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Protege tus finanzas sin importar tu edad

Las habilidades monetarias se deterioran después de los 60, según los investigadores.

Dinero en una jarra de cristal

FOTO: DAN SAELINGER; ASESORA DE UTILERÍA: DOMINIQUE BAYNES

Las mejores soluciones financieras tienden a ser claras y sencillas.

In English | Tú y yo estamos por enfrentar dos serias amenazas a nuestro futuro económico: (1) el deterioro de nuestra capacidad para manejar dinero, y (2) una obstinada negación de que lo primero está sucediendo.

Pero no lo des por sentado solo porque yo lo diga. Toma este corto examen que mide aptitudes financieras básicas. Yo lo hice y obtuve el puntaje máximo, pero soy planificador financiero y, a los 56 años, estoy en la cima de mi competencia financiera, según un estudio que Michael Finke y Sandra Huston, de la Texas Tech University, y John Howe, de la University of Missouri-Columbia, basaron, precisamente, en este examen.

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Los puntajes en agudeza financiera caen alrededor de un punto porcentual por año después de los 60, según el estudio. Para empeorar las cosas, simultáneamente aumenta la confianza en nuestras deterioradas aptitudes contables. Y cuanto más mayores nos tornamos, mayor es la brecha entre los niveles de aptitud percibida y real.

Y esta brecha no solo aumenta las probabilidades de que cometamos errores contables garrafales: convierte a los adultos mayores en tentadores blancos para los depredadores financieros. Afortunadamente, hay maneras de lidiar con ese deterioro. “Las aptitudes financieras debilitadas no tienen por qué llevar a malos resultados económicos”, sostiene Finke. Te explicamos cómo hacerlo.

 

1. Mantente en movimiento

Muchos estudios hallaron una asociación entre el ejercicio físico y un mejor proceso cognitivo. “Hacer ejercicio es gratis y es bueno, tanto para la salud física como para la mental”, señala Laura Carstensen, directora del Stanford Center on Longevity.

2. Elige algo que te dé más garantías

Finke sugiere una anualidad inmediata de prima única. Haces un pago por anticipado y una compañía de seguros te envía una suma fija mensualmente por el resto de tu vida. “Esto te protege de tus propios errores”, asegura.

3. Busca ayuda

Si bien puede ser difícil discutir cuestiones financieras con familiares o incluso con amigos cercanos, ellos pueden resultar útiles consejeros. Un buen asesor financiero también puede ayudar. Asegúrate de que el asesor esté dispuesto a revelarte las tarifas o cargos totales que estés pagando, como así también los riesgos.

4. Considera un fideicomiso

Específicamente, un fideicomiso revocable en vida con una cláusula de incapacidad. Eso le otorga control sobre tus bienes a un fideicomisario o administrador en caso de que tomes una decisión financiera desastrosa, como optar, de repente, por donar todo tu patrimonio a una organización benéfica desconocida.

5. Hazlo sencillo

La mejor solución financiera tiende a ser clara y sencilla. Puedes obtener un fondo índice de bajo costo de Vanguard, Fidelity o Charles Schwab, que poseen prácticamente todas las acciones del mundo. Estos fondos administran el riesgo por ti al comprar acciones en mercados deprimidos y vendiéndolas después de que su precio se dispare. Tus cargos deberían estar por debajo del 0.25% anual (lo que significa que pagarías menos de $2.50 por cada $1,000 invertidos).