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Historia de dos Tandooris

Una receta casera con un cambió de especias le dio un nuevo sabor al tradicional pollo Tandooris.

In English | Uno de mis platos favoritos cuando estaba creciendo era el pollo tandoori que preparaba mi madre. Pasaba horas, mejor dicho, días preparando este plato; empezaba por secar los chiles que iba a usar, luego molía sus propias especias y hasta preparaba el yogur para marinar el pollo. "Esto es lo que se hace cuando te importa lo que le sirves a tu familia", dijo siempre.

Cuando empecé a preparar este plato, traté bastante de seguir las enseñanzas de mi madre, de que todos los ingredientes debían prepararse en casa. Un día, cuando no disponía de mucho tiempo, usé yogur griego comprado en lugar de prepararlo yo misma. El resultado fue excelente, pero me sentía culpable. Me sentía como si al cambiar la receta estaba cambiando también mis recuerdos de infancia.

Luego, hice algo insólito. Para un proyecto de trabajo, me habían pedido, que probara varias mezclas de especias. Compré la mezcla de especias de Tandoori, pensando que iba a odiarlas. Pasó todo lo contrario. En verdad, eran deliciosas. A mis hijos les gustó y mi esposo estaba encantado. No pasó mucho tiempo sin que mi versión del pollo a la tandoori reemplazara la de mi madre.

En mi próxima visita a la India, me llevé la mezcla de especias. Como era de esperar, mi madre estaba ofendida. Las especias que no se molían frescas en casa no podían entrar en su despensa. Pero, unos días más tarde, me pidió que preparara el pollo tandoori. Por un momento pensé en echar la mezcla a la basura y usar las especias que tenía mi madre. Pero, no lo hice.

Con manos temblorosas, serví el plato. Mi madre lo probó, pero no dijo nada. Comimos mientras reinaba un silencio lleno de tensión. Tal vez, me había hecho muchas ilusiones de que mi madre aceptaría una comida que iba en contra de todo lo que me había enseñado.

Luego, se aclaró la garganta y preguntó: ''¿queda algo de pollo?"