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Arroz con coco

El coco se cultiva en las zonas tropicales y en todos los rincones del Caribe. La combinación preferida a la hora de llevarlo a la mesa es el arroz.

¿Por dónde le entra el agua al coco? Todavía esa pregunta está en el aire y nadie da una respuesta definitiva. A mí me encanta el agua de coco, que no es lo mismo que la leche de coco, ingrediente principal de la receta que ofrecemos esta semana.

El agua de coco se encuentra naturalmente en el interior de la fruta. La leche de coco no es más que el líquido extraído de la masa de coco; un producto cremoso, blanco y espeso. El agua de coco es una bebida refrescante, la leche de coco se utiliza más en la cocina, desde la tailandesa hasta la caribeña.

El arroz con coco es muy popular en la cuenca del Caribe, desde República Dominicana hasta Venezuela y Colombia. Es muy sencillo de preparar y su sabor sutil puede ser realzado con otros ingredientes como gandules, uvas pasas, cebollinos, semillas o nueces. También puede ser endulzado ligeramente con azúcar o panela.

El coco que se cultiva en casi todas las regiones tropicales es un fruto prácticamente multiuso, porque se le saca provecho tanto en comidas, postres, dulces y bebidas, y tiene además uso artesanal y decorativo. Sus propiedades nutricionales entre otras incluyen tiamina, riboflavina, calcio, hierro, magnesio, potasio y su agua resulta un excelente diurético.

Arroz con coco y productos de mar es una combinación que va de la mano. En mi receta esta vez uso filetes de pescado blanco firme, como puede ser lenguado, tilapia, lubina, merluza, corvina o pargo. Los pescados poseen propiedades nutricionales que los convierten en alimentos fundamentales dentro de lo que se considera una alimentación equilibrada y cardiosaludable.

De hecho, el pescado es parte importante para una dieta como la mediterránea, en la que se contempla el consumo generoso de verduras, hortalizas, frutas, cereales como el arroz, pan y pastas, frutos secos, legumbres, lácteos y aceite de oliva.

El toque que realza este plato es el mojo picón, una salsa de ajo, vinagre, chiles y aceite de oliva que probé por primera vez en las islas Canarias y que hasta el día de hoy sigo preparando en casa.

Es el acompañamiento perfecto para carnes, papas y pescado y como dice su nombre, tiene un toque de picante. Es más, se dice que el mojo picón es el padre de todos los mojos que se preparan en en el Caribe. Esta es una región que se nutrió de la influencia de la gran migracion de las islas Canarias.

Por cierto, la receta es muy fácil y seguro pasará a formar parte de su repertorio. La clave está en verter el aceite lentamente a medida que se mezclan los otros ingredientes en la licuadora para lograr una emulsión.

Dice un refrán que la comida entra por los ojos, y nada más atractivo que una mezcla apetitosa de vegetales como judías, zanahorias, remolacha amarilla o calabacín cocinados al vapor, para añadir color, sabor y textura como complementos ideales a este menú.

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