Vida Sana
Un hombre de Chicago de 73 años, a quien se condecoró con el Corazón Púrpura por haber sufrido lesiones en combate, dice que fue víctima de dos estafadoras que se llevaron su dinero y suficientes datos personales como para ponerlo en peligro de futuros delitos financieros.
Kenneth (no se publica su nombre completo para proteger su privacidad) le cuenta a AARP que el mes pasado se le acercaron dos mujeres que dijeron que podrían conseguirle una subvención de $10,000, una suma supuestamente disponible debido a la pandemia de COVID-19.
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Señala que una de ellas, de algo más de sesenta años, vive en el mismo edificio de 18 unidades donde vive él, en el South Side. La cómplice, una mujer de treinta y pico de años, era amiga de su vecina. Él nunca la había visto antes del 11 de julio, cuando supuestamente se presentó la solicitud de la subvención.
Kenneth, que está divorciado, es un pintor jubilado que trabajaba para la ciudad de Chicago. Su situación financiera es segura gracias a los beneficios que recibe de una pensión, el Seguro Social y el Departamento de Asuntos de los Veteranos.
Peligroso servicio en Vietnam
Kenneth cuenta que fue parte del 7.º Regimiento de Caballería del Ejército. Era sargento, fue operador de radio y pasó 13 meses en ese país desde 1967 hasta 1968. Relata que en ocasiones tuvo que deslizarse con una cuerda desde un helicóptero sobre el alto pasto elefante para enfrentarse al Vietcong.
Un día se estrelló un cohete de 122 milímetros contra un búnker de comunicaciones y mató instantáneamente al soldado que estaba a su lado. Kenneth sobrevivió, pero sufrió una pérdida auditiva permanente debido a que se le perforaron los tímpanos. Se recuperó en un buque hospital de la Armada y pronto volvió al combate a pesar de estar herido, por lo que recibió el Corazón Púrpura. “Todavía revivo las escenas del combate”, dice.
La amiga era una 'aprovechadora'
Según Kenneth, la mujer mayor que lo estafó había sido su amiga. A veces él le prestaba $20 para poner gasolina y una vez le dio $70. Después de un tiempo le devolvía el dinero. “Nunca pudo conservar un trabajo durante mucho tiempo”, indica. “Tiene una mentalidad de vividora”.
Kenneth dice que una vez gastó $100 para comprarle alimentos en Walmart. Cuando él cocinaba, de vez en cuando le daba un plato de comida, y un Día de Acción de Gracias le dio suficiente pavo y guarniciones para comer durante una semana.
En cuanto a la subvención de $10,000, su amiga dijo que la cómplice más joven podría conseguirle el dinero en dos días.
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