubilación.

Jane Bryant Quinn es experta en finanzas personales y autora de Making the Most of Your Money NOW (Cómo obtener el máximo de tu dinero AHORA).