Encuesta de AARP: 1 de cada 3 adultos ha sido víctima de estafas de pago con tarjetas de regalo

Alrededor de una cuarta parte de las personas encuestadas dijeron que se habían encontrado con el segundo tipo de estafa, que normalmente implica que los estafadores manipulen las tarjetas en los estantes de las tiendas para obtener los números en la parte de atrás, lo que les permite agotar el dinero que los consumidores cargan a la tarjeta al momento de comprarla.

Si bien algunos casos de tarjetas de regalo sin valor podrían deberse a errores en las tiendas o a que las personas se olvidan de haberlas usado, “el hecho de que 1 de cada 4 consumidores ha regalado o recibido una tarjeta sin valor indica que hay actividad delictiva”, dijo Stokes. La pérdida promedio en estos casos fue de $140, según la encuesta.

El 84% de las personas que recibieron una tarjeta de regalo sin fondos tomaron medidas para intentar resolver el problema, como llamar al número de teléfono o visitar el sitio web que aparece en la tarjeta o hablar con un gerente en una tienda donde intentaron utilizarla, pero a más de la mitad de ellas les dijeron que no podían obtener un reembolso o un crédito.

Los adultos más jóvenes fueron el blanco más frecuente

La encuesta encontró una disparidad en la edad de las víctimas de este tipo de estafa: el 39% de los encuestados de entre 18 y 49 años dijeron haber sido víctimas, en comparación con el 28% de las personas de 50 años o más.

Sin embargo, los adultos mayores tenían más probabilidades de querer una acción legislativa para combatir el fraude. Entre los encuestados de 50 años o más, el 69% dijeron que “están muy de acuerdo” en que los legisladores deberían hacer más para proteger a los consumidores, en comparación con el 54% de las personas del grupo más joven.

AARP ha pedido que se establezcan normas más estrictas y que se tomen más medidas legales para frenar las estafas, y que las tiendas minoristas, los procesadores de pagos y los emisores de tarjetas actúen para evitar las pérdidas de los consumidores, como intervenciones en las tiendas y políticas de reembolso más flexibles.

Según la encuesta, alrededor de 1 de cada 4 consumidores que compraron tarjetas de regalo para pagar una supuesta obligación financiera fue advertido por un empleado de la tienda de que podría ser una estafa. Según investigaciones anteriores de AARP, más de la mitad de las posibles víctimas de estafas evitan las pérdidas cuando un tercero intercede.